Puedo sanar tu Corazón...- OhmToey (Historia 4)

Capitulo 29 - Ohm

La película era larga y durante los últimos veinte minutos de ella deseaba haber repensado mi elección Toey estaba comiendo palomitas de maíz y dándome miradas durante toda la cosa. Bien, él había estado en lo cierto salimos de la sala de cine juntos y Toey toma mi mano.

—¿Cena? —pregunta.

—¿Después de esto? Sí, y podría ir por un Shot.

Toey me mira con cautela.

—Estoy bromeando. —Inclino mi cabeza— Podría necesitar una reunión, sin embargo.

—Oh. Um, ¿quieres que te espere?

—No. Quiero que vengas conmigo.

—Ohm... — rastrilla sus dedos a través de su cabello.

Nunca había intentado hacerlo venir antes, pero realmente creo que le haría algún bien hay gente allí que no bebe, pero están sufriendo y el tiempo que pasara allí ayudaría a Toey. Estaba seguro de ello.

—¿Por favor? —Le aleteo mis pestañas.

—Oh por el amor de Dios, eso es trampa —suspira — De acuerdo.

Miro por la ventana hacia la ciudad mientras Toey conduce sabía que esto era pedirle mucho, pero quizás si se sentaba en una reunión podría ayudarlo Toey maldice entre dientes mientras nos detenemos ante una luz roja. Lo miro mientras saca su teléfono.

—¿Qué pasa? —pregunto.

—Chicos de alquiler. — empieza a marcar en su teléfono— Tengo que llamar por esto.

Miro de vuelta por la ventana y entrecierro los ojos hacia los dos chicos encaramados en la esquina. Mis ojos se agrandan cuando reconozco a uno de ellos y me vuelvo y palmeo el teléfono fuera de la mano de Toey.

—¿Qué diablos?

—No lo hagas, ¿por favor?

—¡Ohm, la prostitución es ilegal!

—Lo entiendo, ¿de acuerdo? Pero ¿puedes dejar de ser un policía por una noche?

—No puedo dejar de ser un policía, Ohm. Es lo que soy.

—Entonces, ¿eso es todo? ¿Simplemente vas a llamar a los policías y arrestar a esos dos chicos?

—¿Qué quieres que haga? ¿Mirar hacia otro lado?

—¡Sí! —grito.

—No puedo hacer eso. — sacude la cabeza.

—¿Que mierda? ¿Por qué no?

—¿Cuándo se detendrá, Ohm? Miro lejos en este momento y ¿qué pasa la próxima vez? ¿Miro lejos una y otra vez? ¿Entonces miro hacia otro lado por otros crímenes? ¡Así es como se hacen los policías corruptos!

—¡Dios mío! Podrías salir del auto y aconsejarles sobre el refugio para indigentes en la calle, o ¡el comedor dos manzanas más arriba! Podrías darles algo de dinero y sacarlos del frío. ¿Por qué meterlos en la cárcel durante la noche o más?

—¿Alguna vez has pensado que están más seguros allí? ¡Veo esto todo el tiempo, Ohm! ¡Algunos de ellos terminan muertos!

Toey busca a tientas su teléfono y abro la puerta del auto los coches detrás de nosotros comienzan a tocarnos la bocina mientras agito mis brazos hacia los dos chicos en la esquina.

—¡Váyanse de aquí! —grito.

—¡Maldición, Ohm! ¡Vuelve al auto!

Comienzo a caminar por la carretera cuando Toey estaciona el auto en doble fila frente a mí. Corre hacia mí y lo esquivo.