Dad in Training! (URSS & Rusia)

Двадцать шесть / 26

Un peso subiendo a la cama lo hizo salir de su ensoñación.. comenzando a pensar en qué carajo hacía en una cama, se levantó de golpe mirando a su alrededor y no conocía nada, pero un gran lengüetazo a su rostro lo distrajo haciéndolo alejarse con disgusto de la pastora del Cáucaso.

-Oye Rus, ¿En dónde está Dasha? -El carmesí miró a su hijo luego de contar a los perros de la propiedad acostados en la sala, pero le faltaba una de las hembras más jóvenes-.

-No sé, papi.. -Respondió este mientras remojaba sus galletitas de nuez en la leche tibia de su plato para ello, así se ablandaban y no lastimaban sus encías delicadas por sus dientecitos aún saliendo-.

-Argh, sabber mich schon bitte! -Gritó el de esvástica desde el pasillo de habitaciones intentando bajar la escalera mientras que la peluda pastora continuaba queriendo lamerlo por diversión y cariño-Du verdammter Komm..!

(¡Argh, ya no me babees por favor! / ¡Tú, comunista de mier..)

Pronto palideció cuando vio al pequeño bicolor beber leche de un vasito, los recuerdos de la madrugada casi lo hacen chillar intentando olvidar aquello y al frotarse el rostro para quitar la imagen mental acabó resbalando en la escalera, golpeándose con los escalones hasta acabar en el suelo viendo cada ves más oscuro hasta que se desmayó oyendo de fondo el llanto de Rusia asustado.

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Un gemido adolorido se escapó de sus labios cuando comenzó a removerse entre sábanas, le dolía un poco respirar y sentía la boca hinchada, le tomó un rato recordar lo que le había pasado hasta que oyó la puerta cercana abrirse pero no tenía mucha fuerza como para querer moverse así que solo se mantuvo quieto con los ojos cerrados.

-Por lo menos se ve menos violeta.. -Dijo para si mismo el castaño colocando un pequeño cuenco de crema natural sobre la mesa de noche para así poder tomar con su mano izquierda el rostro del germano y aplicarle con cuidado la mezcla de plantas-.

Sus dedos toscos pasaron despacio sobre la frente y nariz ajenas frotando en círculos para que la crema se esparciera bien, pasando luego a sus labios en los que se perdió observando un momento lo ligeramente resecos que eran. El de esmeraldas hablaba mucho pero lo veía beber poca agua para hidratarlos, a lo que su diestra actuó sola colocando la mezcla sobre estos como si fuese un bálsamo labial y se inclinó para oler su aroma tenue a manzanilla que aumentaba un poco cada vez que lo tocaba.

-Lass.. deine kommunistischen Hände von mir.. -Dritte en tono bajo habló entre dientes mostrándolos un poco con amenaza para que el otro dejase de tocarle la boca porque le producía una sensación muy extraña-.

(Quítame.. tus manos comunistas de encima..)

-Así que ya estás despierto -Alzó las cejas el soviético con algo de gracia puesto a que lo primero que hizo, tal como pensó antes, fue soltar un comentario ofensivo contra él en alusión a su modo político-.

-Dein Haus hat versucht mich zu töten.. -El europeo gruñó otra vez, seguro debió verse patético cayendo como un imbécil por la escalera y no se podía permitir regresar a casa con el rostro golpeado como un cualquiera-.

(Tu casa intentó matarme..)

-No, tú solo te tropezaste y rodaste como una bola de nieve -URSS dejó el cuenco con crema a un lado y limpió sus dedos con la servilleta de tela que había llevado también para esa misma finalidad- Asustaste a mi hijo y manchaste mi alfombra con la sangre de tu grosera boca.

-Argh, fass mich nicht an.. es tut weh.. -Se removió el de esvástica cuando la mano ajena aplastó un poco sus labios para molestarlo y eso le causó un dolor agudo en estos, no le gustaba para nada sentirse desprotegido y menos ante un idiota como ese que era uno de sus enemigos principales-.

(Argh no me toques.. me duele..)

-Supongo que se te pasará con algo de tarta y leche fría -El de ojos hielo los viró disponiéndose a levantarse en busca de lo dicho, por suerte el pequeño se había dormido en su habitación luego de ayudar a limpiarle la sangre del rostro al foráneo para asegurarse de que estaba bien-.

-Nein, nicht.. keine Milch! -Las manos del fascista se levantaron por reflejo para colocarse contra el pecho del mayor, intentando mantener la distancia y ejerciendo presión para que retrocediera-.

(¡No, nada.. nada de leche!)

-Qué te pasa, ¿Porqué rayos me estás tocando?, quita tu mano de ahí -Jadeó el eslavo alejándose algo incómodo, el maldito enano le había tocado los pectorales y con eso sintió cómo su camisa oscura se humedecía un poco pues obviamente con esa acción la maldita leche que aún le quedaba salía a joder-.

-Glaub nicht, ich hätte dich letzte Nacht nicht gesehen, du Perverser, du gibst dem Balg das Ding, das aus deinem Körper kommt, als wärst du eine Frau! -Reich volvió a chillar dándole un manotazo queriendo levantarse de la cama para echarlo de la habitación, en lo poco que había visto reconoció rápido que era la misma que había usado antes-.

(¡No creas que no te vi anoche, pervertido, le das al mocoso esa cosa que sale de tu cuerpo como si fueras una mujer!)

-No grites así, imbécil, Rusia está durmiendo -De manera instintiva la diestra del más alto empujó de vuelta contra la cama al rubio obligándolo a quedarse quieto mientras que con el resto de su cuerpo impedía que lo patease o le diese en el pecho- Pues no pareció molestarte esa vez en que te tragaste la tarta de cerezas y te bebiste la botella de etiqueta azul que era para mi hijo.

-Das.. das war..? -El de esmeraldas sudó frío recordando en una fracción de segundo ese momento de hace casi un año, su cuerpo no sabía si palidecer o enrojecer aún más por ello, si tuviese una ventana cerca y movilidad libre.. seguro saltaría por ella-.

(¿Esa.. esa era..)

-La acabaste toda y encima te relamiste, ¿Acaso tanto te gustó, eh enano alemán? -La mano del ruso mayor apretó un poco más el cuello ajeno, dejándose llevar por la extraña emoción que le provocaba estar sobre él teniéndolo indefenso casi a su merced-.