¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Elijah, no esperaba verte a este lado del río.— Comentó Astrid mientras ella y Marcel se acercaban al noble.
—Ni yo veros colaborar en la creación de otra comunidad de vampiros.— Observó sorprendido por lo que Klaus le había dicho, ya que nunca se hubiera imaginado a Astrid ser participe de algo así, no cuando ambos bandos en los que estaba, estrechamente, relacionada se encontraban enfrentados. —Los tres estamos llenos de sorpresas.— Añadió Elijah mientras miraba a los dos vampiros que estaban frente a él, queriendo, por su postura, saber que era lo que estaba haciendo ahí.
—Todo iba bien hasta que Klaus tuvo la brillante idea de hacer anillos de luna. Esa chica de la Cosecha está haciendo más y se los ofrece a los lobos a cambio de su lealtad, y ellos se arrodillan a sus pies.— Le recordó Astrid en señal de que la brillante idea de Klaus de mejorar a los hombres lobo; por supuesto estaba a favor que tuvieran su lugar en la comunidad, pero no estaba de acuerdo con que hubiera esa clase de amenazas y advertencias no verbales donde se ponía en peligro la vida de ambas especies.
—El barrio es un sitio peligroso y tu, tu eres el único vampiro auténtico. Estarías mejor si te unieses a nuestra comunidad, tal vez has venido por eso.— Intervino Marcel sabiendo que teniendo de su parte a Elijah las cosas podrían llegar a ser mucho mejor, aunque también podrían complicarse. Ya que un Original, aunque era muy buen aliado, también era muy impredecible, ya que el hecho de ser inmortal les permitía hacer y tener lo que quisieran por el tiempo que ellos quisieran.
—Quiero hacer una oferta a Marcel.— Le dijo Elijah al moreno, haciendo ver a Astrid que lo que quería era algo de él, no de la comunidad o de ella. —Encuentrame la estaca de roble blanco y te dejaré seguir con tu experimento social.— Se limitó a decir haciendo que Astrid le mirase confundida, ya que por la mirada del noble suponía que estaba teniendo algo entre manos o por lo menos estaba ideando algo. Ya que no comprendía porque le estaba encomendando una misión así a alguien que podía usar la estaca en contra de cualquiera de ellos.
—Aunque quisiera ayudarte, no tengo ni idea de donde está. Y lo de hacer daño a mis chicos... tendrás que vertelas con Astrid.— Le recordó haciendo que el noble mirase a la rubia, la cual le muro en señal de advertencia. Por supuesto sería muy difícil que ambos llegarán a una pelea física, pero Elijah sabía que no había que interponerse entre los planes de Astrid, sobretodo porque tampoco les venía mal saber que esta estaba, también, liderando la ciudad.
—No, pero tieneis un aliado en Davina que puede encontrarla. Hablaría yo mismo con ella, aunque la conversación podría ser un poco desagradable.— Les informó sabiendo que aquel hechizo debía de hacerlo la joven bruja, ya que aunque Astrid podía hacerlo, quería que lo hiciera ella para corroborar su teoría.
—Ni te acerques a ella.— Le advirtió Astrid mientras sus ojos se inyectaban en sangre y su iris cambia a un tono amarillo.
—De acuerdo, entonces te encargarás personalmente.— Sentenció el noble mirando a Marcel para después marcharse, dejando a los dos vampiros allí, sin entender del todo cual era, exactamente, el plan que Elijah se estaba trayendo entre manos.
