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Capítulo 25

Todos me están mirando cuando he conseguido decir que estoy embarazada. Benedict me da una abrazo y besa mi sien. Su madre parece abrumada pero sonríe algo forzada, lo noto.

Todo estoy influye en nuestras familias. Ambos sin aún haber contraído matrimonio, lo que podrían llegar a decir esas crueles lenguas londinenses.

Anthony le veo forzar su mandíbula. Sé lo que puede estar pensando. Ese hijo podría ser suyo.

Se levanta logrando que todos le miren y Benedict, aún sin dejar de abrazarme, le mira sorprendido.

-¿Ocurre algo?

-Debéis casaros lo antes posible.

Parpadeo de forma rápida, no esperaba que dijera algo así de repente.

-Creo que sería la mejor opción. Es una bendición que ambos vayáis a ser padres casi al mismo tiempo, pero vuestra situación sería mejor si estuvieseis casados.

Violet parece algo más relajada. Benedict me mira y siento que estoy sudando por los nervios.

-Nos casaremos en menos de un mes. Por supuesto si te parece bien.

Dios mío iba a llegar el momento de verdad. Hasta ahora era como muy lejano, algo que podría pasar pero sin prisa. Eso podía esperar.

Pero ahora no, ahora iba a ocurrir y tenía fecha de llegada.

Asiento. ¿Qué otra cosa puedo hacer? Anthony se gira, se le nota nervioso. Kate lo mira y toca su mano para tranquilizarle. Él toca su vientre para nada abultado todavía y parece relajarse.  Ese simple gesto me hacer contrariarme, me molesta en cierta forma.

Miro a Ben que no para de sonreír y yo sonrío pero creo que debe ser una sonrisa horrible. Los nervios me hacen que a veces haga actos involuntarios en mi cara. Gestos forzados.

Ben toca mi cara, efectivamente debo haber sonreído con forma fingida.

Eloise casi cae al suelo al enterarse. Se puso totalmente pálida y le temblaba la voz.

-Eso no es cierto.-Dijo mirándome y mirando a su hermano Ben a mi lado.

-Lo es Eloise. Estoy embarazada.

-¿Pero cómo? O sea...no puede estar ocurriendo. Eres Anne Coleman, mi mejor amiga. Y sí, he pensado que una vez estuvieseis casados tener sobrinas a las que hablar sobre las injusticias que comenten en contra de ella mujer pero...no tan pronto.

-No sé si te alegras o estás horrorizada hermanita.

-Oh Ben, no seas idiota. Comprende mi situación. Es increíble que esté ocurriendo.

Sí, estoy de acuerdo con mi amiga. Es increíble que me esté ocurriendo y más de la forma en la que ha ocurrido y pensar que haya una pequeña posibilidad de que Anthony sea el padre.

Voy a ir al aseo cuando veo a Anthony abrir el despacho, me hace un gesto para que entre con la cabeza y me deja pasar.

El silencio es tan incómodo. No me atrevo ni a mirarle.

-Anne...yo...no he podido dejar de pensar en que sea mío.

-Pues no lo pienses por favor. No necesito que me lo recuerdes a cada momento. No sé cómo voy a ser capaz de ver a Ben con ese bebé en brazos y poder llegar a pensar que quizás no es suyo.

El silencio vuelve. Hablamos en voz muy baja en para que nadie nos escuche.

-Necesito saber por ti si de verdad amas a mi hermano.

-Claro que sí.-Lo digo sin dudar.

-No has dejado que termine.-Anthony está apoyado en la mesa y cruzado de brazos.

Le miro a los ojos cuando da unos pasos hasta mí y cuando está cerca pone su mano en mi vientre. No me muevo, esta vez no me retiro.

-Necesito saber si de verdad lo amas solo a él. Que no sientes nada por mí, que no piensas en mí como algo más que un amigo, cuñado...algo como lo que yo siento cuando te veo.

Retengo el aire en mis pulmones y no sé qué decir. Me bombea el corazón rápido y miro sus ojos que miran a su vez su mano apoyada en mi barriga.

Sube su vista a mi cara esperando una respuesta que yo ya me he dicho una y otra vez en mi soledad.

Sí, siento algo por él. Era un amor platónico cuando era una niña, tan apuesto, sabía montar a caballo de forma elegante, con una sonrisa atractiva que me hacía suspirar. Y ahora estaba tan confundida. ¿Era posible amar a dos personas? Al menos eso estaba sintiendo yo.

-Ya hemos hablado de ello. No pienso volver a hablar de este tema.

-Siempre lo evades. Estás intentando resistir tus sentimientos más profundos y salvajes. Lo sé.

-¿Quieres que te diga que me atraes? ¿Que siempre te he querido desde niña? ¿Que te miraba mientras leía con Eloise y fantaseaba con alguna vez ser tu esposa?

He subido algo el tono aunque no demasiado y él ha alejado su mano de mí.

-Sí quieres reconozco que sí, que te deseaba y que cuando te vi pensé, oh mierda se ha casado. Porque sí, hubiese hecho la excepción contigo de casarme. Pero Ben apareció, siendo la mejor versión de los Bridgerton. Amable, apuesto, divertido...todo lo que una mujer podría llegar a soñar. Y a pesar de ello sigo pensando en ti porque soy una imbécil.

Anthony no habla. Yo tampoco lo hago. Tan solo nos miramos. Lo he dicho. Por fin he soltado a Anthony toda la carga que llevaba a mis espaldas. Él da un paso hasta mí de nuevo y acaricia mi mejilla. Me doy cuenta que he soltado alguna lágrima involuntaria y las seco.

-Anne si ese bebé es mío o de Benedict nunca podremos saberlo. Pero ten en cuenta que yo, a pesar de que contraigas matrimonio con mi hermano seguiré queriéndote y pensando que ese hijo o esa hija puede ser mío. Y que desearía que la situación fuera diferente.

-Amo a Ben.

-Sé que lo haces y eso me duele.

-Pero también a ti.

Nos besamos. No sé quién se ha acercado antes pero lo hacemos. El retrato de su padre es el único testigo, este despacho estaba siendo un lugar en el que escondernos. Me separo de él y abro la puerta para salir, aunque antes le vuelvo a mirar. Es un beso de despedida. No debemos hacernos daño y mucho menos a nuestros seres queridos.

Ben sonríe ampliamente al verme después de ir finalmente al aseo. Se la devuelvo y me siento a su lado. Mira mi barriga y veo el amor que irradian sus ojos. Ese hombre no lo merezco. Agarro su mano y la aprieto con la mía.

Es el hombre al que he elegido aunque no sea el único en mi mente pero es Ben, mi querido Ben.