Dritte se quedó dormido en brazos del carmesí apenas salió de la tina rodeado con otra toalla alrededor de su cadera, se sentía más relajado por no sentir el extremo dolor en el pecho y por lo que podría considerar como caricias cuando su torso estaba siendo limpiado con cuidado. Fue dejado en la cama y arropado con las mantas para cubrir su cuerpo en lo que el mayor le buscaba algo de ropa que prestarle pues había llegado sin absolutamente nada para él o siquiera para el bebé pero en ello no había problema pues conservaban todas las cosas de Rusia en cajas bien cerradas.
Agradeciendo que el de ojos lavanda ya era un niño grande pudo quedarse a dormir en la pequeña cama de la habitación de este en donde dormía el niño alemán para así vigilarlo y no perder tiempo si necesitaba algún cambio de pañal o comer un poco más, por suerte la noche pasó tranquila y pudo descansar hasta la mañana. Antes de que Rusia despertara fue a su oficina a llamar avisando que ese día estaría fuera de línea por asuntos importantes y volvió a la habitación para alimentar al rubiecito y ponerle un enterizo blanco para así llevarlo hasta su propia habitación y sentarse al borde de la cama.
—Rus ya es hora de levantarse, papá te tiene una sorpresa.. –Llamó en tono bajo acariciando el cabello de su hijo que comenzó a removerse haciéndose ovillo y luego bostezando para abrir los ojos entre parpadeos soñolientos—.
—¿Papi? –Dijo finalmente cuando su mirada enfocó al mencionado y a lo que tenía en brazos, ¿Porqué había un bebé ahí?—.
—Siéntate Rus, tengo que hablar contigo porque ya eres un niño grande –El carmesí miró a su pequeño y asintieron mutuamente una vez estuvo acomodado con la espalda apoyada en las almohadas– Tenemos un par de visitas indefinidas en casa, así que quiero que seas el buen niño que eres y te portes bien para que el bebé este tranquilo igual que su papá.
—¿Quién?.. –Preguntó con obvia curiosidad mientras miraba al de ojos celeste que se babeaba la mano distraído mirando alguna cosa de la habitación que llamase su atención—.
—Te diré luego, ahora vamos a bajar a desayunar, andando –Le sonrió y esperó a que baja de la cama para tomar su mano y bajar juntos las escaleras como siempre hacían, lo dejó en el sofá con la televisión encendida y se dispuso a preparar avena con leche y frutas para todos, así no habría excusa para que el fascista se la comiera pues necesitaba recobrar fuerzas—.
. . .
Para cuándo Reich despertó se sentía menos agotado físicamente y se sentó despacio en la cama notando que únicamente lo cubría una toalla pero que había ropa doblada al final de la cama, así que tomó el gran suéter color vino y los pantalones de franela tibia junto a ropa interior que recordaba haber olvidado en la lavandería, se vistió y bajó las escaleras algo incómodo del ligero rebote que hacía su pecho que se veía nuevamente relleno pero obviamente menos que hace unas horas. El delicioso aroma a comida le abrió el apetito y caminó directamente a la cocina encontrando al soviético pelando unas manzanas con el tricolor en su brazo izquierdo teniendo un chupón en la boca.
—Ya no llora –Musitó atrayendo la atención contraria y antes de obtener respuesta recibió una taza con jugo de naranja que bebió inmediatamente debido a que también moría de sed—.
—No lo habías alimentado ayer y por eso lloraba tanto, pero ahora tiene el estómago lleno y está bien cambiado –Urss dejó lo que hacía para recibir la taza dejándola en la encimera y acercar más al bebé hacia quién lo trajo– ¿Quieres volver a cargarlo?
—...Me da miedo que se caiga –El escarlata lo miró con algo de nervios por lo pequeño que esa y ni mencionar lo delicado que se sentía—.
—Lo cargaste seis horas en tren teniendo fiebre, no seas pesimista –Viró los ojos tomando los brazos contrarios para dejar al niño en ellos pero con la precaución de dejar los suyos abajo en caso de tener que volver a sostenerlo, quedando apegado al de esvástica que miraba dudoso al de piel amarilla—.
—.....¿Y tu llorón?.. –Al notar la ausencia del niño con acento raro preguntó por instinto recordando un poco de su lloriqueo de hace una semana—.
—Rus fue con los perros a recoger fresas, no debe tardar en regresar así que quita esa cara de desahucio que solo eres padre ahora –El castaño se burló un poco del contrario tratando así de animarlo y pareció funcionar en parte porque lo vió torcer los labios y ladear la cabeza ligeramente hacia la izquierda como solía hacer– Siéntate a la mesa, más te vale que te comas todo lo que te sirva.
Realmente tenía hambre así que el europeo asintió obedeciendo sin rechistar y minutos después parpadeó sorprendido de ver un plato con avena, frutas picadas, otro vaso con jugo de naranja y otro cuenco con granola espolvoreada con canela y algo de miel.
—Necesitas consumir cosas determinadas para producir buena leche para este niño, ya te dije que no quiero ninguna queja así que comienza a comer ya. –Fue señalando cada plato mientras hablaba y de sentó literalmente junto al otro para asegurarse de que dejara los platos vacíos sin trucos– Después del almuerzo te voy a enseñar cómo amamantar y cómo extraer la leche sobrante para que no vuelvas a llegar hasta ese estado.
—...Se supone que eso lo hacen las mujeres. –El de suéter rojizo se encogió en la silla y comenzó comiendo la granola ya que quería algo necesariamente dulce para ese momento malditamente incómodo—.
—Piensas eso porque tu madre lo fue, pero en cambio cuando alguien de nuestra raza recibe a uno nuevo en su territorio no importa si es hombre o mujer, comienza a producir leche con los nutrientes necesarios para mantener saludable al otro incluso si no fue producto de concepción. –Soviet bufó un poco y el dio un sorbo a su té de melocotón a la par en que oía la puerta del patio abrirse seguida se pisadas de perros y otras más pequeñas—.
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Dad in Training! (URSS & Rusia)
Fanfiction¿Qué si estaba en sus planes?, claro que no, joder. ♡ -¿Qué rayos esperas que me haga yo con un bebé, te haz vuelto loco? . -¿Porqué no te duermes?, me quiero morir, son las 3 a.m. . -¡No no, no toques eso, Rusia malo! . -Si te sientas en esa esquin...