Salgo a hacer unas compras con una doncella cuando un chico que reparte periódicos me acerca uno y lo pago con unas monedas. Lady Whistledown vuelve a publicar y ya me da curiosidad por ver qué ha puesto y si hay algo de mi familia. Busco los nombres y efectivamente volvemos a aparecer.
"La familia Coleman ha sido recibida de nuevo en la ciudad, aunque con agrado por parte de las familias más importantes de Londres, pero algunas las ven como rivales. La única hija de los Coleman parece que se puede llegar a postular como una gran rival en la presentación de la temporada, que tendrá lugar muy pronto. Pero cuidado Lady Anne Coleman, hay envidia a su alrededor que intentarán perjudicarla." Me quedo mirando el papel y me da rabia, si supieran que no estoy nada interesada en esto de aparentar y buscar esposo.
Sigo con mis compras, con algunos saludos de gente que fue a la fiesta de ayer, a muchos ni siquiera conozco pero saludo igualmente.
Veo a Madame Delacroix en un puesto de telas y me mira cuando estoy cerca. Sonríe y mira mi mano donde llevo aún ese maldito periódico.
-Ya veo que está usted informada de lo que ocurre en Mayfair.-Dice la mujer volviendo a mirar una tela.
-Esto es horrible, si me permite decirlo.-Creo que la mujer es más libre, no como todos estos estirados.-¿En serio esto le interesa a alguien?
-La sociedad de Londres es digamos que...algo cotilla.-Sonrío, confirmo que esta mujer piensa como yo.
-No puedo estar más de acuerdo, y me alivia saber que a parte de Eloise y de mí hay gente normal aquí.
-Mañana viene a probarse el vestido según recuerdo.
-Exactamente. Para ir a esa insoportable presentación de temporada.
La mujer ríe y mi doncella mira a los lados incómoda, como buscando si alguien me ha escuchado.
-Puede tener muchas posibilidades de ser el diamante, a la reina le gusta lo exótico, lo nuevo. Y creo que usted puede cumplir el papel este año.
-Sería terrible.-Vuelve a reír.-No pretendo hacer nada, no quiero ser perseguida día y noche por los ojos de los hombres y que todos quieran conseguir algo que no tengo intención de hacer como es casarme.
-Le entiendo, soy una mujer sin esposo, a la que todo el mundo cree que soy una libertina.
Noto como su acento es algo remarcado, me extraña un poco, vengo de Francia, sé como habla alguien francés y esta mujer está fingiendo el acento. No es de mi incumbencia, no voy a investigar el por qué finge ser francesa.
-Si me disculpa voy a seguir con mis compras y a volver a mi establecimiento a seguir trabajando en los vestidos que tengo que hacer para el baile.
-Encantada de volverla a ver Madame Delacroix.
La mujer se va. Si la tal Lady Whistledown supiera que esa mujer esconde su verdadera identidad por algún motivo que desconozco.
Cuando llega el baile para dar comienzo a la temporada me veo en un espejo de mi habitación. He de admitir que este vestido es precioso y que nunca me he sentido tan bien con un vestido así. Es algo diferente, deja la espalda un poco más abajo de lo normal, Madame Delacroix sabe que no soy convencional. Simplemente es maravilloso.
Cuando bajo las escaleras veo como Julieth me mira, siento sus ojos como me ven, si pudiese disparar con sus ojos ya estaría muerta en estas escaleras. Mi hermano mayor sonríe al verme y tía Diana junta sus manos dando un pequeño aplauso.
-Estás...exquisitamente preciosa.-Dice mi tía y me hace sonreír a pesar del motivo del baile.
-Gracias. Es cierto que el vestido es precioso.
-Ese color quizás es demasiado apagado para tu tono de piel tan claro.
Miro a la envidiosa de Julieth, mi hermano la reprende con la mirada.
-No necesita brillar más, Anne brilla por sí sola.-Me defiende mi querido hermano.
Cuando llegamos a la fiesta de la reina me doy cuanta que ahí dentro todo debe ser muy ostentoso. Fuera ya es abrumador. Hay velas por todos lados, músicos, malabaristas.
Cuando entramos el sonido de violines rebota en mis oídos y vamos a la zona donde las señoritas serán presentadas. Eloise ya está allí con su madre Lady Violet. Nada más verme me río, estaba respirando para intentar calmarse. Las chicas empiezan a salir, Penelope nos saluda desde lejos.
