Back to you \\ Anthony Bridgerton // \\ Benedict Bridgerton //

Capítulo 35

Mientras miro a mi marido y Anthony hablar animadamente tomo un bocado de la cena. Esto es irreal, debo estar en un sueño continuo.

-Son noticias extraordinarias. Introducir mi producción en ese mercado de Londres será un gran avance.

-Me alegra poder ayudarle. Ha sido toda una coincidencia conocernos en el club de caballeros.

Anthony me mira y bebe de su copa. Está deseando hablarme cuando André no esté.

-Y ha sido todo un acierto.

Continúan su charla en el salón mientras toman una copa y yo observo. Al terminar su copa Anthony se levanta.

-Son muy amables por invitarme a cenar. Su esposa déjeme decirle que es muy educada y hermosa.

-Sí, es preciosa. Lo mejor que ha pasado en mi vida junto a nuestra bebé.

-Oh, ¿Tienen un bebé? He escuchado algo pero no sabía se pertenecía a esta casa.

-Es una niña.-Contesta mi marido.

La doncella aparece por la puerta con mi hija y me la da.

-¿Puedo verla?

Anthony se ha acercado a mí, asiento y la pongo a su vista. Veo su expresión. Una sonrisa asoma por sus labios y sus ojos demuestran una mezcla de ilusión, melancolía. Quizás piense en ese embarazo que tuve, el que perdí después de ese incidente de caza que casi me mata. Quizás piense en esa posibilidad de que ese hijo fuera suyo pero a quién tiene delante sabe perfectamente que es de su hermano Benedict.

Alza la mano y toca la de la niña. Me mira fijamente y siento que debo encontrar a Ben. Me transmite con su mirada como desea que Ben lo sepa a pesar de estar en juego su felicidad. Es su hermano y al fin y al cabo se siente culpable al igual que yo.

Algo en mí me dice que debo hacerlo. Que tengo que acompañarle. Asiento. Creo que lo entiende y sonríe.

-Debo marcharme. Ha sido un placer compartir esta maravillosa cena y cerrar un negocio con una familia tan estupenda como la vuestra.

-Gracias señor Bridgerton.-Me sonríe cuando le hablo y se marcha.

Ahora solo tenía que pensar en ese pequeño detalle, ¿Cómo iba a marcharme con una bebé tan pequeña sin que André lo supiera?

Anthony tenía esa respuesta. Cuando la noche había caído y André acudía esa noche a la fábrica me esperaría con un carruaje y solo llevaría lo imprescindible.

Metí en una maleta pequeña algo de ropa para mí pero sobretodo cosas necesarias para la bebé. Y cuando la tuve preparada la escondí para que nadie la viese hasta que llegara la hora de marcharme.

Me asomo a la ventana a cada instante. Las doncellas ya se habían retirado por lo que intento estar a oscuras y sin hacer ruido. La niña está dormida desde hace rato y la tengo en su canasta para transportarla.

Cuando veo que un coche se para en la puerta y veo asomarse a Anthony en la parte trasera mi corazón se acelera. Me voy. Vuelvo a huir. Pero esta vez creo huir en la dirección correcta, de donde no debí marcharme y donde tuve que pertenecer, al lado de Ben.

Lo de Anthony y mío no iba a ninguna parte, por más que me llamase tanto la atención, por más que me sintiese tan deseada y esa excitación al verle. Porque sí, también sentía algo por él pero Ben era Ben. Mi Ben. Y necesitaba mi ayuda en donde fuera que estuviese.

Al llegar al carruaje Anthony mete la maleta y me ayuda a subir. Miro hacia atrás y cuando nos vamos alejando me siento tan miserable. Actuaba según mi conveniencia, había hecho mucho daño a personas que me importaban y André había sido un maravilloso marido. Pero Ben estaba en Inglaterra perdido y yo iba a buscarle para llevarle de vuelta a donde nunca debí haberme ido.