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Capítulo 18

Me dirijo a casa de los Bridgerton, hoy sé que no debe estar muy concurrida puesto que Benedict debía reunirse con el señor Granville y Eloise me había contado que iría con su hermana pequeña y su madre a Madame Delacroix.

Cuando una doncella abre la puerta me anuncio y ella se encarga de avisar a Anthony mientras espero en la entrada.

Kate aparece en ese momento y le sonrío.

-Anne me alegra verte de nuevo. ¿Buscabas a Benedict? Todavía no ha llegado.

-Oh no, necesitaba comentar unas cosas con Anthony sobre las cuentas de mi familia, ya sabes, esas cosas aburridas que se le dan tan bien a él y que mi hermano no tiene mucho interés.

Kate sonríe y me indica que pase antes de que la doncella vuelva. Voy al salón con ella donde espero encontrarlo pero no está ahí.

-Anthony está en el despacho, estaba ocupado hace un momento que fui y me pidió un rato a solas para resolver algún problema que había detectado. Esperemos mientras aquí. Por favor traigan algo para tomar.

La doncella que se acerca de nuevo asiente y se marcha. Kate toma asiento y me mira. Me estoy empezando a poner nerviosa pero intento controlarme. Me siento en el sillón frente a ella y sonrío.

-Anne sé que eres amiga de la familia desde hace mucho tiempo. A pesar de haberte marchado estos años sé que es casi como si no te hubieses marchado.-Asiento y no sé a dónde se dirige esta conversación.-Quizás sea una paranoica. O quizás Eloise me haya hecho dudar.-Oh no puede ser.

Mis manos tiemblan e intento controlarlas moviéndolas por mis faldas mientras la miro lo más calmada posible.

-¿Has notado algo raro en él? Es cierto que pasa más tiempo en el despacho pero conmigo sigue igual, tenemos la misma conexión, los mismos...deseos.

-No he notado nada Kate. Ya sabes que Eloise a veces su labor de detective no es muy acertada.

Ella sonríe y tomo un sorbo de un zumo que ha traído la doncella hace unos minutos. Anthony aparece en el salón y me mira serio. Después su mirada se suaviza al mirar a su esposa. 

-Buenos días Anne, me han  dicho que necesitabas hablar conmigo. Acompáñame.

Kate sonríe y asiente en mi dirección. Pobre Kate, si supiera que el motivo de esa ausencia lo tenía justo delante.

Paso por delante de Anthony para salir del salón y roza mi mano. No sé si ha sido voluntariamente o no.

Vamos codo con codo andando hasta el despacho que una vez fue de su padre y cierra la puerta. Me quedo en medio de la sala y observo la cantidad de papeles que tiene en la mesa.

-Toma asiento Anne.

Le hago caso y él se pone delante de mí apoyado en el escritorio y sus brazos cruzados.

-¿Qué necesitas?

-Anthony he venido para hablar contigo, estás siendo demasiado obvio en que algo te ocurre, Eloise habló de ello conmigo y Benedict anoche.-Lo digo en voz baja.-Kate me ha preguntado si yo también he notado algo raro, pero parece confiar en ti, aunque no debería.

Me mira y nos quedamos en silencio. Se escuchan unos golpes en la puerta y Anthony coge unos papeles de la mesa. Kate aparece y nos sonríe.

-Perdonad que os interrumpa. Voy a marcharme a pasear al mercado. 

-Vuelve pronto.-Le dice su marido y le sonríe. 

-Nos vemos Anne.

Asiento y Kate se marcha cerrando de nuevo la puerta. Noto a Anthony que me mira en silencio y a lo lejos se escucha como cierran la puerta que va a la calle.

-Anne soy consciente del daño que puedo causar a Kate y a mi familia, incluso a la tuya. Una vez le dije a Kate que era el objeto de todos mis deseos, y era cierto.-No sé por qué pero me duele y aparto la mirada.-Hasta que apareciste.

Me levanto rápidamente para quedarme ahí parada mirándole.

