Двадцать три / 23

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Junio 12, 1937.

Hoy el pequeño Rusia cumplía un año, desde tiempo atrás la gente ya era consiente de su existencia por lo que en la mañana tuvieron que ir al centro de Moscú pues Stalin había ordenado que debían tomarle un foto en la Plaza Roja para conmemorar su primer año de vida.

Por suerte ya estaban casa así que tranquilamente preparaban una tarta de fresas con crema por el día especial aunque debido a algunos problemas en los territorios los otros eslavos no podrían venir hasta la siguiente semana pero estarían bien solo ellos dos para pasar el apacible día de verano tranquilos en alguna actividad interesante, como el avión que había ordenado traer más tarde un Polikarpov Po-2 de los que había estado viendo siempre el menor por su ventana, los biplanos que hacían vigilancia sobre el bosque buscando alguna anomalía de manera rutinaria.

-¿De qué color son las fresas, Rus? -Preguntó otra cosa el de ojos hielo para entretener al bicolor, estaba cortando la fruta mencionada así que servía como práctica ya que debía extender su vocabulario completamente antes de los cinco años para que pudiese aprender otro idioma-.

-Dojo -Rusia sonrió comiéndose una fresa, su voz infantil era tan delicada y tierna que hasta a los generales más temerarios les causaba una sonrisa con solo oírlo-.

-....Bueno, si te acercaste mucho, está bien -No pudo evitar soltar una risa baja y despeinarlo un poco, momentos después la puerta fue tocada por lo que tomó al menor en brazos y se dirigió a la entrada con algo de extrañeza pues no esperaba a nadie-.

Abrió esta con la confianza de no haber oído a sus perros ladrar y se topo con uno de sus soldados de la propiedad que traía una carta, agradeció tomándola y luego cerró la puerta mientras leía el remitente, Mitte, Berlín - Tercer Reich Alemán. Ya con más interés se sentó en el sofá dejando a su hijo jugar en la alfombra para tener las manos libres y abrir el sobre de papel rojo, sacó la hoja que contenía y colocó más atención en el idioma ajeno para traducir.

Während meines letzten Besuchs in Rumänien hörte ich im lokalen Radio, dass diese Woche eine Feier zum Geburtstag Ihres Nachkommens stattfinden wird. Ich fürchte, dass ich trotz meines Interesses an der Stärkung der Beziehungen zu nahe gelegenen Nationen nicht in der Lage sein werde, an der Präsentation teilzunehmen meine guten Wünsche, wie es sollte. Ich wünsche ihm jedoch Wohlstand und Gesundheit.

Atte: Drittes Reich.

(Durante mi más reciente visita a Rumania oí por la radio local que esta semana se llevará a cabo una celebración por el año cumplido de tu descendiente, me temo que a pesar de mi interés en afianzar lazos con las naciones cercanas no podré asistir a presentar mis buenos deseos como es debido. Sin embargo, espero prosperidad y salud para él.)

-....¿Porqué suena a que realmente no lo escribió él? -El de hoz y martillo alzó las cejas con ligera diversión, apenas conocía a ese demente y mostró tener dos caras completamente distintas por lo que era todo un enigma-.

Dejó la carta a un lado y volvió a la preparación de la tarta de fresas con tranquilidad mientras pensaba en la sorpresa de su pequeño, pues además de eso también le había comprado un gorro de aviador con gafas y algunos juguetes que podrían gustarle. 

•   •   •

-¿Papi?.. ¡Papi!, ¡Papi! -El menor comenzó a chillar con emoción cuando salieron al jardín y vio el biplano con gran sorpresa, a lo que el mencionado lo acercó para dejarlo en el asiento obviamente con el motor apagado-.

-¿Estás feliz Rus?, papá te va a enseñar a pilotarlo cuando seas un niño más grande -Con una sonrisa el carmesí le colocó el típico gorro de aviador junto con unas gafas de cristal todo a su medida, lo hacía feliz ver a su pequeño estarlo-.

-Ich dachte, die Dinger seien gefährlich für Kinder, wenn ich gewusst hätte, dass du so nachlässig bist, hätte ich ihm einen Panzer als Geschenk mitgebracht. -La voz del europeo se coló a la conversación familiar con algo de sarcasmo natural, llevaba una gabardina ligera y una caja envuelta de rojo en las manos con una expresión neutral pero con las cejas alzadas-.

(Creí que esas cosas eran peligrosas para los niños, de haber sabido que eras tan negligente le hubiese traído un tanque de regalo.)

-..¿Cómo entraste? -Levantó la mirada con confusión el soviético reparando en la tercera presencia en su propiedad mientras los enormes perros iban llegando de todos lados moviendo la cola ante el conocido-.

-Nun, durch die Tür wie gebildete Leute -Dritte alzó los hombros restándole importancia, técnicamente si lo hizo pero a su propia manera para no tener que tratar con esos malditos humanos comunistas-.

(Pues por la puerta como las personas con educación)

-¡Kuchen!, ¡Kuchen vinite'! -Rusia estiró sus bracitos al de esvástica, no lo había visto en mucho tiempo pero se acordaba perfectamente de él debido a que aún solía verlo en la televisión rodeado de mucha gente de trajes oscuros-.

-Oh, mira, ya habla el mocoso.. -Parpadeó con sorpresa disimulada, la verdad ni siquiera sabía en lo mínimo sobre niños ya fuesen humanos o de su raza, de hecho era el primero del que había estado tan cerca pues le desagradaban los niños escandalosos que tenían los humanos de su gobierno-.

-Tiene un año, claro que lo hace.. hasta donde puede -El de ojos hielo los viró tomando en brazos a su hijo para dejarlo sobre el césped a lo que este no perdió ni un segundo en correr hacia el rubio-.

-Como sea, niño te traje esto, si no te gusta me lo quedo yo. -Antes de que el pequeño bicolor se acercara para abrazarle las piernas se inclinó colocando el regalo como barrera así logrando distraer su atención a la caja con cinta de lazo-.

-¡Ga'cias, ga'cias! -Sonrió ampliamente el niño sentándose ahí mismo a abrir la caja, descubriendo que tenía un hermoso tren con detalles metálicos de rojo y negro aunque como la mayoría de las cosas en territorio alemán, este tenía una esvástica pero él era demasiado inocente y aún no comenzaba la década del terror-.

-Vaya, está más educado que tú -Mirando de soslayo al más alto Reich soltó con clara burla, cruzó sus brazos sobre su pecho y observó al pequeño ruso durante un rato, extrañamente se le hacía igual de divertido verlo jugar-.

Dad in Training! (URSS & Rusia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora