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Capítulo 3

Me miro en el reflejo del espejo, estoy nerviosa. Vamos a la villa de los Bridgerton.

El vestido que me he puesto es uno en tonos grises, muy bonito. El pelo lo ha recogido una doncella en una trenza de lado y ha añadido unos abalorios pequeñitos en el mismo color que el vestido por la trenza.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras. Mis hermanos pequeños están correteando y Christopher les regaña para que se queden quietos y se pongan bien la chaqueta. Julieth me mira y veo rencor en su cara, ella es guapa y lleva un vestido del color de sus ojos, un azul muy bonito y el pelo totalmente recogido.

-Precioso vestido Anne.-Dice mi hermano cuando coge a Sam y lo lleva a rastras a la entrada.

-Gracias, no puedo decir lo mismo de ti.

Mi hermano ríe y nos vamos todos de allí. Voy mirando por la ventana del coche de caballos y me sorprendo pensando en Penélope y lo triste que parecía. Su madre era un horror, no la dejaba actuar de la forma que ella quería, y su carácter no le permitía ser rebelde, debía hacer todo lo que decía su madre.

Habían pasado muchas cosas allí desde nuestra sorpresiva partida, y las íbamos a ir descubriendo poco a poco.

Nada más llegar, una doncella nos abrió y recibió. Nos guió hasta lo que recordaba era el salón donde bebíamos té o hablábamos de cualquier cosa.

Tía Diana fue la primera y yo justo detrás, vi a Eloise sentada mientras tenía un libro en las manos que tiró en el sillón nada más verme. Nos abrazamos sin siquiera hablar. Su madre se había quedado a punto de saludar pero su hija gritó y vino a por mí.

-¡Cómo te he echado de menos en este mundo de arpías!-Dijo casi gritando y apretándome cada vez más.

-No temas más porque ya tienes aquí a tu alma gemela.

Nos alejamos para mirarnos a la cara y apreté la suya con mis manos.

-Mírate, toda una señorita, tan guapa y madura que seguro está en busca de esposo.

Sé que no es así, pero lo digo para que se enfade y saque a esa Eloise reivindicativa.

-Por supuesto, ya me conoces, soy una Lady...-Pone los ojos en blanco.-La vida sin ti ha sido una tortura.

-Siento interrumpir señoritas, pero me gustaría dar la bienvenida a todos a nuestra casa. Nos alegramos mucho de teneros de vuelta. Es todo un placer recibiros.

La señora Bridgerton nos saluda a todos y sus hijos pequeños igual, a los que dice que vayan a pasear con mis dos hermanos. Julieth sólo habla con mi hermano y se sientan en uno de los sillones. Tía Diana y Lady Violet se sientan a tomar el té y hablar de estos años.

Eloise me hace una seña y salimos de allí para dirigirnos fuera por la parte de atrás a los jardines.

-Recuerdo la casa tal y como está. Es preciosa.

-¿Has venido para hablar de la casa o para contarme todo sobre Francia?

-¿Qué quieres que te cuente?

-Pues puedes empezar diciéndome cómo es todo aquello, he escuchado que las mujeres son más libres, hay reivindicaciones en contra de los estereotipos. Oh dios mío, debe ser el paraíso.

-No creas todo lo que dicen, es cierto que hay más libertad, no miran mal a una mujer si tiene una edad y no se ha casado, no hay bailes de temporada...

-Con eso me vale para estar en el paraíso.-Me interrumpe y abre sus brazos para imaginar esa libertad.

-¿Y hablas francés?

-Eloise he vivido 7 años, claro que lo hablo.

-Vamos dime una frase. Por ejemplo...-se queda pensando qué decirme unos segundos.-Hola, soy una mujer que quiere ser libre.

-Bonjour, je suis une femme qui veut être libre.

Eloise de queda boquiabierta y aplaude.

-Es alucinante. Ojalá poder hablar en otro idioma.

-Cuando quieras puedo enseñarte.

-¿Me darías clases?

-Por supuesto. A un buen precio.

-¿Me cobrarías?

-Tener una persona tratando contigo y que le prestes atención es todo un reto.

-Eres peor que mis hermanos.

Me doy cuenta que no los he visto a los cuatro mayores. Y me decido a preguntar.

-¿Y Daphne, Anthony, Benedict y Colin?

-Es cierto, aún no sabes nada de lo que ha pasado aquí. Colin se fue hace unos años de viaje y lo ha vuelto a hacer, a Grecia. Benedict fue admitido en la escuela de arte y aunque ha renunciado se fue a aventurarse en otros lados y desarrollar su creatividad fuera de Londres. -Benedict era uno de mis favoritos, nos encubría de Anthony y de nuestros padres tanto a Eloise como a mí.- Daphne fue la primera en casarse, ya sabes cómo era y sigue siendo.

-Al menos ha cumplido su gran sueño. Ser la esposa de alguien y dedicarse a ello.-Eloise asiente mientras caminamos por los jardines y el sol nos da en la espalda calentando este día aún frío.

-Y bueno... Anthony se ha casado, hace casi un año. Aunque todavía no tiene hijos.

Me quedo helada, pensar que Anthony se ha casado me entristece, aunque siendo realista nunca iba a fijarse en una niña, había sido un amor platónico, inalcanzable.

-Y bueno ahora madre quiere que yo sea la próxima Daphne.

-Esto va a ser un trabajo muy duro.

-Eso va ser imposible.-Me dice haciendo gesto con sus manos.

-¿No sería que primero Benedict encuentre a su esposa?

Eloise se encoge de hombros y nos quedamos en silencio. Solo se escuchan los pájaros piar y nuestros pasos.

-¿Quién es la chica con la que se ha casado Anthony? ¿La conozco?-Pregunto curiosa.

-Oh no, no, son los Sharma, la llamamos Kate. Son de la india. Es una larga historia.

-Tengo todo el tiempo del mundo.

Mi mejor amiga empieza a contarme cómo había sido todo, desde lo de Edwina hasta que se casó con la tal Kate. Ha sido un arduo camino, me entristecía que Edwina se hubiese quedado sin boda pero me alegraba por Anthony y esa chica de que se hubiesen casado por amor.

Amor. La palabra que siempre había rehusado de ella, la que solamente había utilizado con él, aunque fuera en mis sueños en los que estaba despierta e imaginaba que me besaba. Había sido la única vez que había pensado románticamente de alguien.

Y así iba a ser, mi imaginación sería la única testigo de lo que una vez pude llegar a sentir por el hermano de mi mejor amiga. Un amor pueril y que sólo había quedado en una fantasía.

-Oh mira, creo que ha llegado Anthony y Kate.

Los veo a lo lejos, un carruaje, de él baja un hombre, fuerte, con traje y ayuda a bajar a una chica. No puedo distinguir sus caras pero creo intuir que van sonriendo. Eloise y yo nos quedamos quietas, viendo la imagen a lo lejos, ellos no nos miran y entran en la villa.

-¿Quieres ir a conocer a Kate Bridgerton y volver a ver a Anthony el insoportable Bridgerton?

Asiento y caminamos en la dirección por la que ellos han entrado. Escucho las voces a lo lejos. Deben estar saludándose y cuando entramos en la habitación y le veo girarse mi corazón se paraliza.