9. No es paranoia, es miedo

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Jade

Stormy cierra la puerta del cuarto, otra noche más se va a eso de la una de la mañana. Yo me pongo en pie y empiezo a dar vueltas por la habitación, no puedo dormir, y tampoco me atrevo a mirar por la ventana. 

No después de lo de la otra noche. 

Una corriente de aire entra por la puerta del baño, me acerco a cerrarla pero veo en una esquina la cesta de la ropa sucia, me pican los dedos por la curiosidad. Entro al baño, iluminado únicamente por la luz de la luna. 

Abro la tapa y saco una camiseta de color morado oscuro, en ella hay una gran mancha seca, y estoy segura de que esta vez no es pintura. 

Miro el resto de su ropa, y hay más manchas de sangre, por todos lados. 

Tocan la puerta de la habitación, lo que me sobresalta y me hace poner todo en su sitio y taparlo de nuevo. 

Respiro hondo varias veces hasta que consigo tranquilizarme y logro abrir la puerta lo bastante relajada. 

Veo a Rusu apoyado en el marco de piedra y mirándome sin ninguna expresión en su rostro. 

-Qué haces despierta? 

-Qué haces aquí? -ninguno responde la pregunta del otro, así que nos quedamos en silencio. Aprovecho para fijarme en sus ojos inquietos, que van de mi cara al interior de mi cuarto como diciendo "Voy a entrar, pero tienes que dejarme pasar primero". -Pasa. -me echo a un lado para que cruce la puerta, tiene que agacharse un poco para no chocarse con la piedra del marco. 

-Qué haces despierta? No se supone que estabas ocupada durmiendo? 

-No podía dormir. -me cruzo de brazos apoyándome en la puerta para ver sus movimientos. 

-Y la otra? -pregunta mirando la cama de Stormy. -Quién tienes por compañera?

-Stormy. -sus ojos se abren y por unos segundos me mira sorprendido, pero enseguida cambia su expresión. 

-Vaya. -hace una expresión de desagrado mirando las sábanas desordenadas de su cama para después sentarse en la mía y apoyar su espalda en el cabecero. -A qué esperas niña? No muerdo, a no ser que tú quieras. -sonríe elevando una de sus cejas palmeando el colchón. 

-Tienes complejo de mosquito chupasangre o qué? -bromeo. 

-Uf, eso duele, sabes? -se hace el ofendido para luego mostrar su sonrisa burlona. Me siento a su lado en silencio, los dos nos quedamos viendo a la nada durante unos minutos, tan solo disfrutamos de la existencia del otro. 

En ese tiempo de silencio aprovecho para analizar su olor a madera, me encanta. 

-Sabes? En los tejados del internado hay paseos que te llevan de una torre a otra, molan mucho. -conecto mi mirada con la suya. 

-En serio? Y qué hay ahí arriba además de tejas y mucho frío? 

-Gárgolas, de todo tipo, forma y tamaño. Y también puedes ver el atardecer. 

-Eso ya me gusta más. -me giro para poder verle la cara y estar más cómoda. 

-Te apetece recorrer el tejado conmigo? -pregunta. 

-Claro, pero va a llover toda la semana. 

-El domingo no. 

-Está bien. -sonrío dándole la mano para reafirmar nuestro trato. El día antes de que empiece las clases aquí de una vez por todas. 

Seguimos hablando hasta que poco a poco me voy quedando dormida a su lado. Me siento tan bien a su lado que es raro, como si le conociera de toda la vida. 

Cuando se aleja de mí entreabro los ojos y le veo arrastrar a Stormy por la puerta hacia el pasillo, se gira para cerrar y en esos cinco segundos puedo ver la ira pura de su mirada. 

Pero estoy demasiado agotado como para seguir despierta. 

...

Salgo al patio seguida de Sylver, después de horas a parado de llover un poco. 

Como el césped está mojado, mi bolita de pelo me pide que lo suba a mis brazos, y eso es lo que hago. 

Paseo por el patio vacío en silencio tarareando una canción y acariciando su cabeza peluda. 

Todo va bien hasta que mis pies me llevan a la entrada del bosque, me detengo antes de entrar porque los recuerdos de la cosa que vi la otra noche siguen ahí, más presentes de lo que deberían. 

Antes de poder alejarme se escuchan aullidos a lo lejos, y también algo que pisa las ramas del suelo y las rompe con facilidad. Sylver empieza a bufar y a enseñar sus dientes hacia el bosque, lo que me hace entrar en pánico porque supuestamente no hay nada ahí dentro. 

Doy varios pasos hacia atrás antes de chocar con alguien. -Prima, qué haces aquí? -pregunta Isaac más serio de lo normal. 

-Nada, solo estaba dando una vuelta. -digo, y es la verdad, no tenía pensado meterme en ese bosque sola. 

-Guay, ya tengo tu horario, quieres verlo? Así podemos modificar algunas cosas si quieres. -sonríe volviendo a transmitir esas buenas vibras de siempre. 

-Vale, está bien. -pego más a Sylver a mi pecho. Caminamos los dos juntos, pero antes de entrar al castillo de nuevo veo algo en el bosque, algo muy grande y horripilante, parpadeo varias veces pero para cuando abro los ojos de nuevo esa cosa ya no está. 

Por Dios, qué está pasando? 

...

Entro a mi cuarto y voy directa al baño después de dejar a Sylver en el suelo. 

Él maúlla pidiendo más contacto de mi parte. Abro la cesta de la ropa y saco las mismas camisetas de ayer por la noche, pero ninguna está manchada de sangre. 

-Qué narices...? Me estoy volviendo loca. -dejo todo en su sitio y empiezo a dar vueltas en el baño pensando en todas las cosas que han pasado desde que pisé este sitio, incluyendo las sensaciones y pensamientos que he tenido y que para nada son normales en mí. -Definitivamente tengo que estar volviéndome loca... 

Me estoy volviendo paranoica, las cosas no eran así antes. Yo no era así antes. 

Es este sitio, estas paredes me están consumiendo. 

JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora