Двенадцать / 12

1.6K 187 51
                                    

URSS levantó lentamente su mano con algo de desconfianza y duda, sin apartar su mirada directamente de los ojos contrarios hasta que sus manos finalmente se tocaron y sintió una extraña corriente leve recorrer su espalda cuando el otro sonrió, aunque no duró mucho pues el castaño menor tomó de sorpresa uno de los dedos del de esvástica y este dio un ligero brinco alejándose, cosa que provocó una carcajada ronca del más alto.

-..Es casi hora de almorzar, serviré la comida. -Informó levantándose en lo que el otro se enderezaba volviendo a su postura correcta, dejó de reír pero también le hacía gracia la diferencia de alturas.. era un alemán enano-.

El de suéter canela no dijo nada pero apenas el otro se dio vuelta para caminar a la cocina, con una mueca de fastidio se limpió la mano en el pantalón a pesar de tener guantes.. no le gustaban los niños, ni siquiera los de su territorio y menos un mocoso comunista lleno de baba. Pero no tenía de otra más que seguir actuando como un sumiso de mierda con sonrisas tiernas para conseguir sus objetivos, los había planeado por mucho tiempo como para perder la oportunidad de tener al imbécil más grande del mundo comiendo de su palma con discursos baratos de amistad en tiempos de paz, haría lo que fuera necesario para cumplir la promesa que le hizo a su familia.

•   •   •

....Debía admitir contra su voluntad que la comida estaba malditamente buena a pesar que intentara no consumir mucha carne por sus principios morales, pero simplemente no podía dejar de comer ese condenado guiso ruso. Además de que el idiota de hoz y martillo le había servido una pequeña copa de licor de cereza que también estaba muy buena pero intentó no beber mucho luego de notar que el contrario se sirvió solo un vaso con agua, debía mantener la compostura y la guardia en alto frente a ese maldito poste comunista.

-Eh.. hay mucho blanco por aquí, ¿Siempre es.. así de frío?.. -Reich maquilló su tono de irritación por uno suave, colocando su diestra frente a su boca para cubrirla parcialmente pues estaban comiendo y además sabía que le daba un toque de delicadeza-.

-Es otoño así que el clima está algo bajo, en verano y primavera sale más el sol pero conservando el viento frío, para invierno la temperatura va por debajo de los cuarenta grados o menos -El soviético le respondió sin apartar la vista de su bebé que se aferraba al biberón que le estaba dando, intentaba disimular la incomodidad creciente en su pecho a causa de la leche que no había podido sacar durante esa hora que comenzaba a acumularse causándole sensibilidad- Pero ya todos estamos acostumbrados así que seguimos nuestros planes en esos casos.

-Vaya, espero que las flores puedan resistir tanto frío.. -Si claro, "Flores", gruñó el rubio internamente maldiciendo a esa pocilga que no era más que un cubo de hielo pero sin embargo la necesitaba para completar su plan del Lebensraum y sus soldados no estaban acostumbrados a tales temperaturas infernales-.

-Si son de esta región la escarcha las protege, pero las rosas se marchitan rápido.. -URSS dirigió su mirada de soslayo al de esmeraldas que pareció tensarse unos segundos antes de disimular volviendo a comer, era malditamente raro con ese comportamiento como de mujer sumisa-.

Varios rasguños en la puerta interrumpieron al europeo cuando intentó decir otra cosa buscando la manera de conseguir información importante de manera sutil, el de orbes hielo suspiró y soltó un silbido que silenció el tétrico sonido antes de levantarse murmurando una disculpa para el otro que estaba alerta pero curioso de la situación. El castaño caminó hasta la puerta principal y la abrió permitiendo que al instante entrada una manada de perros, aunque soltó un grito llamándolos cuando notó que los primeros en entrar a la casa se habían abalanzado sobre el germano que cayó al suelo inmediatamente bajo un grupo de caninos enormes de un pelaje abundante cubierto de nieve que comenzaba a derretirse por la calidez de las chimeneas encendidas.

Debido a que tenía a Rusia en brazos no podía acercarse a alejarlos con sus manos así que con su diestra le dio una fuerte palmada a la pared cercana cuyo sonido hizo que los Pastores del Cáucaso retrocedieran ante la advertencia, dejando frente a ellos al del esvástica que se sentó parpadeando segundos antes de soltar una carcajada larga y animada ignorando que su ropa estaba removida y parcialmente humedecida por la nieve, a él solo le importaron los enormes cazadores de la propiedad y olvidó todo lo demás actuando de manera infantil. Su cabello estaba despeinado y este soltaba un ligero aroma a manzanilla muy agradable que fue el responsable de atraer a los perros que seguían olfateándolo mientras movían su cola, también sentían el aroma de otro can en el desconocido.

Dritte Reich tenía unos filosos colmillos capaces de desgarrar carne, pero se veían tan inofensivos cuando sonreía de verdad, con las comisuras de sus labios elevándose dejando a la vista pequeños hoyuelos en sus mejillas ligeramente rosadas, el ruso mayor respiró profundamente llenando sin querer sus sentidos con las esencia ajena que lo hizo sentir extrañamente relajado hasta que algunos ladridos lo devolvieron a la tierra pues los diez perros esperaban ser alimentados. A lo que el más bajo se levantó inmediatamente como pudo sintiéndose como un tonto, había bajado su guardia hasta el punto de acabar en el suelo riendo como un niño cualquiera y ahora su ropa estaba toda mojada y con olor a perro, su rostro estaba hecho una mueca de incomodidad y por primera vez en ese mes de engaños no sabía qué decir para recuperar su orgullo.

-Lamento eso. Eh.. puedes asearte en la primera habitación de la izquierda.. -Decidió hablar el de gabardina café señalando la escalera tras recordar que el aludido traía una pequeña maleta de viaje que seguro contenía algo de ropa extra, de no ser así.. mierda-.

Dad in Training! (URSS & Rusia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora