Back to you \\ Anthony Bridgerton // \\ Benedict Bridgerton //

Capítulo 14

Eloise y yo estamos sentadas en su merendero tomando té y unas pastas. Observamos a los pájaros que van de un árbol a otro, siendo libres, volando allá donde quisieran.

-Envidio los pájaros, debe ser tan placentero volar donde quieras, ver diferentes lugares.-Hablo por primera vez en un rato de silencio para nada incómodo.

-Sobretodo cuando salen a cazar y te disparan.-Miro a Eloise que se encoge de hombros.-No he dicho nada malo.

-Pienso que la caza por diversión es una de las cosas más horribles que pueden existir.

-Sí te llegase a escuchar Anthony te mataría.

-Es la verdad. Piensa que eres un ciervo, uno que vive plácidamente en su hogar y que sale a comer y proteger a sus crías. De pronto escuchas un estruendo que te pone el corazón a mil por hora pero que no te da tiempo a reaccionar pues algo llega a tu cuerpo y caes al suelo. En esos últimos segundos de agonía ves como se acercan un grupo de idiotas que se felicitan porque van a poder poner tu preciosa cabeza en un salón como decoración y ahí ya mueres.

-Dios mío Anne, que historia más horrible.

-Es la verdad. Diferente por necesidad. Pero no de forma de entretenimiento. Fíjate en mi padre, murió porque le confundieron, una bala perdida y zas, dejas a tu familia destrozada por querer jugar con las armas y la vida de los animales.

Eloise se queda callada, sabe que la pérdida de mi padre fue muy dolorosa y tras lo sufrido por mi familia aún más.

Benedict aparece en el jardín y nos saluda.

-Traigo buenas noticias. Anthony debe llegar en un par de días. He recibido una carta cuando estaban en Francia.

-Mamá debe estar mucho más tranquila ahora. No ha habido día en el que no mencionara si Anthony estaría bien.

-Es una noticia estupenda.

Sonrío para que no vieran mi desagrado. Benedict y yo después de nuestro encuentro empezó a pintar el cuadro pero tendríamos que seguir yendo al taller. Se sienta a mi lado y me mira sonriente.

-Querida musa, ¿Vamos a ir al taller?

La mirada de mi amiga va de su hermano a mí confusa.

-Sería una idea estupenda.

-¿Puedo saber por qué tanto interés en ir a ese taller los dos juntos?

-Estoy haciendo un cuadro y ella me aconseja.-Me hace un guiño rápido.

-Sé que algo hay entre vosotros. Y bueno pensándolo bien sois la mejor opción el uno para el otro.

Suelto una carcajada. Ambos hermanos son los más naturales, más sencillos y espontáneos.

Nada más llegar a esa habitación en el taller Benedict asalta mi cuello por detrás y agarra mi cintura. Le doy acceso y cierro los ojos.

Mi vestido lo desabrocha con lentitud con una mano y la otra se pasea por mis pechos hasta que baja a mi punto débil, el cual acaricia por encima del vestido.

-Estás jugando sucio.-Le digo con los ojos casi cerrados.

-Creo que es la mejor forma de jugar contigo.

Muerde mi hombro que ya está al descubierto y gimo. Siento como está empezando a endurecerse en mi trasero y me muevo hacia atrás para provocarle.

-Ahora eres tú la que juega sucio.

-Creo que has adivinado mi forma de jugar contigo.

Cuando estoy desnuda y él se quita su ropa mientras me dirijo al sillón, me tumbo boca abajo y apoyo mi cabeza en una mano para mirarle. Se muerde el labio inferior y yo le imito mirando sin pudor su erección.