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—Mierda.— Murmuró Astrid mientras se despertaba con algo de dificultad y veía que estaba metida en el maletero de un coche, lo que hizo que empezara a dar patadas al cristal, con el objetivo de romperlo y huir, pero su plan se truncó cuando su secuestrador detuvo el coche y se bajo de él con el objetivo de detenerla.
—¿Enserio?— Inquirió Tyler incrédulo, haciendo que Astrid le mirase sorprendida.
—¿Tyler?— Dijo sin creer que hubiera sido él quien la había secuestrado, siendo sinceros lo hubiera esperado por parte de Marcel, pero ¿por parte de Tyler? Nunca.
—No te esfuerces, Astrid. Sabes que ahora no estás en condiciones de vencer a un híbrido.— Afirmó el híbrido al saber cuáles podían ser las intenciones de la rubia.
—Déjame, traidor, mestizo. Pedazo de...— Empezó a decir Astrid justamente cuando Tyler la cargaba a su hombro como si fuera un saco de patatas.
—¡Callate!— La ordenó Tyler enfadado. —O será mucho peor para ti.— La advirtió, haciendo que Astrid supiera que nadie se esperaría que Tyler la hubiera secuestrado, pero quien la preocupaba era Hayley, ¿dónde estaba?
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—¿Dónde estamos? ¿Y Hayley?— Preguntó Astrid justamente cuando Tyler la dejaba en el suelo y ella podía sentarse en el porche de una pequeña cabaña.
—En el culo de Luisiana, Hayley esta bien. Dormida ahí adentro.— La tranquilizó Tyler.
—¿Qué vas a hacer con eso?— Preguntó Astrid al ver la navaja que el híbrido tenía en sus manos, ya no confiaba en nadie. Menos en quien la secuestrada.
—Depende de ti.— Aseguró Tyler mientras rompía la cinta que impedía que la rubia pudiera huir.
—Oye, fuiste tu el que me atacó a mi, ¿recuerdas?— Alegó Astrid con obviedad. —Me abordaste en mi propio jardín.— Le recordó mientras le miraba con una expresión de pocos amigos.
—Ese no es tu jardín, es el de Klaus.— Puntualizó el híbrido, haciendo que Astrid supiera que él sabía todo. —Estas viviendo con ese pirado. ¿Dónde está la chica que conspiraba en su contra y ayudaba a los demás?— Quiso saber, haciendo que Astrid agachara la cabeza sin saber que responder, las cosas habían cambiado.
—Tyler lo siento, han pasado muchas cosas desde la última vez que te vi.— Garantizó Astrid dándose cuenta de que para su desgracia habían sido demasiadas.
—¿Cómo lo de tu embarazo?— Preguntó sorprendiendo a Astrid de qué él lo supera, porque entonces cualquiera podría saberlo. —Un bebé híbrido.— Comentó el híbrido incrédulo. —Sí, ya me he informado. Estuve por el pantano haciendo preguntas y sabes que he averiguado.— Tyler se acercó a Astrid y la bajo la chaqueta que llevaba señalando su marca de nacimiento, esa marca que compartía con Hayley y con Taylor. —Esta luna creciente indica que provienes de una gran familia, como Hayley, algo así como la realeza de los hombres lobo.— La informó sorprendiendo a Astrid con aquello. —Y justo aquí está lo que queda de ellos.— Añadió haciendo que Astrid se diera cuenta de que había más cabañas y tiendas escondidas.
