~Headcanon 3~ Last friend

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10:00PM
El día ya había terminado para algunos, la mayoría de personas se dirigían a su casa para descansar después de una larga jornada de trabajo, otros apenas empezaban el turno nocturno, algunos ni siquiera salieron hoy y veían toda la movilidad desde su cómoda ventana.

Desde afuera de una peluquería se podía ver como una mujer le daba vuelta al cartel que estaba en la puerta para quedar del lado que indicaba que el lugar estaba cerrado.

Había un joven castaño que se encontraba barriendo el local con mucha calma, solo quedan ellos dos en el lugar, jefa y empleado, el muchacho estaba a punto de sacar la basura cuando sintió que alguien lo sujeto con delicadeza del brazo.

–D-Déjala ahí, yo me encargo mas tarde– Hablo la mujer un poco nerviosa –Debo hablar contigo.

–¿Sucede algo señorita Brown?– Pregunto el chico dejando la basura en una esquina y girándose para verla mejor.

–S-Si, yo– Dio un largo suspiro antes de continuar, su rostro demostraba incomodidad y lastima –Mira Evan, se cuanto necesitas este trabajo pero... Ya no te puedo seguir teniendo aquí.

La mujer extendió un sobre hasta el chico que lo tomo con una expresión neutra, ya sabia que lo iba a despedir, sus compañeros y algunos clientes se quejaban de el por su actitud y por su olor, y a su jefa no le gustaba tener problemas dentro del horario laboral, así que no lo sorprendió la noticia

–Ahí esta tu sueldo más la liquidación, lo lamento, puedes retirarte.

El ojiazul hizo una reverencia y se dispuso a salir del local por la puerta principal, antes de cerrarla se detuvo mirando a dentro por última vez, le dedico una cálida sonrisa a la mujer que lo miraba con pesar, esta se sorprendió un poco pues era la primera vez que lo veía sonreír.

–Muchas gracias por todo– Dijo antes de retirarse para no volver nunca más.

Iba contando los pasos para llegar a su casa, no tenia muchos ánimos de salir mañana, probablemente se acostaría en su colchón a morir toda la semana hasta que se le pase lo pendejo.

Pero primero pasaría por una tienda para comprar una caja de chicles y una bolsa de café, tiene que alimentar su ansiedad de alguna forma.

Se detuvo frente a un bar que normalmente era un escandalo pero hoy extrañamente estaba más tranquilo, era demasiado raro teniendo en cuenta que es fin de semana, reviso sus bolsillo para asegurarse de tener sus audífonos y entrar, tenia ganas de un trago pero no le gustaba la música que ponen en esos lugares.

Había poca gente y la música no estaba tan alta, aun así para el seguía siendo desesperante, pidió algo suave y se sentó en una mesa lo más alejada posible de donde estaban las personas con sus auriculares, saco un encendedor de su bolsillo y comenzó a jugar con el fuego como ya se le había hecho costumbre.

"Solo será un trajo suave".

No lo fue.

No llevaba la cuenta de cuantas botellas se había tomado, pero conociendo su baja tolerancia al alcohol posiblemente fueron dos, aun tenia dinero pero no quería gastárselo todo, pensó en recostarse de la mesa un rato hasta que se le pasa un poco el mareo y poder irse a su casa, pero no calculo bien el movimiento y termino dándose un golpe en la frente haciendo que uno de sus audífonos se cayera, lo busco con la mirada por el suelo algo asustado, luego sintió un toque en su hombro y se giro para saber quien era.

–Disculpa, creo que esto es tuyo– Un hombre alto se le acerco por detrás con su auricular en la mano.

-Uh, g-gracias- Intento tomarlo pero su mano se desvió a otra parte sin siquiera tocarlo.

Sueño de Morir (FNAF AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora