Tras pasar una hora sacando leche de ambos pectorales aún algo abultados y notorios, el de esvástica bajó a la sala donde se acostó en el sofá y acabó durmiendo abrazado por el rusito diciendo que iba a ser su doctor.
Con la casa tranquila el más alto decidió darse el tiempo avanzar un poco de su papeleo en la mesa del comedor mientras horneaba una tarta de chocolate con nueces, al terminar de hacer ambas cosas se sentó en el espacio libre del sofá grande a ver la televisión con el volumen bajo para no incomodar a los dos que dormían acurrucados aunque eventualmente terminó acariciando el cabello de ambos notando cómo sus expresiones se relajaban ante el estímulo de tranquilidad.
Así pasó el resto de la tarde hasta que poco antes de la hora de cena un ligero llanto llegó desde la habitación de Rusia donde dormía el otro bebé, cuando el de suéter oscuro iba a levantarse Dritte se removió soñoliento algo desorientado y balbuceando sobre Alemania.
—Shh... Yo me encargo de él, sigue durmiendo un rato más –Viendo lo cansado que seguía acarició un poco su espalda y volvió a arroparlo con la manta antes de subir las escaleras—.
Una vez allí se acercó a la cuna y alzó al tricolor con cuidado soltando una risa baja mientras negaba un poco al notar cuál era el problema, así que lo puso sobre el cambiador y se dispuso a tomar un pañal nuevo junto a talco y bálsamo para evitar alguna irritación en su piel delicada, teniendo tanta experiencia no le tomó más de tres minutos y con eso el rubio menor se calmó totalmente.
—Mira que bonitos ojos tienes, se ven mejor sin lágrimas en ellos –Acunando al menor movió un poco los brazos hacia los lados causando que este soltara una pequeña risita llevándose sus manitos a la boca para chupetearlas– ¿Hambre ya?, igualito que Rusia.
Sin salir de la habitación tomó con una mano la botella que había dejado el de afilados dientes y llenó un biberón al tiempo para alimentar al de gemas celestes que con gusto comenzó a comer, a lo que decidió bajar las escaleras para iniciar ya a calentar la cena para cuando se despertara el otro menor, aunque al llegar a la sala se topó con que Reich estaba sentado en el sofá envuelto en parte de la manta.
—¿Él está bien?.. –Preguntó de inmediato en tono bajo al levantar la mirada hacia el más alto—.
—Solo requería un cambio de pañal –Urss alzó los hombros restándole importancia y aprovechando que este ya estaba despierto le dejó al bebé en brazos tomando su diestra para que sostuviera el biberón a la misma altura que él– Mantenlo inclinado así para que no se vaya a comer el aire, eso les da gases y cólicos.
Al recibir un asentimiento dudoso se encaminó a la cocina y sacó lo necesario para ir calentando la comida mientras colocaba las cosas necesarias en la mesa, ciertamente tener otro bebé en casa le causaba nostalgia sobre todo lo que aprendió por si mismo cuidando de Rusia. Pero en cierta parte estaba feliz de cuidar al pequeño alemán y acabar con los tabúes del de esmeraldas quien estaba sorprendentemente calmado aún tal vez por el cambio hormonal o el shock pasado, pero realmente no se quejaba al respecto.
Al tener la mesa lista fue a despertar a su hijo con palabras suaves y lo cargó hasta su silla donde lo acomodó para que comenzara a comer seguido de Reich quién intentaba pensar en cómo hacerlo también teniendo al bebé en brazos, por lo que el de ojos hielo tomó la manta de Rusia que era pequeña, la usó para pasarla por sobre el hombro izquierdo y bajo el brazo derecho así atándola en la espalda y que el tricolor quedase asegurado permitiéndoles a su cuidador tener ambas manos libres.
—..Danke... –Este bajó ligeramente la cabeza y luego concentró su atención en comer pues tenía bastante apetito por lo de la lactancia, no se imaginaba cuánto pudo haber comido el Soviético debido a su gran tamaño y a que podía llenar una botella entera de leche—.
Rato después cuando ya estaba por terminar lo de su plato una taza se deslizó con cuidado frente a él haciéndolo levantar la mirada hacia el mayor.
—El té de castañas y canela es bueno para generar generar más leche –Explicó el castaño señalado que también tenía una taza junto a él a la que ya le había dado algunos sorbos antes—.
Ya sin decir nada o asentir el de piel escarlata levantó la taza y le dio un sorbo pequeño si sintiendo la tibieza del líquido bajar por su garganta dejando una sensación confortante, realmente... el eslavo estaba siendo muy atento desde que se apareció de la nada en la puerta ayer, aunque también recordaba las veces en que le había robado besos o cuando lo ayudó a drenar toda la leche que lo estaba torturando además de ducharlo y eso hizo sus mejillas enrojecer mientras intentaba no apartar la mirada de la mesa.
• • •
El carmesí se había encargado de acostar a ambos niños por lo que estaba solo en la sala arropado por la manta viendo la televisión aunque sin ponerle mucha atención a lo que hablaban al tener los ojos entre cerrados por pereza, oyendo luego como algo pesado bajaba la escalera con lentitud.
—Si ya tienes sueño puedes subir a tu habitación, Alemania está bien dormido y cualquier cosa me haré cargo yo –Habló sentándose en el mismo sofá donde el europeo estaba abrazando sus rodillas envuelto hasta sobre los hombros—.
—..Me da pereza moverme, hace algo de frío durante la noche –El sajón se encogió en su su sitio pero al estar apoyado sobre sus pies en una superficie afelpada acabó por tambalearse y gracias a la gravedad acabó cayendo del lado donde estaba el más alto, golpeándose ligeramente la cabeza contra el pecho de este soltando un quejido bajo—.
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Dad in Training! (URSS & Rusia)
Fanfic¿Qué si estaba en sus planes?, claro que no, joder. ♡ -¿Qué rayos esperas que me haga yo con un bebé, te haz vuelto loco? . -¿Porqué no te duermes?, me quiero morir, son las 3 a.m. . -¡No no, no toques eso, Rusia malo! . -Si te sientas en esa esquin...