Puedo sanar tu Corazón...- OhmToey (Historia 4)

Capitulo 35 - Toey

Ohm sostiene mi mano con fuerza mientras estoy de pie con Toru, Win y Bright en el lugar de descanso de Nani, como siempre, estábamos aquí para rendir nuestros respetos en el Día de su cumpleaños.

Por primera vez, no venía con mis padres, Toru sostiene mi otra mano mientras inclino mi rostro hacia el sol y sonrío, esperaba que Nani estuviera feliz, Win se inclina y coloca rosas blancas en el jarrón junto a la piedra de Nani. Ya habíamos colocado una corona de flores y una bandera junto a la lápida. Aún extrañaba Nani, en cierto modo sabia que eso no cambiara nunca.

—Diablos — susurra de repente Win.

—¿Qué pasa? —pregunto.

—Tus padres. —Win aparta a Bright de la tumba—Vamos Bright.

—No, Win no te vayas. —Doy un paso adelante y tomo su mano— Tienes todo el derecho de estar aquí.

—Toey tiene razón — acuerda suavemente Toru—No vas a ir a ningún lugar.

Me estremezco cuando la voz de mi madre estalla en casi un grito.

—¿Qué está haciendo él aquí? — dice alterada.

Miro a Toru y asiente, nos giramos de frente a nuestros padres.

—Win tiene todo el derecho de estar aquí, mamá. Estaba comprometido con Nani y lo amaba mucho. — Miro a Win y sonríe tímidamente— Todavía lo ama, mamá.

—¡Te dije que no lo quería aquí! Retíralo. — Mi madre insiste glacialmente.

—No va a suceder. —Sacudo la cabeza— Ahora, puedes estar aquí con nosotros y recordar a tu hijo menor, o puedes regresar al estacionamiento y esperar a que nos vayamos. Pero no vas a echar a Win de aquí y serás respetuosa con el lugar.

—¿Qué significa esto, Toey? — chilla.

Me vuelvo hacia Win.

—Quédate aquí los llevaré al estacionamiento.

—¡No nos vamos a ir! Él lo hará. — Mi madre señala a Win como si fuera un alienígena de otro planeta.

—Mamá, baja la voz y empieza a caminar ahora mismo —sisea en un tono suavemente Toru del que estaba contento de no ser yo el que lo recibía

Mi madre resopla todo el camino de vuelta al estacionamiento, mi padre arrastrándose detrás de ella como un perrito perdido. Quería sentir lastima por él, realmente quería, pero había hecho su cama cuando le permitió tomar el control. Mi madre se acerca al auto y gira rápidamente hacia mí y Toru.

—¡Como te atreves! — Me apunta.

—¿Cómo me atrevo? ¡Cómo te atreves tú, mamá! ¡Dios! ¡No puedo creer que haya seguido con lo que dijiste! ¡Todo este tiempo he estado desahogando mi enojo en la gente que no lo merecía cuando eres tú con quién estoy enojado! Nani no nos dijo a ninguno de nosotros que era gay y ¿de quién es la culpa? ¡Te culpo de todo eso, mamá!

—¡Nani no era gay! —brama mi madre.

—¡El infierno que no! ¡No podía estar a nuestro alrededor a causa de ti, madre! Siempre aterrado de ser atrapado, o de lo que pensarías o harías, maldición, ¡él no sabía si aún lo amarías! Bueno, tengo algunas noticias para ti, mamá ¿recuerdas al hombre que estaba conmigo en la tumba de Nani ahora mismo? Es mi novio.

La boca de mi madre cae hasta sus rodillas y mi padre parpadea rápidamente como si estuviera teniendo una convulsión.

—Y a mí me gusta un chico —agrega Toru— No tengo ni idea de quién es él, pero voy a encontrarlo.