¿Y ahora qué? ~Capítulo 2~

4.1K 307 134
                                    

Creyendo que por fin estaba muerto abrió los ojos para encontrarse tendido en su cama abrazado a un peluche de zorro con la vista puesta en el techo y una profunda oscuridad. Era su habitación.

Sentía un gran peso en el pecho aparte del peluche. La cabeza de un niño de unos 5 años descansaba encima de él, yacía profundamente dormido y fácilmente pudo reconocer su rostro.

—¿Evan?— Se levantó de un salto cosa que hizo que el niño se despertara incluso más asustado que él.

—¿Qué pasó?— El pequeño estaba temblando del susto. Por un instante creyó que había empezado el armagedón, pero solo se confundió más cuando su hermano se lanzó a abrazarlo como si nunca lo hubiese hecho.

—¡Evan!— No pudo contener las lágrimas cuando sintió el cálido cuerpo de su hermano y su corazón acelerado pero funcional. —Lo siento tanto hermanito...

Evan estaba tratando de entender las actitudes de Michael mientras lo miraba un poco extrañado.

—D-De acuerdo pero ¿Por qué te perdono? ¿Por despertarme?

—Lo que tú quieras hermanito— Michael tampoco entendía nada de lo que estaba pasando, él solo estaba feliz de ver a su hermano menor con vida. Lo demás era secundario. —¿Qué quiere hacer? ¿Q-Quieres jugar?

—No, solo quiero dormir— Mencionó dando un pequeño bostezo y tumbandose de nuevo en la cama.

—E-Esta bien ¿Te leo un cuento? ¿Te canto una canción?— Parecía que estuviera teniendo un ataque de ansiedad.

—Solo duérmete y ya.

—¡Claro! Ya mismo me duermo.

Michael se recostó al lado de su hermano, este lo envolvió con sus brazos y cerro sus ojos para seguir durmiendo. Mike acariciaba su cabello sin dejar de llorar, fue hasta que Evan cayó en un sueño profundo que comenzó a analizar su entorno.

Estaba en la misma habitación que ambos compartían cuando eran más pequeños. Miró el reloj cobre la mesa de noche.

03:07_AM

Se levantó tratando de no despertar al niño. Salió del cuarto y efectivamente era su antigua casa. Bajó las escaleras y se dirigió hasta la cocina, tomo agua del refrigerador, la sirvió en un vaso pero en vez de beberla se la echo encima.

—Se siente demasiado real para ser un sueño— Volvió a llenar su vaso pero está vez si lo bebió. Revisó el lugar y comió todo lo que pudo conseguir. Su destino fue interrumpido por una voz proveniente justo detrás de él.

—¿Qué haces despierto a esta hora mocoso?— Michael se asustó. Reconocería ese maldito acento británico dónde fuera.

—¿Papá?

—Estás todo mojado. Ve a secarte y a dormir.

—¡¿Papá?!

—Coño ¿Quien más va a ser?— Síp, ese era su padre, pero necesitaba estar 100% seguro así que le lanzó un cilantro en la cara y evito correr para esperar su reacción. En efecto, era su padre.

Subió las escaleras con un ardor rojizo es la mejilla izquierda, probablemente sería de otro tono en la mañana, pero ese no era el mayor disgusto.

—¿Qué diablos hace aquí?— Si primero no sabía lo que pasaba ahora lo haría menos. —¿Me habré metido demasiado en mis recuerdos?— Esa era la respuesta más lógica que se le ocurrió, pero estaba lejos de ser la correcta.

[ . . . ]

En la mañana, fue su hermano quien lo despertó para que lo ayudara a arreglarse. Mike estaba contento de poder pasar la mañana con el niño, tanto que olvidó la existencia de su otra hermana.

Se encontraba lavándose los dientes cuando por fin se digno a mirar su reflejo. Un chico de unos 11 años se encontraba frente suyo, la tez blanca y el cabello desordenado lo tomaron por sorpresa, se había acostumbrado de mala forma al color morado y la escasez de cabello, ahora parecía un humano de nuevo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el llanto de una niña. Se asomó a la puerta del baño para saber de dónde venían los sonidos.

—¿Elizabeth?— Escupió la crema y dejo el cepillo de lado para investigar.

—¿Mike?— Se oyó la voz de una mujer adulta en el primer piso. —Cariño ¿Ya estás despierto?

—¿Mamá?— Bajó las escaleras corriendo, se dirigió hasta la sala y se detuvo frente a la figura femenina que intentaba cesar las llantos de la niña.

—Buenos días cielo ¿Cómo amaneciste?— No recibió respuesta en su lugar vio como su hijo lloraba sin ninguna explicación. —¿Está bien? ¿Por qué lloras?

—¿Mamá? N-No pasa nada, e-estoy bien– No era cierto.

Supuso que vería muchas cosas pero no estaba listo para ver a su madre, más porque la última vez que la vió había sido colgando de una soga.

El muchacho miraba de pies a cabeza a la mujer. Llevaba su cabello naranja amarrado en un moño alto, un vestido rosa hasta las rodillas con mangas cortas, un delantal blanco y pantuflas azules. Cargaba en sus brazos a la niña que empezaba a cesar su llanto.

—Se golpeó con el sofá, ¿Podrías cuidarla mientras termino el desayuno?

—¡Claro!— Michael sostuvo su hermana mientras su madre corría a la cosina como si algo se estuviera quemando, y no estaba tan equivocado.

—Agh, debí apagar esto primero— Habló desde la cocina mientras secaba la leche que se había derramado —¿Te molestaría tomar chocolate sin leche?

—No, para nada— Ni siquiera escucho bien lo que dijo, solo se quedó viendo su lindo rostro sonriéndole.

—Buenos días mamá— Evan estaba bajando la escalera, a pesar de despertar primero parecía más dormido que su hermano mayor.

A Mike le pareció tierno ver cómo frotaba su ojo izquierdo dejando a la vista su único ojo verde.

—Buenos días corazón, siéntense, ya casi está listo— Se sentaron en la mesa y en pocos minutos se encontraban comiendo como una familia feliz sin preocupaciones. Pero algo faltaba...

—¿Dónde está papá?— Preguntó Mike. Lo había visto en la noche y le parecía extraño no verlo ahora.

—Salió muy temprano— Respondió su madre mientras ayudaba a comer a la pequeña Elizabeth. —Mencionó que estaba trabajando en algo nuevo– Eso se oía mal.

—¿Dijo algo más?

—No, solo eso

—¿Se fue sin comer nada?— Está vez fue Evan quien preguntó un poco preocupado.

—Sí, pero supongo que comerá en algún lugar— Lo dijo a pesar de saber que su marido llevaba semanas sin comer bien.

—Evan, vayamos al parque— No le interesaba en los más mínimo dónde o qué estaba haciendo el hombre que lo maldijo horas atrás, solo quería disfrutar este extraño suceso con su hermano y su madre.

¡Ah! Y quizás con elizabeth.

Sueño de Morir (FNAF AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora