Eloise lleva más de una hora hablando de Lady Whistledown, me duele la cabeza de escuchar sus opciones de quién puede ser.
Toco mis sienes para calmar el dolor que me está empezando a aumentar.
-Veo mucha diversión en esta sala.-Camina Benedict hacia el sillón que estoy sentada para dejarse caer a mi lado y poner su brazo en el respaldo en un gesto despreocupado.
-¿A qué vienes Ben? ¿No ves que esto es de solo chicas?-Eloise me señala y se señala a ella misma.
-No sabía que la sala principal de nuestra casa estaba reservada para solo mujeres.
-¿No tienes que ir a esa sala de hombres en la que fumáis y habláis libremente?
-No, hoy no voy. Prefiero estar aquí con vosotras.
Eloise pone los ojos en blanco.
-Volviendo a lo que estábamos hablando e ignorando a mi querido hermano, ¿Qué piensas de mis teorías Anne?
-Sinceramente Eloise, no tiene mucho sentido. La reina ya la descartaste, has acusado a varias personas, no es una labor de investigación, si acusas a todos alguien será y terminarás acertando.
Benedict suelta una carcajada ante mi comentario.
-¿Qué te hace tanta gracia?
-Solo que tiene razón. Has acusado a media ciudad. Finalmente terminarás acertando porque no quedará gente a la que no hayas acusado.
Ambos reímos, no es por mi amiga sino porque vive obsesionada con ese periódico, el cual parecía enterarse de todo. Esa mujer había hablado de nuestro día en las carreras, de como las Featherington buscaban desesperadamente para Prudence un pretendiente antes de que fuera considerada una solterona, que incluso habían intentado emparejarla con un señor de más de 40 años.
-Eloise necesito que me acompañes un momento, ha llegado tu vestido nuevo y debes probartelo ya que no quisiste volver a la tienda de Madame Delacroix.
-Mamá estoy ocupada.-Su madre la mira y está a punto de reprenderle.
-Ve con ella. Me tengo que marchar ya.
-Nos vemos mañana en ese caso Anne.
Mi amiga sale con su madre de allí y yo me levanto. Aliso mi vestido y noto a Benedict mirarme. Levanto una ceja y sube su vista de mi pecho a la cara.
-¿Se puede saber qué miras?
-Discúlpame, no ha sido premeditado.-Me lanza una pequeña sonrisa, es tan bonita, al igual que observé sus ojos en la carrera.
-Me marcho Benedict, mi familia debe estar a punto de empezar a almorzar.
Me giro para marcharme cuando le escucho hablar.
-¿Cuándo has crecido tanto Anne?
Vuelvo a girarme para mirarle con intriga ante esa pregunta. Le veo mirarme con intensidad, no está sonriendo.
-¿Cómo?-Le pregunto cuando veo que se levanta y comienza a andar hacia donde estoy.
-Eres una mujer Anne.
-Vaya...buena observación, todavía tenía dudas de ello. Gracias por la aclaración.
-No es eso. Entiendo que tantos hombres te hayan pretendido, a parte de ser el diamante de este año te has convertido en una mujer bella.
-Gra...cias.-No entiendo a qué se debe estos comentarios.
-Benedict necesito tu ayuda.-Gregory aparece en el salón.-Madre me ha pedido que estudie gramática.
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Back to you \\ Anthony Bridgerton // \\ Benedict Bridgerton //
Hayran KurguAnne Coleman había vivido en Londres hasta la temprana edad de 14 años. Había cambiado, mucho, ya no era la niña que se había ido de allí después de que su padre perdiese la vida en un accidente de caza y su madre quedara como todos decían "loca". ...