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Capítulo 19

Miro sin mirar. No sé ni en qué pienso. No después de esa confesión de Anthony.

Cuando me dijo esa frase me quedé allí plantada totalmente paralizada. No podía estar ocurriendo eso, tan sólo había sido un deseo sexual. Nada más.

Alguien llama a la puerta de mi habitación y veo a una doncella que abre cuando le doy permiso.

-Señorita, ha venido a visitarla el señor Benedict Bridgerton.

-Enseguida voy.

La muchacha asiente y vuelve a cerrar la puerta. Suelto un suspiro. Dios mío Benedict no podría llegar a imaginar lo que me había dicho su hermano esa mañana.

Aliso mi falda y decidida voy en busca de mi futuro marido. Cuando me ve aparecer su amplia sonrisa aparece, esa que tanto me gusta. Se la devuelvo y coge mi mano para besarla.

-He venido para invitarte mañana a una cena con mi familia. Mi madre ha pensado que sería una buena idea compartir la cena con tu familia también.

-Una idea estupenda.-Dice mi tía que también está en la sala con mis dos hermanos pequeños.

-Sí, es genial.-Le digo sonriente.

-¿Te apetece que vayamos a dar un pequeño paseo?

Asiento y salimos de casa. Voy agarrada de su brazo y me guía hasta un parque que hay cerca de casa.

-¿Has venido esta mañana a casa?-Me quedo callada unos segundos.

-Sí, debía hacerle a Anthony una pregunta sobre las cuentas de la familia.

-Anthony siempre se ha interesado por los números, es el mejor en ello.

Después de un rato en silencio Benedict para y le miro.

-Anne, ¿Qué ocurre?

-Nada, no ocurre nada.

-No me digas eso. Te conozco, eres como Eloise. No paráis de hablar y cuando no lo hacéis es porque algo os ronda la cabeza.

-Tienes razón...Benedict yo...esta mañana...-Dios mío tengo que contarlo.-Estaba hablando con tu hermano y pues...

La mirada cariñosa de Benedict me hace sentirme tan miserable por tener esos pensamientos de indecisión y de recordar lo que ha pasado esta mañana. No sé qué me está pasando. Me siento atraída por los dos. Y esto es una locura.

Benedict es tan bueno, tan cariñoso, guapo, atento, con sentido del humor, buen hombre. En cambio Anthony siempre había sido el hermano del que había estado enamorada cuando era niña, era tan apuesto, tan serio y misterioso. Y casado. Estaba tan confundida, pero Anthony debía tenerlo totalmente borrado de mi mente por ese hecho, Benedict era el único.

-Tenemos un problema contable. Por eso estoy tan preocupada. Perdóname Ben.

Él toca mi cara y me hace derretir con esa mirada. Definitivamente le quiero, le amo.

Cojo su mano y voy hacia unos árboles que dan mucha privacidad. Le beso con intensidad y hace que me olvide definitivamente de su hermano con ese beso y solo centrarme en él.

Nos besamos con pasión hasta que necesitamos respirar y veo como el deseo le consume al igual que a mí.

-Debemos parar sino tendremos un problema.-Reimos y juntamos nuestras frentes.

-Ben, sabes que te quiero, de verdad. Y que de no ser así no hubiese decidido casarme contigo.

-Lo sé, por eso me siento afortunado. No es un secreto que tus pensamientos sobre el matrimonio no sean muy positivos.