-Penelope parece evitarnos, como si tuviésemos la peste.-Dice mi amiga a mi lado cruzada de brazos.
-¿Por qué?
-Según he escuchado a su madre no quiere que las relacionen con tu familia, a pesar de ser tú la posible Diamante de esta temporada como dice Lady whistledown.
-Deja de decírmelo Eloise, eso sería mi perdición.
-Creo que en el fondo quieres serlo.-Dice mi amiga sin mirarme.
-Eres una idiota.-Le doy un codazo y mi tía me mira para que me comporte.
Mi amiga ríe, sé que lo dice de mentira y que le gusta hacerme ese tipo de comentarios.
-Cariño somos las siguientes.-Mi tía coge mi mano y suspiro mirando a mi amiga.
-Debemos estar ridículas con estas plumas. Tú al menos te ves así.-Le digo a Eloise que ríe cuando comienzo a andar hacia la puerta.
Nos habíamos puesto unas plumas en la cabeza allí mismo, antes de salir.
Puedo escuchar a un hombre hablar en voz alta, es el que nos presenta.
-Lady Anne Coleman es presentada por su tía Diana Reign.
Las puertas se abren. Hay mucha gente en ese salón que solo dejan un pasillo para que pasemos. Doy un suspiro y comenzamos a andar. Tengo mucha seguridad al andar, siempre me lo han dicho, quizás sea por la crianza que he tenido, por tener que madurar tan pronto y cuidar de mis hermanos pequeños para ayudar a tía Diana que se encontró con 4 hijos de forma imprevista, dos de ellos apenas unos niños de pocos años.
Caminamos sonriendo, estoy decidida a hablar lo justo y no fastidiarla como Eloise y agradar a la reina el año pasado sin desearlo. A mitad del pasillo me encuentro la mirada de Kate, Violet y como no de Anthony. Me mira intenso, me mira sin perder detalle y me limito a sonreír a lo que él me devuelve la sonrisa.
Al llegar a la distancia prudente en la que hacemos la reverencia me quedo mirando el suelo hasta que la reina se inclina hacia adelante para indicarme con un amplio abanico de plumas que me incorpore.
-Señorita Coleman debo admitir que no la recordaba así, es usted una señorita muy bella.
-Gracias su alteza.
-Impecable vestido, impecable cara, sonrisa y educada. Es usted un diamante.
Se me hiela la sangre, no he hablado, no he hecho nada. Esto es horrible. Escucho murmullos y nos indica que podemos alejarnos. Cuando la reina no puede verme respiro agitada y cierro los ojos.
-Te están mirando Anne.-Abro los ojos y veo que todos los que hay a mi paso hasta que me coloco en mi sitio me miran.-Esto es fabuloso.
Tía Diana está totalmente exultante, está muy contenta por las palabras de la reina y a mí me tiemblan las piernas. Christopher me mira y me guiña un ojo, sé que se muere de risa y yo estoy sofocada.
Eloise hace su entrada, es su segundo año y la reina asiente pero no le presta atención. Mi amiga mira al techo y le veo decir "gracias" en voz baja.
Me tiemblan las piernas. Cuando la presentación acaba la reina da orden de que empiece la música y pasen las doncellas y mayordomos con comida y bebida para ser servida. Normalmente se celebraba un baile posterior pero este año se había introducido el baile el mismo día.
Voy a un pasillo que parece estar desierto y me quito las ridículas plumas de la cabeza. He visto como varios hombres quieren venir a hablar conmigo y he salido casi corriendo de allí. Es lo peor que me podía pasar, que la reina se fije en mí y me nombre el nuevo diamante.
-Te quedaban muy bien esas plumas.
Escucho una voz y miro de inmediato. Benedict Bridgerton me mira sonriente a tan solo unos pasos de mí.
ESTÁS LEYENDO
Back to you \\ Anthony Bridgerton // \\ Benedict Bridgerton //
FanfictionAnne Coleman había vivido en Londres hasta la temprana edad de 14 años. Había cambiado, mucho, ya no era la niña que se había ido de allí después de que su padre perdiese la vida en un accidente de caza y su madre quedara como todos decían "loca". ...