Сорок семь / 47

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Reich relamió sus labios saboreando la mermelada de pera que el eslavo le había dado a probar en una cucharilla, habiéndolo sentado antes en la encimera cerca a la estufa para de cierta forma hacerse compañía en silencio mientras el mayor se encargaba de caramelizar la fruta con más azúcar y algo de canela con la que luego acompañaría una bandeja de galletas de avena y una tetera con té de hierbas.

El rubio movió un poco sus pies descalzos en lo que el otro se ocupaba de no quemar la fruta, la cocina se había llenado de un olor rico y el clima calido lo hacía más ameno en adición a la vista del jardín bañado por el sol de la tarde, todo parecía como un Oasis en medio de todo el campo de batalla que se había hecho su vida desde hace años.... y se preguntó si realmente estaba bien, el disfrutar de cada caricia del ruso y todos esos besos que solo él le había robado.

—¿Esto.... está bien?.. –El murmullo del menor cortó el silencio atrayendo la atención ajena—.

—¿A qué te refieres? –URSS bajó el fuego para evitar arruinar la mermelada mientras hablaban—.

—A ti... y a mi, mm... Juntos.. –Sabía que las parejas se besaban y el contrario le había especificado lo que sentía por él, así que tal vez lo correcto era referirse al tema en conjunto—.

—¿Piensas que esto es algo malo? o ¿Te estoy incomodando?.. –El de ojos hielo se puso más derecho ahora apagando el fuego de la estufa con su mano izquierda para prestarle total atención al tema que pintaba serio—.

—....Me.. gusta, pero.... somos hombres.. –Se encogió el escarlata removiendo sus dedos nerviosos sobre sus piernas, sentía la mirada pensativa ajena sobre él y eso no cohibía de su usual comportamiento grosero, pero.. simplemente no tenía necesidad de portarse así en un lugar que sentía seguro—.

—Entonces... piensas que no podemos querernos solo por eso –El castaño suspiró al caer en cuenta, después de todo su casa era como una burbuja de privacidad hermética en la que nadie intervenida y acabó por olvidarlo– Incluso si me lo prohibieran, sé que simplemente no podría dejar de verte como lo hago ahora..

—Si mi gente se enterara.. seguramente me quitarían a Deutschland para encerrarme hasta que me cure.. –Reich apretó los labios imaginando lo horrible que sería que lo arrastraran a una celda o lo llevasen a algún campo para que le inyectasen cosas para tratar de devolverlo a sus estándares—.

—....... Entonces que sea nuestro secreto. –Soltó el eslavo por reflejo tomando las manos ajenas entre las suyas al ya estar frente al contrario que mantenía la mirada baja ahora observando sus manos juntas– Después de todo te sientes seguro amamantando aquí, ¿No?, nadie podrá ponerte un dedo encima ni hablar sobre ti sin importar lo que hagas dentro de mi propiedad..

Ante la proposición de ser protegido el menor sintió sus latidos aumentar... manifestándose en el impulso de estirar su cuello para dejarle un pequeño y corto beso en los labios, había visto a su madre hacerlo cuando agradecía algo a su padre, siendo más la necesidad demostrar lo mismo.

El carmesí lo tomó de ambas mejillas al aún tenerlo tan cerca, besándolo moviendo sus labios sobre los ajenos y dejándose hipnotizar por su aroma a manzanilla, sintiendo también cómo las manos del más bajo se apoyaban en sus hombros dándole pase a que continuara.

URSS se dejó llevar devorando los labios del de esvástica quien le seguía el ritmo lo mejor que podía, haciendo que lo sostuviera de los muslos aún sobre la encimera en la que no duró más tiempo pues lo alzó en peso caminando a ciegas hasta el sofá más cercano donde casi deja caer al rubio, por suerte el ligero impacto acolchado se lo llevaron sus rodillas y un poco de la espalda ajena. Ante el ligero mareo por el movimiento el foráneo abrió sus labios para jadear, estaba más concentrado en la caricias del más alto que ni notó que estaban en la sala pero tampoco puso más atención cuando los grandes brazos del ruso mayor lo rodearon para ahora besarle el cuello también respirándole contra este su aliento caliente.

Embriagados en sus aromas ambos daban rienda suelta a sus bocas y manos temblorosas acariciando al otro desencadenando jadeos ahogados, el de ojos hielo tomó la pierna izquierda del fascista y la llevó hasta su propia cintura buscando apegarse mientras sentía las manos más pequeñas apoyarse en los lados de su pecho, ambos tenían en mente únicamente la sensación adictiva del roce de sus pieles y buscaban por instinto mantenerla, sobre todo el eslavo que con más experiencia buscó apegarse a las piernas de Reich logrando causar un roce con cierta área que a la par lo hizo hundirse en el cuello del aludido.

El rubio soltó un sonido ligero similar a un gemido que erizó la piel del carmesí que repitió el movimiento ahora volviendo a sus labios, momentos después el más bajo se separó en busca de bocanadas de aire con el pecho agitado volviendo un poco en sí, notando que el dueño del territorio estaba sobre él y además de tener una incomodidad en los pantalones había algo presionándoss contra su trasero al tener las rodillas levantadas.

—...Maldición.... –Soltó el soviético notando que su entrepierna palpitaba ansiosa y apretada bajo su ropa, sintiéndose avergonzado de hasta dónde había llegado incluso causando un erección más leve en el otro que tenía el cabello todo revuelto—.

No tardó más de un segundo en levantarse del sofá para casi correr como pudo al baño cercano en el primer nivel, encerrándose allí en lo que el de esmeraldas apenas se estaba sentando percatándose que su situación hasta que se quedó quieto oyendo ruidos que emergían de donde había entrado el más alto, siendo jadeos y gruñidos ahogados que lo hicieron mantenerse callado sintiendo que su miembro también se iba haciendo un poco más duro con cada minuto así que con ambas manos se cubrió sobre la ropa y subió a su habitación para meterse rápidamente a la tina tras desvestirse en lo que esta de llenaba de agua no tan tibia, pero su piel estaba sensible y con cada roce de la esponja jabonosa sus piernas temblaron recordando la manera en que las manos contrarias las habían recorrido.

Dad in Training! (URSS & Rusia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora