Moverse en el sofá le fue algo incómodo al de esvástica, tenía una extraña sensación de incomodidad que lo forzó a abrir los ojos de mala gana encontrándose que también tenía al niño acostado rodeándole el brazo como si fuese una almohada, pero lo ignoró y retiró su brazo con cuidado para que no se le adormeciera más pero no dejaba de sentirse raro así que se levantó para ir a la cocina a saquear otra vez ya que tenía hambre, probablemente la hora de almorzar estaba muy cerca.
—¿Vas a preparar el almuerzo o solo quieres comer lo que te interesa?.. –La voz de Urss hizo que el foráneo diese un pequeño salto del susto a la par en que se enderesaba para girar a verlo– Si tienes algo en mente puedo ayudarte.
—Scheiße, du verdammter Kommunist, der als Geist erscheint –Jadeó el rubio llevándose una mano al pecho con algo de fuerza pero acabó por quejarse– Como sea, tengo hambre, has más carne.
(Mierda, maldito comunista que aparece como un fantasma)
—Un "Por favor" no va a matarte o a hacer que de te caiga la lengua. –Teniéndolo otra vez contra la encimera, el de ojos hielo usó su mano izquierda para hacerlo sentir acorralado, cosa que otra vez pareció funcionar puesto a que el contrario se encogió aún sin apartarle la vista– Dilo y te serviré una mejor porción.
—Como anfitrión deberías atender a tus invitados –El índice del escarlata señaló ese arriba a abajo al más alto acusándolo de querer obligarlo a cocinar algo—.
—Yo no te invité, te apareciste de la nada en mi jardín –Arqueó la ceja mirándolo fijamente, se veía algo pequeño estando en medio aún así portándose como un malcriado—.
—Ese no es el punto, ¡Aliméntame! –Reich levantó un poco la voz y le golpeó el centro del pecho con el mismo dedo un par de veces hasta que las grandes manos ajenas lo tomaron por sorpresa sujetando ambos lados de su rostro para estamparle un beso intenso de cortos segundos– ¡Maldita sea, deja de besarme maldito loco!
—..Entonces deja de gritar como un caprichoso –La voz del eslavo salió ligeramente ronca estando aún encorvado para apegarse al rubio, realmente no podía evitar la necesidad de acorralarlo en cualquier lugar para probar sus groseros labios—.
—Solo.. haz la comida y déjate de estupideces. –Con las mejillas rojas el menor se hizo a un lado y volvió a la sala a cambiar de canales para intentar maquillar sus nervios—.
El de hoz y martillo suspiró negando un poco con la cabeza y optó por ponerse a lavar las patatas sus había sacado del cobertizo donde las almacenaba junto con la comida cruda, un puré con carne marinada estaría bien para esa tarde.
• • •
Terminando de doblar su última prenda limpia volvió a mirarse el rostro para comprobar que ya los moratones que tenía por la caída se habían esfumado decentemente, al confirmarlo le asintió a su reflejo sabiendo que ya era tiempo de volver a su territorio luego del imprevisto, por suerte sus labores ya las había delegado a humanos capaces de no joder su progreso.
Como ya había terminado el almuerzo Rusia jugaba con sus bloques de madera tallada y con un par de los perros de la propiedad que habían entrado a socializar, aunque al ver al alemán con su maleta sus ojos se llenaron instantáneamente de lágrimas sabiendo a qué se debía.
—Kuchen... –Inmediatamente la voz acuosa del niño llamó la atención tanto del aludido como de su padre que estaba acomodando unas cosas en la alacena haciéndolo girar preocupado—.
—..Tengo cosas que hacer en casa, también tengo un trabajo y labores con mi gente –Reich no era bueno tratando con niños, ni siquiera con otros adultos, así que le resultaba difícil no sentirse incómodo con el niño que estaba por llorar frente a él—.
—No te vayas.. –Ahora la voz quebrada del castañito le rompió el corazón a su padre mientras que este se levantaba para abrazar las piernas del de ojos esmeralda—.
—..............Hay más niños que me necesitan –Fue lo único que se le ocurrió al germano además de tomar en brazos al bicolor que por reflejo se aferró a su pecho escondiendo su carita con lágrimas en su hombro, se sentía tan extraño tener que consolar a alguien—.
Pero el llanto silencioso con algunos sollozos no se detuvo hasta que el de gabardina intervino para tomar a su hijo en un abrazo frotando su espalda para que se calmara, estaba algo disgustado por el hecho de que el otro no avisó antes de simplemente aparecerse con su maleta.
—Ya Rus, tienes que ser un buen niño y despedirte como haces con tus tías.. –El mayor bufó meciendo un poco a su bebé tratando de distraerlo pues verlo llorar era como sentir que le clavaban una estaca de metal hirviente—.
—...Wir sehen uns später, Hauptmann. –Dritte se inclinó a darle un par de palmadas ligeras en la cabeza con su mano libre y luego por ligero impulso se quitó su sombrero del uniforme que solía usar por separado para así dejárselo puesto antes de dirigirse hasta la entrada—.
(...Nos veremos luego, capitán.)
Al de mirada lavanda solo le quedó hacer un puchero y agitar su manito izquierda como despedida mientras que la otra sostenía el sombrero negro que le quedaba grande, casualmente era el mismo que quiso alcanzar la primera vez que se topó de frente con el de esvástica en los juegos Olímpicos.
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Dad in Training! (URSS & Rusia)
Fanfiction¿Qué si estaba en sus planes?, claro que no, joder. ♡ -¿Qué rayos esperas que me haga yo con un bebé, te haz vuelto loco? . -¿Porqué no te duermes?, me quiero morir, son las 3 a.m. . -¡No no, no toques eso, Rusia malo! . -Si te sientas en esa esquin...