Divorcio ~Capítulo 41~

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Las calles estaban repletas de autos así que probablemente no era tan tarde. Estuvo a punto de chocar varias veces e incluso creé que le rayó el auto a alguien, pero eso no le importa.

Frenó frente al local evitando estrellarse en los contenedores de basura. Bajó del auto luchando por mantenerse de pie, tambaleándose hasta la puerta del local.

—¿Tío William?— La irritante voz de su "sobrina" llamó su atención. Levantó la vista del suelo y se enfocó en la niña completamente empapada por la lluvia mirándolo con una luz de esperanza en sus ojos.

Claro, se supone que hoy era su cumpleaños.

—¿Charlotte? ¿Qué haces aquí afuera? ¿Dónde está Henry?— La chica bajo la cabeza.

—Ellos me cerraron la puerta— Dijo sentándose en la cera. —¿Cree que usted pueda abrirme?— El mayor caminó hacia la entrada e intentó abrir la puerta jalándola y empujándola.

—Está cerrado— Dijo seriamente poniendo su mano sobre su barbilla.

—Oh, no me había dado cuenta, muchas gracias— William estaba demasiado ebrio como para notar el sarcasmo en su voz así que lo pasó por alto.

—Ni modo... Buena suerte— Le restó importancia y se dió la vuelta para volver a su carro pero sintió como la niña lo sujetaba de su camisa.

—Espere, ¿Usted no tiene la llave de la puerta trasera?— William tocó por encima sus bolsillos como si realmente estuviera buscando algo.

—Ups, creo que las olvidé en mi auto— Rió en voz baja soltándose del agarre de la menor.

—¿Usted también va a abandonarme?— Ignoró completamente a la chica y subió a su auto para encenderlo. Charlie puso una expresión de tristeza en su cara e intentó acercarse al auto. —¡Por favor! ¡No me deje aquí!

William arrancó sin notar lo cerca que Charlotte estaba de su lugar. Al estar tan mareado no midió lo fuerte que presionó el acelerador haciendo que hasta él se asustara tratando de frenar rápidamente.

El sonido del auto se mezcló con un gritó de agonía debajo de las llantas. Rápidamente miró por la ventana notando que la pequeña de hace un momento no estaba frente a él.

—¿Charlotte?— El hombre se bajó del auto para ver de dónde mierda había salido ese grito.

Se paró frente al auto y sintió como la sangre le baja desde la cabeza hasta los pies. Sus ojos se abrieron y sus pupilas se dilataron, las palabras no salían de su boca por más que intentara, sus piernas temblaban amenazando con tirarlo al suelo, y eso hicieron.

El cuerpo de Charlie estaba siendo casi aplastado por la llanta del auto. Un charco de sangre comenzaba a expandirse por el suelo y el rostro aterrorizado de la pequeña lo hizo darse cuenta de que quizás aún estaba viva.

—¿Charlotte?— El mayor poco a poco salió de su trance dándose cuenta de lo que había hecho. —¡CHARLIE!

Se arrastró hasta el cuerpo de la niña intentando sacarla de debajo del auto. Esta pareció reaccionar e intentó tomar las manos de William pero su brazo perdía fuerzas cada que intentaba hacer un movimiento.

—T-Tío...— Susurró mirando a William con sus ojos llenos de lágrimas antes de que su vista se nublara por completo y dejara caer su brazo. Ella aún tenía los ojos abiertos, pero...

—¡Hey! Charlie... Nena, mírame— William luchaba porque la pequeña siguiera con él, pero ella simplemente no reaccionaba.

Estaba muerta...

Sueño de Morir (FNAF AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora