Capitulo 25 - Toey

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Para el momento en que mi turno termina, me encuentro agotado, Saint discutió conmigo por ir a buscar bebidas, así que lo seguí detrás de su Honda Civic, la maldita cosa parecía que estaba a punto de dar su último aliento en cualquier momento,

Nos detenemos en el estacionamiento del Havana y salto fuera de mi camioneta, Saint estaba luchando por desenredarse del cinturón de seguridad y miro hacia el interior del auto y suelto un siseo bajo.

—Maldición, ¿cómo es que sigue moviéndose?

—Cállate. Amo este auto lo compré con mi primer sueldo, por supuesto que la puerta del conductor no siempre cierra. No es como si alguna vez pudieras ir rápido a través de Bangkok, ¿verdad? Así que, ¿qué si no abre al primer tirón?

—¿Qué demonios está mal con el cinturón de seguridad?

—¿Huh? Oh, bueno puede que te vuelva loco con mi goma de mascar, pero solía fumar y de vez en cuando le caían algunas cenizas calientes.

Sostengo arriba el cinturón de seguridad y lo deslizo entre mis dedos los agujeros salpicaban la longitud de la tela, y llamar bordes a los bordes deshilachados era un eufemismo. Esta correa había hecho demasiados viajes siendo jalada de la cosita que alojaba el cinturón de seguridad. Sí, no soy un mecánico.

—Esto es una trampa de muerte.

—Nah, Betsy me lleva a donde necesito ir.

—¿Betsy? Ese es el nombre de una vaca.

Consigo una palmada en el culo y me rio nos instalamos en la parte trasera del bar y ordenamos bebidas. Reviso mi teléfono para ver si tengo algún mensaje perdido. Tenía uno de Ohm y sonrío mientras lo leo.

—Señor, estoy consiguiendo una caries —dice Saint soltando una carcajada.

—¿Huh? —Levanto la vista mirándolo.

—Tú y Ohm, sonriendo constantemente. Es TAN jodidamente dulce que me duelen los dientes. Dime, ¿cómo te fue anoche?

No podía creer que estuviera a punto de hablar de mi vida sexual con mi compañero, ¿pero porque no? No me avergonzaba de lo que Ohm y yo habíamos hecho se sentía natural estar con él, abrazarlo y besarlo. Y joder, me encantaba recibir lo mismo de él. Saint se encontraba mirándome con una sonrisa y yo, por supuesto, cedí.

—Nunca me había sentido así — admito.

—Bueno, tienes a un chico caliente. —Saint me guiña un ojo.

—La cosa es — miro a mi alrededor y bajo la voz— quiero más.

—¿Cómo...? — arquea una ceja.

—Lo quiero a él. — Dirijo una mirada fija a Saint esperando que mi mensaje llegara fuerte y claro.

—¡Oh! —Las mejillas de Saint se sonrojan y sonrío— ¿Quieres anal? — Asiento lentamente —No te culpo — se ríe.

—Entonces, sé que hablaste con Ohm sobre algunas cosas, puedes... um, ¿prepararme?

Saint se recuesta en el asiento y me mira cautelosamente.

— Si crees que voy a montarte, olvídalo. Te lo dije, tu cabello me asusta.

Pongo los ojos en blanco.

—¡No de esa forma!

—Lo sé —sonríe — ¡Simplemente amo la mirada en tu rostro en este momento! Mira, puedo entrar en toda la cosa del enema cuando quieras realmente acercarte íntimamente y personalmente...

—¿Para qué cojones necesito un enema?

—Para limpiar la mierda que me estás dando. —asienta sus codos en la mesa— Escucha Sittiwat, y toma notas.

Puedo sanar tu Corazón...- OhmToey (Historia 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora