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—¡Klaus! Da la cara y dime que has hecho con nuestro hermano, cerdo narcisista y traidor.— Exclamó Rebekah esperando que su hermano apareciera.
—Ya vale de tanto grito, hermanita.— La interrumpió Klaus apareciendo. —Debi de imaginarlo, los seis vampiros muertos son cosa tuya, ¿no?— Inquirió mirando a su hermana pequeña.
—Fueron muy groseros, intentaron abusar de una pobre chica que no sabía llegar al barrio.— Comentó Rebekah mientras fingía una expresión de inocencia. —Lo siento, ¿eran amigos tuyos?— Añadió con burla mirando a su hermano mayor.
—No digas estupideces, Klaus no tiene amigos.— La interrumpió Astrid mientras se cruzaba de brazos y se apoyaba en el marco de la puerta, haciendo reír a la otra Original por su comentario.
—Claro que tengo amigos, tengo a Marcel.— Afirmó el híbrido con seguridad, aunque era evidente de que no eran amigos, sino aliados a los que utilizaba hasta que le dejaban de ser de utilidad. —Te acuerdas de Marcel, ¿no?— Preguntó Klaus mirando a su hermana, haciendo que la expresión de la vampira cambiará. —Sí, claro que sí. Ahora se las da de rey del barrio y tiene unas normas sobre matar vampiros, me encantará ver que castigo te impone por esto.— Afirmó divierto, justamente cuando Astrid cerraba un poco su puño haciendo que Klaus se doblará de dolor mientras la lanzaba una mortal mirada.
—Vaya, sí que es cierto que has recuperado tu lado de bruja.— Sonrió Rebekah orgullosa de que Astrid volviera a tener aquel lado que la podía haber llevado a convertirse en una de las brujas más poderosas del mundo.
—Un lado muy práctico la mayoría de la veces.— Garantizó la rubia con una sonrisa de orgullo ante su nuevo lado sobrenatural.
—Pero no me importan Marcel y sus normas, Elijah nunca falta a su palabra, ¿por qué no me contesta?— Rebekah miró a Klaus con acusación sabiendo que su desaparición se debía única y exclusivamente a él.
—Tal vez esté de vacaciones, o arriba durmiendo una larga siesta. Adelante echa un vistazo, recuerdas esta casa tan bien como yo.— La incitó Klaus dando a entender algo que era muy evidente, y era la desaparición de Elijah.
—Sí, me acuerdo de todo.— Respondió la Original con frustración ante el comentario del híbrido.
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—¿Cómo has aguantado tanto tiempo encerrada?— Preguntó Rebekah a Astrid sabiendo cómo era con respecto a estar escondida o encerrada, y más cuando era en contra de su libertad.
—Eso quisiera saber yo, porque me estoy volviendo loca. Menos mal que esta vez no va a terminar con Silas secuestrandome e intentando usar mi cuerpo para que su difunta hermana regrese de la muerte.— Respondió la híbrida sarcásticamente haciendo reír a Rebekah con su comentario.