-No sé, no lo entiendo. Siempre he luchado porque mi honor y el de toda mi familia fuera el mejor, respetado por todos. Pero el mío ahora mismo lo tengo perdido. Te pienso cada minuto del día, despierto o en sueños. Me doy cuenta que cuando conocí a Kate fue un amor a primera vista, cuando la vi corriendo a caballo, no había conocido ese sentimiento hasta ese momento. Como me desafiaba, guardando la compostura. Y llegaste tú para mover todos mis pensamientos. Sobretodo tu forma de hablar y de comportarte. Ella era con respeto, tú no conoces eso, eres natural. Como hablas de esa forma tan...tan...inapropiada para una mujer.

-Para Anthony. Por favor no sigas.

No sé por qué no he salido ya de allí, pero me quedo ahí escuchando.

-Es una atracción, una forma de sentirme atraído por ti que me lleva a cometer la locura de esa noche y la que en mis sueños repito una y otra vez.

Da un paso hasta mí y toca mi brazo lentamente. No, no, no. Muévete. Me digo a mí misma pero mi cuerpo no me hace caso.

-Anne si tan solo pudieses sentir lo que siento al verte y al hablar. Cómo me siento al pensarte y al sentirte cerca, aunque solo sea en una misma habitación.

Toca mis labios y me consumo por dentro. El calor me está abrasando. Esto está tan mal. Soy yo la que se lanza hacia adelante para besarle y se estrella contra el escritorio.

Agarra mi cintura y me atrae hasta él. Nos besamos de forma salvaje y noto como sus manos acarician mi espalda y una de ellas va hasta mi pecho, el cual aprieta con fuerza haciéndome gemir levemente.

Con su fuerza me agarra y acabo en el escritorio sentada. Caen papeles al suelo mientras nos besamos, y cuando le siento tan excitado en mi punto más deseoso, aún con la ropa puesta, paro. Él intenta volver a besarme y se mueve contra mí pero le empujo.

-Anne no, no por favor.

-¿Qué pretendes seguir haciendo Anthony? Estoy prometida a Benedict, tú estás casado, esto no está bien.

-¿Yo soy el que pretende hacer algo? Somos dos, tú has empezado, me has empezado tú a besar. También te ocurre algo, lo sientes, esa conexión entre tú y yo.

Me alejo más y pongo mis manos en la cara, tiene razón. Parece que es solo su culpa pero soy tan culpable como él. Me dejo llevar cuando está demasiado cerca.

-Quiero a tu hermano.-Digo calmada.-Le quiero de verdad. Y reconozco que lo tuyo es una atracción y descontrol. Pero no puede volver a ocurrir. Joder, te acabo de besar y sentirte...no, no. Benedict no lo merece.

-Anne ese descontrol es lo que siento, quizás no sepa explicarlo con palabras. Lo que siento al verte es...

-Es atracción, te lo acabo de decir. Nada más. Lo mío con Benedict es más profundo.

Frunce el ceño y niega con la cabeza.

-Tú también sientes lo mismo que yo y eso es inevitable, no soy capaz de controlarlo, ni tú tampoco, lo noto en ti, como me miras, tu cuerpo lo sabe.

-La diferencia es que yo no voy a ser tan miserable y ser capaz de hacerle daño a la persona a la que quiero.

Sé que le ha dolido que dijera eso. Pero he tenido que hacerlo para que se convenza de intentar evadir ese deseo tan primitivo. Me mira y yo siento un hueco en mi alma al ver como lo hace.

Se gira para darme la espalda y pone sus manos en el escritorio, respira fuerte y de un manotazo tira otros papeles y unos libros que provocan un fuerte ruido.

-Esa boda se podrá celebrar pero no voy a acudir. Y me dará igual lo que opinen y lo que pueda pasar. Es mi hermano, con el que he vivido miles de momentos y confesiones, pero su día más feliz no voy a querer compartirlo con él, no podría. Y no puedo porque yo...-Se gira para mirarme.-Me estoy enamorando de ti Anne.