Sueño de Morir (FNAF AU)

Pizza ~Capítulo 5~

Lunes...

Michael estaba sentado en la primera fila de la clase.

Había olvidado lo mucho que odiaba ir al colegio, más aún por el hecho de que su apellido era de los primeros en la lista y le tocaba sentarse hasta el frente dónde todos lo podían ver.

Estaba cabeceando de sueño cuando escucho al profesor llamarlo.

—Joven Afton, ¿Podría decirnos cuánto es el resultado de esta operación?— Michael dió un vistazo a la pizarra con más problemas de los que había afrontado en su vida.

Claramente no había estado escribiendo cosas que el mayor noto, pero aún así...

—La respuesta es 338— No le tomo mas de un segundo analizar la pregunta, por más complicado que le pareciera a los chicos de su edad él ya había dominado el tema hace... ¿40 años? Más o menos.

—¿Podría pasar al frente y explicarnos cómo lo hizo?— De muy mala gana el joven obedeció, le arrebato el marcador de las manos al hombre y como si de un jugo se tratara, lo resolvió en un santiamén.

—¿Es correcto?— Ahí está de nuevo su tono sarcástico.

—Sí— Tal parece que su plan de joderle la existencia no funcionó. —Enséñame tus apuntes— Olvídenlo, no ha terminado.

—¿Por qué?

—¿Tengo que tener una razón?

—Sí, de hecho sí.

—Muéstramelo— Sus compañeros empezaron a murmurar diciendo cosas como que Afton era un irrespetuoso o que el profesor es estaba pasando un poco.

Ya resignado le entrego su cuaderno y el mayor le bajó dos puntos a su nota, uno por no escribir y otro por cuestionarlo.

—Odio la escuela— La vida le estaba pidiendo mucho y el solo quería saltar por la venta del décimo piso.

[ . . . ]

Al llegar a casa lo primero que hizo fue entrar a ducharse, se cambió y paso todo la tarde haciendo tareas o jugando con Evan.

Se le antojo comerse una pizza como solo Henry sabía hacerlas, recordó una receta que le enseño, aunque nunca tendría el mismo sabor decido intentarlo.

—Hey Evan, ¿Quieres ayudarme?

—¿A qué?

—¡Hagamos una Pizza!

—P-Pero no podemos tocar la cocina sin un adulto y mamá está durmiendo.

—No te preocupes, se lo que hago— Quería seguir cuestionándolo pero la idea sonaba divertida así que accedió.

Por otro lado Michael era mentalmente un adulto y para el eso contaba como suficiente.

[ . . . ]

Unos minutos bastaron para que ambos estuvieran llenos de harina e inexplicablemente Michael tuviera un huevo estrellado en la cabeza. Pero al menos se divertían.

La decoración fue lo menos complicado de hacer;:Evan estaba esparciendo queso mientras su hermano regañaba a Elizabeth por robarse uno de los tomates que estaba cortando.

—No le grites, déjala— Hablo Evan empezando a echar las cebollas ya cortada.

—Me está sacando la lengua, ¿Ves que ma saca la lengua?— Más que eso, aún estaba resentido con ella por lo del scooper y el hecho de que lo utilizo como un disfraz. Quizás era un poco estúpido guardarle resentimiento a una niña, pero él lo hacía.

Escucharon pisadas en las escaleras, intentaron recojer las cosas tiradas en el suelo lo más rápido posible pero no sirvió de mucho, su madre ya estaba ahí.

—¿Qué? ¿Qué están haciendo?— Pregunto en tono molesto.

—Ah, ¿Una pizza?— Clara hecho un vistazo a la cabeza de su hijo.

—Ve a lavarte el cabello, tú termina de hacer eso y ve a bañarte también— La mujer cargo a su hija del suelo. —Yo voy a limpiar todo antes de que llegue papá.

Todos hicieron lo que les correspondía, al final Clara encendido el horno y espero que la creación de sus hijos al menos supiera bien.

William llegó a tiempo para ver servían la pizza.

—¿Qué es eso?

—¿Pollo a la plancha?

—¡Michael!— La dama recibo a su marido mientras regaña al mayor de sus hijos. —Bienvenido cariño, los niños hicieron una pizza.

—¿Ah sí? Déjame probar— Afton se sentó a la mesa y el joven le extendió un plato con dos porciones.

—Buen provecho, ese tiene veneno.

William estaba a punto de regañarlo pero cuando mordió el trozo de pizza se le fue la voz por unos segundos.

—¿Tu la hiciste?

—Sí, ¿Algún problema? ¿Sabe mal?

—A mi me parece que está deliciosa— Dijo Evan en modo de defensa. Clara probó la comida y se quedó viendo a su esposo por unos segundos.

—¿Dónde encontraron la receta?

—¿En Youtube?— Olvidó que por razones obvias William reconocería la receta de Henry.

—¿No dijiste que tu la imaginaste?— "Gracias Evan, pero no eres de mucha ayuda".

Un silencio incómodo se apoderó de la mesa hasta que Clara se aclaró la garganta y empezó a hablar.

—Por cierto, ¿Cómo les fue en la escuela?

—Muy bien.

—Yo obtuve un 8 en matemáticas.

—¿Cómo por qué?— Su padre accedió a dejar el otro tema de lado.

—Porque soy muy "irreverente" y no tomo apuntes.

—Mas te vale hacer hasta lo imposible para recuperar esa nota. Ya casi acaba el trimestre y no quiero llevarme una sorpresa.

—Tal vez te lleves más de una.

El resto de la cena se baso en William dando un discurso sobre la importancia del estudio y el porque debían ser exitosos como él. Que el dinero era importante para subsistir y demás cosas a las que no le prestó atención.

Lo que en verdad noto fue que su madre había pasado el rato sonriendo pero al mismo tiempo parecía estar decaída cada que su marido hablaba.

"¿Qué será lo que tiene?"