Dad in Training! (URSS & Rusia)

Тридцать / 30

El de ojos lavanda parpadeó extrañado mirando al rubio que rígido seguía sentado en el sofá cual estatua, entonces decidió acercarse para darle un par de palmaditas en la rodilla derecha buscando volver a obtener su atención pues tenía hambre y no quería pasarse de su horario.

-¿No quieres.. mejor otra cosa? -Balbuceó Dritte encogiéndose con repelús pues la sola idea de tocar eso le daba escalofríos y parecía volver a sentir el sabor dulzón en su boca, sin duda jamás volvería a comer ningún lácteo sin antes asegurarse personalmente de que provino de una vaca real-.

-Papi me da deche y duego pu'dé de ca'dabaza.. -El menor negó ante las palabras ajenas, aunque luego pensó que tal vez el problema era de que el europeo no sabía dónde estaban las cosas ya que volvía luego de mucho tiempo, así que tomó su mano- Ven.

Logró así con un par de jalones suaves que este se levantara del sofá dejando al perro de lado, haciéndolo caminar muy encorvado pero distraído hasta la cocina en donde se detuvo frente al refrigerador.

-Ahí, deche y pu'dé -Levantó su mirada al de piel escarlata y le señaló que debía abrir, por suerte pasado un momento este lo hizo y pudo volver a señalarle un plato hondo con el puré y la botella de etiqueta azul-.

-Tengo que.. calentar esto, ¿No?.. -Reich lo miró de soslayo con el plato ya en sus manos, no se veía nada del otro mundo pero le temblaba la mano de sólo pensar en tomar la dichosa botella infernal-.

-¡Ahí, ahí! -Más animado por su cercana cena el niño chilló un poco dando saltitos para acercarse a la estufa en donde por suerte ya había una cacerola limpia que podían usar, igual y estaba emocionado por su charla- Kuchen, pime'do deche.

Al fascista se le volvió a ir el color por unos segundos, pero tragó en seco y se dijo mentalmente de que era un jodido militar así que no debía dejarse intimidar por cualquiera mierda bizarra como esa, entonces tomó la botella que cargaba el ruso y la destapó vertiendo una cantidad que consideró apropiada para un simple vaso. Pronto el aroma dulzón comenzó a llegar hasta su nariz y sintió escalofríos, por lo que se apresuró a bajar el fuego antes de servirla en la tasa que también le acercó el castaño junto a él, se alivió un poco cuando el aroma a calabaza reemplazó en anterior.. por suerte solo debía entibiar las cosas así que fue más fácil terminarlo rápido y dejarle la comida al niño sobre la barra.

-Dan..ke -Intentó pronunciar el eslavo mientras recordaba si se decía así o no, pero recibir un asentimiento ligero le bastó para saber que fue correcto, a lo que sonrió comenzando a cenar feliz-.

No hubo más intercambio de palabras mientras tanto, el más alto solo se dedicó a seguir acariciando a lo perros de los cuales cinco de ellos estaban a sus piernas buscando su atención.. eran perros enormes así que debía sostenerse de un lado de la mesa con su mano izquierda o terminaría en el suelo con todo y silla.

-Leck meine Hand nicht ab, sie werden mich voller Sabber zurücklassen -Dijo en tono bajo a los caninos que seguían moviendo sus colas, por otro lado el menor se divertía viéndolos mientras comía en silencio-.

(No me laman la mano, van a dejarme lleno de babas)

Para cuando este terminó su cena el germano ya tenía la mano limpia gracias a un par de servilletas de papel cercanas, entonces se bajó con cuidado de su silla para darle unas palmaditas suaves en la rodilla con las que obtuvo nuevamente su atención.

-Tengo sue'nio.. -Rusia frotó un poco sus ojitos y se abrazó a si mismo encogiéndose tal como un pollito, ya era un poco tarde y su papá seguía ocupado así una vez más iba a solicitar la asistencia del de esvástica-.

-Pff.... Bien, ¿Dónde duermes? -Virando los ojos el rubio se levantó sacudiendo un poco su ropa del pelo de perros, pero al levantar la mirada notó que el bicolor estaba estirando los brazos pidiendo que lo alzara- Verdammt.

(Maldición)

Luego de murmurar entre dientes acabó por hacerlo, en cuanto más pronto se durmiese el mocoso más pronto se lo libraría, así que una vez lo alzó en brazos caminó hacia la escalera moviendo esa molesta rejita que bloqueaba los primeros escalones y también el acceso al segundo nivel pero fue paciente y llegó hasta el pasillo ahora recibiendo un señalamiento del pequeño dedo ajeno hacia el final del pasillo.. justo frente a la oficina donde quiso meterse antes, la habitación del soviético.

Intentó no detenerse en seco y miró con recelo a ambos lados unos metros antes para asegurarse de que el desgraciado de ojos hielo no se apareciera otra vez, luego empujó un poco la puerta de la habitación que se encontraba entre abierta y por suerte vacía, aunque para ese punto el euroasiático ya había apoyado la cabeza en su hombro ya estaba dormitando bien acurrucado. Maldijo otra vez entre dientes y se quedó de pie junto a la cama donde iba bajarlo antes de darse cuenta, trató de pensar en cómo soltarlo sin que este se despertara y llorara.. sin duda los niños pequeños eran sumamente jodidos, no le quedó de otra más que mantenerlo en su brazos durante un rato más hasta que se aburrió de estar de pie como un imbécil y se sentó en el lado izquierdo de la cama perfectamente tendida a la que por fastidio revolvió las mantas con la diestra libre, ya cuando sintió que pasó el tiempo suficiente fue inclinándose hasta que el cuerpo ajeno quedó sobre la cama sin mucho problema y por algún motivo también lo cubrió con una de las mantas que había arrugado.

Lo dejó ahí ahora rodeado de perros y salió dejando la puerta junta para encaminarse a las escaleras volviendo al primer nivel, dejándose caer sobre el sofá hasta que un ligero trino llamó su atención haciéndole recordar al ave en la caja a menos de dos metros de él, así que se acercó para volver a curiosear ahora que estaba solo.