CAPÍTULO 11: MIDNIGHT BATH

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—— MIDNIGHT BATH ——

—Estate quieta, Leo y Elijah llegarán enseguida

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—Estate quieta, Leo y Elijah llegarán enseguida.— La pidió Rebekah a Astrid a la cual había obligado a tumbarse para que estuviera algo más relajada.

—Me siento como si estuviera dentro de un microondas.— Se quejó Astrid mientras intentaba quitarse el sudor de la frente.

—Oye, que esperas un bebé. No te comportes como una cria.— Dijo Rebekah haciendo que Astrid riera porque había sonado como a una madre. —Mi sobrinita te estara ayudando a curarte mientras hablamos.— Garantizó la rubia mostrando que muy en el fondo sí la gustaba la idea de ser tía.

—Hola, hermanita.— Dijo Leonidas mientras se acercaba a la cama en la que estaba su hermana tumbada.

—¿Qué hace ella aquí?— Preguntó Rebekah al ver aparecer a Sophie junto a Elijah.

—Intentó ayudar.— Respondió la bruja sabiendo que debían de darse prisa o las cosas serían irreversibles.

—¿¡Ayudar!?— Exclamó Rebekah sorprendida por su comentario.

—Tu tienes la culpa de que estemos así.— Se quejó Hayley mientras salía del cuarto de baño esperando que el agua fría pudiera ayudarla a combatir el calor.

—¿Por qué no están desvinculadas de esa bruja, Elijah?— Le preguntó Rebekah a su hermano esperando una explicación por su parte o por parte de Leonidas.

—Rebekah.— La llamó Leonidas en señal de que debía de mantener la calma y no hacer nada estúpido, principalmente por qué si lo hacía la afectaría, directamente, a Astrid.

—Que haga lo que pueda.— Sentenció el noble sabiendo que la única opción que tenían era Sophie hasta que Davina consiguiera llevar acabo el hechizo de desvinculación.

—Creo que conozco una forma para bajar la fiebre, pero voy a necesitar algunas hierbas.— Explicó Sophie mientras sacaba de su bolso un papel y un bolígrafo. —Te haré una lista.— Añadió mirando a Rebekah la cual puso una expresión de desagrado al ver cual iba a ser su función en todo ello.

—Bien, me encanta ser la recadera.— Respondió sarcásticamente mientras cogía el papel que Sophie la ofrecía para irse a por las hierbas, principalmente porque iban contrarreloj.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

—¿Cómo te encuentras?— Le preguntó Leonidas a su hermana mientras se sentaba a su lado y la agarraba de la mano, dándose cuenta de que su temperatura corporal había aumentado considerablemente, y eso no era nada bueno.

—Como cuando Eliana quemó por cuarta vez nuestra casa.— Admitió Astrid haciendo reír a su hermano con aquella comparación, ya que aquel incendio sí que fue grave, sobretodo por el detalle de que se quedaron, definitivamente, sin casa.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 ||Kʟᴀᴜs Mɪᴋᴀᴇʟsᴏɴ|| ᵗᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora