Dad in Training! (URSS & Rusia)

Четыре / 4

Se removió incómodo entre las sábanas, había una sensación de molestia que no le permitió dormir mejor por lo que se sentó de mala gana cruzándose de brazos con fastidio hasta que un escalofrío en todo su cuerpo lo hizo alejar sus brazos al instante casi jadeando por el dolor agudo que le produjo rozarse bruscamente el pecho.. el cual estaba más hinchado que ayer y tuvo que poner sus manos sobre sus pectorales adoloridos para hacer la cosa vergonzosa que había descubierto le causaba algo de alivio, cerró los ojos con fuerza sintiendo una ceja temblarle cuando comenzó a amasarlos despacio entre sus dedos siendo al inicio doloroso aún hasta que pasados algunos momentos la sensación de inflamación pasaba a una más soportable. No entendía qué pasaba, pero se iba a volver loco por ese dolor si continuaba así.

Al rato cunado ya estaba más tranquilo el bicolor se despertó tranquilamente alzando su cabecita castaña de hebras desordenadas para regalarse una sonrisa mañanera, a la cual rió bajo y lo alzó en brazos para pasar a la habitación más cercana a la escalera en donde estaban todas las cosas del menor, necesitaba revisar si su pañal seguía limpio o debía darle una ducha.. agradeció al cielo cuando no vio mancha alguna y bajaron al primer nivel para comenzar con su rutina hoy un poco diferente ya que debía salir a entregar unos papeles al Kremlin.

-Quiero que te portes bien como lo estás haciendo ahora, nada de llantos o berrinches por cosas ajenas, ¿Entendido Rusia? -Se paró cruzando los brazos frente al menor que estaba sentado en el sofá apoyando entre cojines para que no se fuera hacia un lado, estaba probando cuánto soportaba el chupón y parecía que el pequeño estaba cómodo distrayéndose con el accesorio de jebe en la boca como si fuese el alimentador de su biberón-.

El tiempo transcurrió tranquilo hasta la hora marcada en que debían salir, URSS subió con el niño para ponerle más ropa que lo protegiera del frío y una vez este estuvo listo fueron a su habitación en donde lo dejó en medio de la cama rodeado de almohadas para poder cambiar su ropa de casa por su uniforme. Aunque tuvo que usar un par de vendas y abotonar su camisa con cuidado al notar que le ajustaba un poco en cierta área que comenzaba a estresarlo pero con algo de ingenio pudo disimular un poco para terminar de cubrir con su gabardina usual.

-Ahora.. te pido encarecidamente que no me vayas a dar un manotazo o te voy a soltar apenas me duela -Le advirtió al de ojos lavanda que apenas y soltó un sonidito opacado por su chupón celeste, así que suspiró mentalizándose antes de cargarlo y dirigirse a la entrada de su hogar-.

Una vez fuera cerró la puerta con llave y comenzó a caminar escondiendo al ruso bajo su manta polar para mantener a raya tanto el frío como las miradas indiscretas de los humanos que nunca lo habían visto así, trató de mantener perfil bajo llevando al infante y su portafolios en su otra mano hasta llegar al Kremlin donde pudo baja un poco más la guardia pues ellos ya sabían d la existencia del niño.

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Ambos regresaron cansados, no solo de entregar papeles sino de su pequeña incursión al mercado cercano para re abastecerse de lo que el soviético pudiera cargar con una mano, que mayormente fueron embutidos y cereales. Estando en la seguridad de la casa dejó las bolsas en la cocina y subió para cambiarse ambos, quitó todo lo necesario y dejó a Rusia en su cuna distraído con el móvil de adornos de osos que giraba sobre la cuna para poder darse una ducha tranquilo y relajar los músculos de su cuerpo.

Entrar al agua tibia fue tan reconfortante que se permitió soltar un suspiro tembloroso antes de comenzar a limpiarse con la esponja espumosa, no podía dejar al pequeño solo por mucho tiempo así que trató de darse algo de prisa a pesar de añorar una duchar larga y relajante luego del ajetreo de esos días. Pasados los diez minutos salió envuelto parcialmente en una gran toalla y notó que el menor estaba tranquilamente dormido así que más calma fue a su habitación para terminar de secarse y colocarse ropa cómoda antes de volver por el para que continuaran con su sienta de la tarde, al aumentar la calefacción pudo dejarle ropa más ligera al contrario sin tener tampoco que cubrirlo con tantas mantas, se acomodaron y dejó que siguiera durmiendo en el espacio entre su brazo y su torso.

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URSS nunca había sido de los que tenían el sueño pesado pero el cansancio combinado con el agua tibia lo hicieron dormirse más tiempo del que debía, retomando la noción cuando el ruido de la tormenta afuera hizo que las ramas de un árbol cercano azotaran las ventanas sonoramente por suerte sin romperlas, cuando iba a sentaste preocupado por la oscuridad de afuera el sonido de un chupeteo en adición a una sensación viscosa en su pecho lo hicieron palidecer. Debido a la calidez dentro de la casa había dormido sólo con pantalones y las vendas que rodeaban sus pectorales que sintió extrañamente calientes antes de asearse, al bajar la mirada notó que el bicolor estaba prendido de su pecho babeando su lado izquierdo y apretándolo ligeramente con sus manos mientras.. succionaba.

Se le palidecieron los colores cuando vio bajar una gota blanca por la comisura de sus pequeños labios, comenzó a respirar más lento y con manos temblorosas lo alejó provocando que este comenzara a quejarse hasta llegar al llanto de fastidio. Pero el carmesí estaba absorto en la repentina nula hinchazón de ese lado y las aterradoras gotitas blanquecinas que bajan desde su pezón extrañamente resaltante y de tono rosa bajo.

Sintió como si le hubiesen dado un fuerte golpe en la cabeza aún haciendo oídos sordos a las protestas del ruso pues había algo más importante ocupando su mente en ese momento...

¿Porqué mierda estaba generando leche?, él era un maldito hombre.