CAPÍTULO 34: THE BIG DAY IS NEAR

531 38 22
                                    

—— THE BIG DAY IS NEAR ——

—— THE BIG DAY IS NEAR ——

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Eso es.— La indicó Evie a Astrid mientras esta estaba sentada en el suelo aprendiendo a respirar cara al parto. —Inspira y expira.— Añadió haciendo que la híbrida obedeciera su orden.

—Osea que no tendré epidural, ¿verdad?— Preguntó mientras apoyaba sus manso en el viejo suelo de madera y la mirada esperando que pudiera existir la posibilidad de que así fuera, pero la expresión de Evie mostraba, con evidencia, de que no iba a ser así. —¿Seguro que no puedo dar a luz en un hospital arropada por médicos y drogas?— Preguntó con algo de humor, haciendo sonreír a Evie ya que no era muy común que Astrid mostrará su lado sarcástico, sobretodo después de los últimos días, que había estado de alguna forma cerrada herméticamente en sí misma, sin mediar palabra con nadie. Ni tan siquiera con Taylor o con Jackson.

—Creo recordar que tu madre tuvo un parto natural, hace mil años dudo que existieran drogas, médicos y hospitales.— La recordó Evie haciendo que Astrid pusiera una mueca de burla, al darse cuenta de que tiempo atrás las cosas eran mucho peores, además de que la única ventaja que le veía a todo era que no podía morir en un parto, aunque lo del dolor no era, precisamente, una de sus partes favoritas. —No te preocupes.— La tranquilizó mientras la dedicaba una sonrisa en señal de apoyo.

—Vale.— Murmuró la Original mientras se sentaba de mejor forma y la miraba. —¿Y luego que, Evie? Apenas recuerdo a mi madre, ¿como voy a saber ser una?— Preguntó mostrando que la maternidad era una de las cosas que más miedo la daban, apenas recordaba con perfecta claridad sus tiempos como humana, cuando era pequeña y su madre cuidaba de ella y de sus hermanos, ¿como iba a hacerlo con su hija? No quería que ella creciera por su cuenta como ella, de forma forzosa, se vio obligada.

—Créeme que cuando llegue el momento sabrás que has de hacer.— La tranquilizó Evie mostrando una sonrisa, aunque Astrid no estaba segura de que pudiera ser una buena madre cuando ni todavía sabía ser una buena persona, tenía mucha ira, odio y desprecio acumulado, que temía que eso le pudiera afectar al bebé cuando naciera.

—Eso espero.— Suspiró mientras la sonreía. —Por mucho que me divierta imaginarme a Klaus cambiando pañales, algo me dice que haré esto yo sola.— Añadió sabiendo que aquello lo haría sola, tal vez apoyada por la manada, pero de lo que estaba segura es que no podía permitir que su hija pudiera ser un daño colateral de todos los problemas que estaban habiendo en la ciudad, porque si había enfrentamientos y querían hacerles daño irían directamente a por ella y eso Astrid no lo podía ni iba a permitirlo.

—Bueno, yo tengo mis dudas.— Comentó Evie sabiendo que las cosas, para todos, iban a ser diferente cuando aquella niña llegara al mundo, ella no tenía dudas de ello.

—Perdonad la intromisión, ¿podría hablar un momento con los conspiradores de una supuesta sublevación?— Intervino Elijah haciendo que la expresión de Astrid cambiará mientras se ponía de pies y salia de la cabaña seguida por el noble, al mismo tiempo que le hacía un gesto a su hermana pequeña, a Jackson y a Oliver, sabiendo que ellos eran los únicos con los que Elijah iba a hablar, el resto de la manada no necesitaba saber lo que discutían, o por lo menos no en aquel momento. —Cometéis un grave error.— Les anunció mientras se quitaba el pañuelo del cuello y el abrigo para dejarlos sobre una silla.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 ||Kʟᴀᴜs Mɪᴋᴀᴇʟsᴏɴ|| ᵗᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora