-¿Porqué no te duermes?, me quiero morir, son las 3 a.m. -Se quejó por tercera vez el soviético totalmente agotado, cada vez que el niño parecía estar dormido y se disponía a soltarlo en su cuna, este inmediatamente abría los ojos y comenzaba a llorar, hambre no tenía pues ya le había calentado leche del refrigerador en uno de los biberones que que encontró en las cajas.. se tragó todo hasta la última gota en el envase de cristal-.
Comenzaba a estresarse, tenía una estricta rutina de levantarse temprano para limpiar su casa y desayunas antes de hacer el papeleo que le enviaban así que si no se dormía en la próxima hora su sistema de años se iba a desbaratar por un pañaludo llorón.
-...Me importa una mierda ya.. -Entre dientes se quejó dándose media vuelta con el bicolor en brazos que se aferró a él, caminó entre la oscuridad hasta su habitación y dejó al bebé en el centro de esta entre dos almohadas- ¡Silencio!
Gritó frunciendo el ceño cuando lo vio hacer amago de querer volver a llorar, el volumen y tono demandante de su voz hicieron dar un ligero salto de susto al neonato que se quedó pasmado mirándolo. Realmente no quería gritarle así pero ya se estaba estresando y apenas tardaría unos minutos en cambiar su uniforme por ropa más cómoda, cuando ya estuvo listo se acostó en la amplia cama tras apagar la luz, hizo un muro de almohadas en el borde derecho y tiró al suelo otras cuantas de su lado por precaución. El niño tímido se acurrucó cuando lo colocó en el espacio entre su brazo y su torso, tomó calor con rapidez al ser parcialmente cubierto por una manta además del corporal emitido por URSS, afortunadamente no tardó más en dormirse profundamente en cuestión de minutos.
-Chantajista.. -El de ojos hielo refunfuñó en tono muy bajo antes de cerrar sus ojos para intentar dormirse también, era un militar con sueño muy ligero así que sentía algún movimiento inmediatamente se despertaría-.
• • •
Sus ojos se abrieron con pesadez cerca de las 7 a.m, había un molesto ruidito y una sensación húmeda en su pecho fastidiándolo por lo que se sentó suspirando profundamente buscando con la mirada al niño que ahora se encontraba desparramado entre las sábanas sonriendo y balbuceando.
-Que escandaloso eres, no durarías ni una hora solo en el bosque.. -Dijo en tono ronco antes de soltar un suave bostezo, cuando se dispuso a buscar la otra razón de su molestia se topó con una gran mancha de baba en el lado izquierdo de su pecho.. al parecer el pequeño desgraciado le había estado buscando la leche en el cuerpo y eso le causó un repelús- Tan complicado no era pedirme otro biberón..
Al ver que el menor estaba tranquilo en la cama decidió levantarse para buscar nueva ropa de hogar y una vez listo lo volvió a tomar en brazos dispuesto a bajas las escaleras cuando un olor nefasto llegó a atacar su olfato casi matándolo como si fuese gas de cloro.... el momento de terror y prueba de fuego de toda persona había llegado, el maldito cambio de pañal.
-..¿Y a hora cómo mierda va esta cosa? -Entre sus manos tenía varias telas blancas con borde rojo acompañadas de broches por montones y se desesperó, nadie moriría silo sellaba con otra cosa.. cinta adhesiva no estaría mal- Más te vale quedarte quieto, porque como se te ocurra orinarme... te lanzaré por la ventana sin pena alguna..
El más alto se acercó con miedo como si se tratase de una peligrosa bomba, técnicamente era una fétida que podría agravarse si se tardaba más así que el riesgo era el mismo para él, una vez de nuevo frente al mocoso quitó el broche y desenvolvió como pudo la tela que lo cubría... pues si era un niño, al menos no tendría que pasar incomodidades más adelante.
Agitó su cabeza para sacar las bromas malas de su cabeza y tomó un rollo de papel sanitario para poder limpiar luego de ponerse guantes quirúrgicos y una mascarilla, no era una persona de poco aguante pero tampoco estaba acostumbrado así que fueron los minutos más difíciles de su vida hasta que el suave aroma del talco puso opacar el mal olor, todo lo sucio estaba en una bolsa de basura que se encargó de cerrar antes de cualquier otra cosa agradeciendo que Rusia se estuviese tranquilo sobre el cambiador de la cuna. Por lo que pudo tomar otra de las telas y acomodarla casi como recordaba estaba la anterior, pero igual lo ajustó lo necesario con cinta adhesiva porque la punta afilada de los broches no se le hizo muy segura, me puso otra ropa enterizo que encontró en las cajas y lo volvió a tomar en brazos recibiendo una sonrisa del menor que duró poco antes de comenzar a babear su propia mano, tenía hambre.
Pudo retomar su camino a la cocina cargando con la otra mano la bolsa apestosa para lanzarla afuera por la ventana más cercana a la entrada y evitar trabajo extra, no tenía dónde dejar al bebé así que a regañadientes lo mantuvo bien sujeto con su brazo izquierdo para tomarse un momento en que pudiera pensar que preparar, al final la pereza y sus sándwiches de huevo con tomate ganaron la contienda gastronómica mental. La fortuna de ser perfectamente útil con sus dos manos le trajo facilidad para su tardea y no tardó mucho en tener tanto su comida como la del pequeño listas en cuestión de minutos, así que llevó los platos uno por uno y al sentarse colocó un cojín sacado del sofá sobre su pierna derecha para apoyar sobre este al ruso pues pensando un poco llegó a la conclusión de que podía apoyarlo en el interior de su brazo mientras la misma mano le sujetaba el biberón y así el tendría la otra libre para comer a gusto.
Y realmente funcionó, había pasado la primera noche, el primer cambio de pañal y la primera comida matutina con éxito así que tal vez si podría sobrevivir a lo demás ¿No?
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Dad in Training! (URSS & Rusia)
Fanfiction¿Qué si estaba en sus planes?, claro que no, joder. ♡ -¿Qué rayos esperas que me haga yo con un bebé, te haz vuelto loco? . -¿Porqué no te duermes?, me quiero morir, son las 3 a.m. . -¡No no, no toques eso, Rusia malo! . -Si te sientas en esa esquin...