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Capítulo 26

Eloise lee con su continua obsesión la nueva entrega de Lady Whistledown mientras me prueba Madame Delacroix el vestido de novia y mi tía junto a Violet hablan animadas mientras ven telas. Mi amiga ha sido obligada a venir para conseguir ella también un vestido.

-Nuestro diamante encontró finalmente el amor verdadero en el señor Benedict Bridgerton, después de ese escritor que parecía interesado en ella y el cual se ha visto envuelto en un escándalo de venta ilegal de libros. Justo a tiempo querida Anne, sino ahora mismo serías rechazada por la sociedad londinense. Aunque quizás escondas algo más.

Mi amiga lee en voz alta y frunzo el ceño. Maldita Penélope. ¿Esto es en serio? ¿Estaba decidida a contar algo de lo que vio?

Madame Delacroix aprieta algo más el vestido y me deja sin respiración.

-Cuidado, no creo que eso sea lo idóneo en tu estado.

Miro a Eloise que se da cuenta de lo que acaba de decir y tapa su cara con el periódico rápidamente. Madame Delacroix mira hacia arriba y yo no sé qué decir.

-Yo...

-No soy quien para hablar de ello. Es una noticia maravillosa si es lo que quieres usted.

Asiento y nos quedamos calladas mientras afloja un poco el vestido. Al menos tía Diana y Violet no han escuchado nada pues parecen muy ocupadas viendo telas.

Cuando volvemos a casa estoy decidida en visitar a Penélope. Parece que su insufrible madre y su hermana Prudence no están. Ella coincide que está en la entrada junto a una doncella que abre la puerta y me mira en total silencio. Permite que entre y vamos a su habitación.

-¿Estás loca? ¿Sabes lo que podría ocurrir si cuentas algo? Mi familia y los Bridgerton estarían en la ruina.

-Yo no voy a publicar nada pero...

-Pero nada. Anthony y yo hemos hablado y por fin ha acabo lo que fuera que ha habido. Amo a Benedict y eso es lo importante.

Se sienta en su cama y mira al suelo.

-Anne no es por eso. Hay comentarios. Se dice que puede que estés embarazada.

Mi respiración se corta y la miro horrorizada.

-¿Quién dice eso?

-He escuchado a mi madre. Dicen que al venir de Francia es demasiado libre y que esa prisa repentina con la boda puede tener algo detrás. Se lo ha escuchado a varias mujeres en el parque mientras paseaba.

Toco mi barriga y ella me mira perpleja.

-¿Es cierto?-Su voz suena como un susurro.

Asiento y ella se levanta para abrazarme.

-Eso es maravilloso.

-No tanto en la sociedad donde vivimos. Mira los comentarios.

-A ti no te importan Anne, además para cuando nazca no sabrán que ha sido anterior al matrimonio. No debes preocuparte.

-¿Y por qué lo has dicho en el diario?

-Lo habla casi todo el mundo Anne, no es un secreto.

-Por favor desmiéntelo. Es mi familia y los Bridgerton, hazlo por mí.

Penélope me mira y asiente.

-Veré qué puedo hacer.

La abrazó y me siento al más tranquila.

A la mañana siguiente Benedict y yo salimos a pasear a caballo. Lleva una cesta para pasar el día en mitad de la nada para olvidar un poco el estrés de los últimos días. Aunque agradezco la gran ayuda que están haciendo mi tía, Violet y Kate.