—Pobres perritos— Decía Vincent acomodando una pila de fuegos artificiales en el patio de la casa arrepintiéndose de cada movimiento que hacía.
—Pobres niños autistas— Agregó Michael llegando con una caja de fósforos y haciendole una ceña para que se apartara.
Sin más preámbulos y con un posible regaño en camino, Michael encendió el fósforo y lo acercó a la cuerda del primer cohete. Esperaron un segundos a ver qué pasaba y cuando la cuerda estaba por agotarse se apagó.
—¿Seguro que compraste los de buena calidad?— Preguntó Michael a su amigo.
—No lo sé. Los conseguí en un remate ayer en el centro.
—No puede ser...— Mike rió un poco mientras se acercaba a la pila de fuegos artificiales. Escuchó un sonido agudo que por instinto lo hizo retroceder justo a tiempo para ver cómo estallaba el primer cohete. —¡Hey! ¡Sí funcionan!
—¿Ves? Te lo dije— Ambos se echaron hacia atrás para ver el espectáculo frente a su ojos. Muy probablemente ahorita vendría el señor Afton a regañarlos por eso, pero no importaba.
Michael miraba el fuego asombrado. Quería ver más.
Mucho, mucho más.
Por un impulso idiota tiró rápidamente otro fósforos sin saber dónde putas cayó. Vincent lo notó y le dijo que no hiciera eso o podría terminar incendiado todo el jardín.
—Oh, vamos. ¿Cómo podría incendiar el jardín si ni siquiera...
—¡MICHAEL JASPER AFTON SMITH!— Oh ouh... Alguien acaba de utilizar su hombre completo.
Ambos jóvenes de voltearon para ver a un enojado William detrás de ellos. Mike iba a inventar cualquier excusa pero fue interrumpido por un estallido fuertísimo de los cohetes.
—¿Qué cara-
—¡Mike, cuidado!— Vincent lo jaló del brazo y corrió rápidamente hasta donde estaba William. Los tres presentes vieron como el césped comenzaba a encenderse en fuego y uno de los arbustos se estaba quemando.
Con que ahí cayó el segundo fósforo...
—¡Idiotas! ¿Qué mierda estaban haciendo?— William entró a la casa corriendo para buscar un extintor que tenía guardado en la cocina.
Los menores de los Afton miraban el espectáculo con asombro desde las ventanas mientras Clara se mordía las uñas esperando que el incendio no fuese a propagarse.
—¡Mami, mira! ¡Se está quemando la casa!— Sonrió alegremente la más pequeña.
—No creo que eso sea algo bueno, Liz— Evan se veía un poco preocupado al respecto, pero no tanto como su madre que le estaba por dar un ataque al corazón.
—El jardín...— Susurró viendo como William llegaba a apagar el fuego que había crecido enormemente en el segundo que fue por el extintor.
Michael y Vincent trataron de ayudar apagando el fuego con agua. Mike rió tras recordar el dicho de "El fuego se apaga con fuego" pero sabe que implementar esa idea ahora solo empeoraría la situación.
Al estar fuera de peligro. William se quedó mirando los restos del incendio en el patio con una expresión neutra mientras le daba una especie de tic en el ojo. Lentamente se fue volteando a los dos jóvenes detras de él. Realmente estaban en problemas...
—¿Quién fue?— Preguntó con su ronca voz. Tan calmada y gruesa que hace estremecer a cualquiera. Michael vio que aún tenía la caja de fósforos en las manos y se la tiró a Vincent al mismo tiempo que lo señalaba con el dedo.
—Fue él— El pelinegro se indignó ante tal acusación mientras William soltaba un suspiro cansado.
—Entrégame tu celular. Estás castigado— Dijo William tratando de mantener la calma y recordando los ejercicios de respiración que le enseñó Jen. Aunque con tando humo en el ambiente era imposible respirar correctamente. Solo Mike estaba disfrutando de ese aroma.
—Papi, por favor, fue un accidente— A Michael solo le faltaba llorar porque hasta de rodillas estaba pidiéndole que no le quitase el celular. William ignoró todo súplica de su parte y le prohibió todo contacto con la tecnología al menos por una semana, incluso se quedaría con Helpy todo ese tiempo.
Al final terminó con Terry y sus hermanos estallando cebollitas en la acera porque también le prohibieron acercarse a la pólvora o cualquier cosas que pudiese causar un incendio.
—¿Cómo eres tan cruel para prohibirle la diversión a un chico en navidad?— Preguntó enojado Michael.
—¿Te parece divertido incendiar cosas?— Mike asintió. —Tiene que volver a las terapias semanales...
—Nah... No lo necesito— Mike cerró los ojos por un instante sintiendo como las manos de William se ponían sobre su cuello. Por puro instinto se apartó pensando que trataría de ahorcarlo o hacerle cualquier cosa con la intención de lastimarlo pero se sorprendió al ver que tenía una tira en sus manos.
—Tranquilo, es para ti— El menor no comprendía muy bien el sentido del presente, pero por alguna razón William le estaba colocando una gargantilla. Tenía un buen diseño y realmente no se le veía mal, pero aún así...
—¿Por qué?— Preguntó viéndolo confuso.
—Es un localizador— Mike rápidamente trato de quitárselo. —Es broma, es broma. Lo compré ayer para ti.
Mike sonrió cómodamente mientras se ajustaba el nuevo collar. No iba a admitirlo en voz alta, pero realmente le había gustado.
—No esperes que lo usé todo el tiempo— Era una maldita mentira. No se lo iba a quitar ni para dormir aunque corriera el riesgo de ahorcarse. —Feliz navidad, papá.
—Feliz navidad, hijo.
[ . . . ]
—Y pues... Desde ese día William perdió el 30% de la confianza que me tenía— Explicaba el menor con cierto tono nostálgico. —Pero bueno, no ha vuelto a ocurrir algo parecido.
—Jhm... Pensé que había sido algo más grave— Comentó Vanessa revisando la nevera en busca de frutas para un batido. —Por como hablaban de el dichoso incendio creí que era algo mucho más aterrador.
—Quizás no se escuche tan fuerte, pero en el momento si lo vivimos como un verdadero infierno— Mencionó el menor rascándose el cuello. A veces le molestaba tener la maldita gargantilla todo el tiempo, pero no pensaba quitársela, habia sido un regalo de William.
El único regalo de corazón que le dió en toda su perra vida.
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Sueño de Morir (FNAF AU)
FanfictionDurante el incendio de Pizzería Simulator, Michael Afton analiza su vida y piensa en lo mucho que le gustaría haber sido una persona normal. Debido a esto rencarna en un universo paralelo dónde tiene la oportunidad de arreglar sus errores y los de s...