Puedo sanar tu Corazón...- OhmToey (Historia 4)

Capitulo 22 - Ohm

Saint agarra una servilleta y llama la atención del camarero por un bolígrafo, comienza a garabatear en la servilleta y me inclino, tratando de ver lo que estaba escribiendo.

—Esta es una lista de cosas que debes tener. Además, no sólo vas a empujar tu polla en el culo de Toey tienes que estirarlo primero con tus dedos.

—Lo tengo. — Asiento se levanta la vista mirándome con una sonrisa.

—No tengo que decirte cuan celoso estoy de que Toey obtenga todos los veintitrés centímetros de tu gloria, ¿o sí?

—Nop. — Le guiño un ojo.

—Bueno, así que aquí está la dirección de un lugar realmente bueno para ir a comprar.

Saint me entrega la servilleta y la reviso miro hacia arriba para encontrarlo sonriéndome.

—¿Qué? — Pregunto con una ceja arqueada.

—Estoy realmente muy contento de que tú y Toey estén juntos. Puedo decirte que le gustas.

—Ah, ¿a causa de todos los gritos que dio?

—No. Vi su rostro el día de la situación de rehenes estaba preocupado y asustado por ti.

—Ni siquiera puedo empezar a explicar el alivio que tuve cuando lo vi al salir de hay — admito.

—Eres un buen hombre, Ohm. — Me da una palmadita en la mano.

—Bueno, soy un buen hombre a punto de ir a comprar a... — levanto la servilleta— ¿Puppy Honey?

—Sip tienen muchas cosas para hombres gay. —menea las cejas.

—¿Compras muy seguido ahí?

—Cuando tengo un novio, sí.

Me inclino sobre la mesa.

—¿Cuándo fue tu última relación?

—Hace casi dos años. Me engañó, sin embargo culpó a mis horas de trabajo, luego me dispararon y, — se encoge de hombros— simplemente no quería ir allí. Todavía tengo mucho con lo que tratar.

—Apuesto a que vas a encontrar al hombre perfecto.

—El mejor que tenga un pene enorme.

Me rio y luego me pongo serio.

—¿Te opondrías a ir conmigo?

—Demonios, no he estado allí en mucho tiempo. —se encoge de hombros— Claro, ¿por qué no?

Ambos nos ponemos de pie y yo pago la cuenta antes de que Saint tenga oportunidad de hacerlo. Me empuja y caminamos fuera del Havana.

—Entonces, ¿te sigo?

—Seguro. ¡Esto debería ser muy divertido! — Saint se ríe entre dientes.

Cuando llegamos miro hacia la estantería de dildos con la boca abierta. Saint estaba yendo hacia lubricantes aromatizados, tenían lubricante con sabor tocino. ¿Quién lo diría?

—Entonces, ¿qué tal éste? —Le sacudo un dildo morado frente a el.

—Bueno, lo mejor es que quieras algo más pequeño que tú al principio para acostumbrarte

Ambos nos giramos cuando la puerta se abre y un grupo de mujeres entra. Saint me sonríe y me menea las cejas me vuelvo hacia el consolador en mi mano y observo la caja, en eso un jadeo viene de donde las mujeres se encontraban de pie.

—¡Es el chico OishiPlus! —grita una de ellas.

—Dios, ¿Qué todos los gais son los más calientes? —gruñe otra.

Saint se ríe y le lanzo una mirada me giro hacia las mujeres con una sonrisa de revista.

—Hola, señoritas.

Terminamos pasando dos horas en Puppy Honey. Las mujeres que habían entrado me habían dado consejos sobre mi relación con Toey. Saint solo se carcajeo hasta el culo todo el tiempo, para ser verdad yo tome notas mentales de uno que otro consejo.

En el momento en que nos separamos Saint y yo en la calle, tenía suficiente lubricante para follar durante años y dos dildos de diferentes tamaños.

—¡Diviértete! —se despide Saint con su mano mientras se dirige hacia su auto viejo.

—Hey, Saint, gracias por esto.

—No hay problema, hombre, me alegro de verdad que estén junto, por favor dale algo de felicidad.

Yo solo sonreí asegurándole que lo haría ya que Toey me hacia feliz.

Cuando llegue a casa no podía esperar a ver a Toey.

Me paseo por el piso mientras espero a que Toey llegue, tenía mi bolsa de regalo en la cama y una erección que no desaparecía por el camino.

Sólo el pensar en Toey tocándome y besándome y ya estaba duro como una roca, inclino la cabeza cuando escucho el sonido de un motor, después una puerta se cierra de golpe y luego pasos resuenan fuera. Lanzo la puerta abierta asustando a Toey a medio camino hacia la puerta.

—Entra aquí —prácticamente gruño.

Lo jalo y cierro la puerta de golpe, empujándolo contra esta inmediatamente. Tomo su boca en un beso feroz y sonrío mientras las manos de Toey se acercan a mis caderas y me devuelve el beso.

Maldición sabía tan bien, no me cansaba de ello, levanto mi cabeza y rompo el beso, jadeando ligeramente.

—No es que me queje, ¿pero porque fue eso? —pregunta Toey en tono áspero.

—¡Fui de compras hoy! —Le doy mi mejor mirada seductora.

—¿Oh?

—Sip. Conseguí algunas, uhm, cosas que quiero probar, bueno que quiero que probemos

Las cejas de Toey se elevan casi hasta la línea de su cabello.

—¿Qué tipo de cosas? — Pregunta mirándome fijamente a los ojos.

—¿Por qué no vamos a mi habitación y te muestro?

Toey ajusta su eje en su pantalón y sonrío con satisfacción de haber provocado eso. Dirijo el camino, entrelazando nuestros dedos juntos. Una vez en mi cuarto, pongo la bolsa sobre la cama y hago un gesto hacia esta.

—Revísala.

Toey abre la bolsa y echa un vistazo al interior sus ojos se abren de par en par mientras saca el primer consolador que había comprado.

—¡Wow!

—Puedes usarlo conmigo primero si quieres — le aseguro. Toey sigue buscando a través de la bolsa y saca el lubricante.

—¿Lubricante de tocino?

—¿Quién lo diría?

Toey se ríe y pone fuera el otro dildo junto con más tubos de lubricante.

—Bueno, deberíamos estar bien hasta Navidad. —Toey levanta la vista mirándome con una sonrisa y en un segundo se pone serio— Te quiero Ohm

—Yo también te quiero Toey —respondo en voz baja.

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Espero les este gustando la historia y le den su amor 🥰 yo creo que las de l tiendan eran todas unas fujoshi dando consejos jejeje...

Ahora si vamos a empezar con la diversión ya que estamos bien equipados