Jade
Golpes, muchos golpes. Alguien (o más bien algo) golpea una puerta de madera antigua con una fuerza descomunal.
Pero la madera aguanta, como si estuviese encantada y no se rompiese ante nada.
También escucho cadenas arrastrarse por el suelo, y gritos desgarradores de alguien. Conozco esa voz, pero no acabo de recordar a quién pertenece.
Abro los ojos sobresaltada, era una pesadilla, o eso quiero creer.
Aún es de noche, pero sigo escuchando golpes en una puerta, y no es la mía.
"-Jade! "
Entro en pánico al escuchar mi nombre, un sentimiento de claustrofobia y nictofobia me recorre todo el cuerpo. de arriba a abajo hasta quedarse en mi pecho.
"-Jade! "
Tengo que ayudar a lo que sea que está atrapado.
Salto de la cama, me pongo unas zapatillas y salgo de la habitación. Sylver maúlla pero lo ignoro, esto es más importante, siento que una parte de mí es la que está atrapada a saber dónde y gritando de miedo por alguien que lo salve.
"Si es así por qué la voz es de un hombre? "
Ignoro a mi subconsciente y corro por los pasillos siguiendo los gritos, los golpes y las cadenas que resuenan en todas partes y en ninguna a la vez.
Llego a unas escaleras de caracol completamente oscuras, de ahí proviene el ruido, de ahí abajo.
Comienzo a bajar ignorando mi miedo a la oscuridad, porque en este momento lo veo todo demasiado claro.
Al llegar abajo y pisar el suelo de piedra un escalofrío me recorre el cuerpo.
Sí, hay una puerta.
Y sí, hay cadenas.
Pero la puerta está abierta y las cadenas, que antes impedían que alguien cruzase por esa puerta, ahora está rotas.
No me atrevo a seguir caminando, no sé si es por el viento gélido que sale de esa puerta o por lo que sea que haya podido romper la puerta y las cadenas.
Tan siquiera sé cómo he llegado hasta aquí, ni siquiera sabía que esta parte del castillo existía, ni Isaac ni Nic me hablaron de ella.
Y la verdad preferiría seguir mi vida sin saber que esto existía.
...
Me estiro en la silla del escritorio, agotada de hacer tantos deberes y trabajos.
Miro la hora, necesito tomarme un respiro y relajarme.
Cierro los libros me calzo y salgo al patio. Apenas hay gente, probablemente estén estudiando o comiendo.
Me siento en un banco frente al acantilado, pero mi mente solo piensa en una cosa, en el bosque.
Algo me dice que está ahí dentro, que Rusu está ahí, esperándome, y no sé si será verdad, pero le hago caso a mi corazonada y me levanto.
Entro y recorro el sendero en silencio, disfrutando del aroma a flores silvestres y a pino (tan característico de Rusu).
No tengo ni la menor idea de porqué sé que está en el claro del otro día, pero lo sé, y ahí es hacia dónde me dirijo.
Al llegar lo veo tumbado en el suelo en medio de las flores, me acerco sigilosamente para no despertarlo. Está completamente dormido, y tiene ojeras bastante grandes en sus ojos, qué raro, el otro día no las tenía.
Me quedo pensando en eso de pie, a su lado, tiempo que aprovecha para abrir los ojos y saltar sobre mí como si fuese una presa.
Como si fuese su presa.
Los dos caemos al suelo haciendo que los pétalos de las flores vuelen a nuestro alrededor.
-Dónde estuviste? -pregunta mirándome con... Anhelo? No lo sé, pero me mira como si fuese un tesoro, y me gusta.
-En clase. -respondo obvia, mi respuesta no le convence, pero deja las palabras a un lado y apoya su cabeza sobre mi pecho sin soltar mi cuerpo de sus brazos. -Qué pasa? Por qué todos estáis raros?
-Raros? A qué te refieres?
-A todo... Todos me miran como si hubiese vuelto de entre los muertos por arte de magia, me preguntan que dónde estaba cuando siquiera he salido del internado. -suspiro mirando el cielo. -Sabes? A veces siento que todos los que me rodeáis parecéis encajar, como si sintieseis una conexión con algo, algo que yo no siento. -no sé cómo lo hace, pero cuando estoy a su lado siento que puedo contarle todo porque no me va a juzgar.
-Cuántas veces es "a veces"?
-Todo el tiempo. -nos miramos a los ojos y juro por Dios, que por un momento yo también lo sentí, esa conexión mágica (por decirlo de alguna manera) que sienten todos por este lugar menos yo.
-A veces yo también me siento así, sabes?
-Y cuándo no lo sientes? -pregunto sin apartar mi mirada de sus ojos negros como el carbón.
-Cuando...
-Aléjate de ella! -grita Nic, él y Isaac se acercan a nosotros enfadados y muy muy serios.
La vena del cuello de mi hermano está a punto de reventar. -Suéltala!
-Nic, para. -Rusu y yo nos ponemos de pie.
-Él es peligroso!
-No lo...
-Tu hermano tiene razón, soy peligroso para ti. -comienza a acercarse a Isaac y a Nic. -Ten cuidado, porque como la muerda otro será peor a si lo hago yo. -no acabo de entender esa amenaza, a qué se refiere?
Por Dios, me estoy hartando de no entender nada y que nadie me explique.
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Jade
FantasyLlegar a un internado no ha sido fácil para Jade, y menos al notar cosas raras todo el tiempo. ¿Sangre en la ropa de su compañera? ¿Sombras raras? ¿Sonidos extraños? ¿Habitaciones llenas de huesos? Y... ¿Zev?