22. Empiezan los problemas

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Jade

Entro al salón de actos del internado acompañada de Isaac y Nic, después de dos semanas ensayando y estudiando lo que era el Lupercallia, esta noche se celebra la ceremonia de enlace. 

La sala está llena al cien por cien, hay demasiada gente, si no fuera por el pasillo que cruza la sala no se podría caminar. 

No veo a Zev, supongo que llegará enseguida. 

-Por qué hay tanta gente? -susurro una vez llegamos a nuestros sitios. 

-Viene la familia real de vampiros para la ceremonia de enlace. -dice Isaac. 

Esperamos unos cinco minutos hasta que la gente se calla, un hombre alto, de pelo gris y rasgos afilados cruza la cortina roja que hace de puerta. Lleva un traje negro y guantes blancos. 

Empieza a decir un discurso que lee en un pergamino de color amarillento y algo roto. 

-Hola. -susurra alguien a mi lado. 

-Hola. -sonrío al ver a Zev ponerse a mi lado. 

-Con vosotros, Eleonor Rusu. -una chica de cabello negro y corto, piel blanca como la nieve, labios rojos y ojos grandes cruza las cortinas. Lleva un vestido negro de tiras, escote cuadrado, ajustado y corto. -El gran Drácula Rusu. -un señor mayor, de pelo blanco y delgado entra apoyándose en un bastón. -Y el rey y la reina, Vlad y Carla Rusu. 

Todos nos arrodillamos poco a poco, yo lo hago pero Zev agarra mi mano, y parece que no tiene pensado soltarme. 

Entre las cabeza de la gente puedo ver la mirada de desaprobación del rey hacia Zev. Pero enseguida los ojos rojos, tanto del rey como de la reina, pasan a mí. Me observan curiosos y sorprendidos. 

A diferencia de la primera chica, Eleonor, que me ve con los ojos muy abiertos. 

Zev tira de mí para que me ponga en pie, así que lo hago a pesar de que me siento amenazada, pero sé que si estoy con él no me harán nada. 

Al ponerme en pie toda la sala me mira. 

Siento a Zev acariciar mi mano para que me tranquilice. 

Zev

Siento el nerviosismo de Jade inundarla por dentro. 

Miro a mi padre, que intenta mantener la compostura, no sé si debido a la sorpresa o a qué. 

Sin embargo mi madre me sonríe orgullosa, al igual que el abuelo, que asiente mirándome. 

Eleonor clava la punta de sus uñas en las palmas de sus manos debido a la rabia que está sintiendo. -Feliz Lupercallia a todos, y que la oscuridad os acompañe en vuestra ceremonia de enlace. -dice el abuelo para volver a cruzar la cortina por la que entró llevándose a todos con él. 

Nadie aplaude ni dice nada, solo se ponen en pie sin quitarle el ojo de encima a Jade. 

-Será mejor sacarla de aquí. -dice Isaac en mi oído. Tiro de ella para que camine y podamos largarnos de aquí antes de que venga uno de los mandados de mis padres a por nosotros. 

-A dónde vamos? -pregunta una vez estamos fuera de la sala. 

-A la torre de aire. -digo sin pensarlo mucho, allí es dónde dan clase de coro. No creo que vayan allí. 

Subo a Jade en mis brazos para empezar a subir las escaleras. 

Antes de cruzar la puerta Nic me detiene, dejo a Jade en el suelo. -Quédate con ella. -le pido a Isaac, los dos entran y cierran. 

-Eres la media luna de mi hermana? -pregunta enfadado y apretando sus puños. 

-Algún problema con ello?

-Sí! Muchos problemas! Como que tu padre odia a los humanos! Y que supuestamente estabas comprometido con Eleonor! -sigue gritando barbaridades hasta que me canso y le agarro del cuello. 

-Cierra la maldita boca, tú no tienes ni idea de lo que es mejor para ella. -le pego contra la pared de piedra. -Esta noche, cuando la luna nos enlace sabrás que no miento. 

-No os enlazará, eres demasiado malo para ella, la matarás en cualquier momento, te puede su sangre. 

Antes de que pueda hacer nada, el director y mi padre aparecen, así que le suelto antes de que puedan ver que estaba a punto de matar a ese imbécil. 

-Hijo, tenemos que hablar. 

-Oh, Nic, sabes dónde está tu hermana? 

-No, no lo sé.

Jade

-Ya te encuentras mejor? -pregunta Isaac.

-Sí, gracias. -me siento sobre mi cama después de que haya utilizado su magia para tranquilizarme. -Quedan dos horas para el baile.

-Tenemos que empezar a prepararnos. -sonríe. -Qué te vas a pomer prima?

-No tengo ni idea.

-Déjamelo a mí, tengo algo que seguro te gustará. -chaquea los dedos y a su izquierda aparece un pequeño portal de colores rosas y naranjas por el que mete la mano.

Saca una caja blanca con un lazo azul como mis ojos. -Para ti, ábrelo.

Hago lo que me dice, lo primero que encuentro es un corsé blanco roto, con lazos al frente, en la espalda y en el lateral.

Saco la tela blanca que hay detrás, desdoblando un precioso vestido corto, falda con un poco de vuelo, escote bardot con una abertura en medio y las mangas caídas y sueltas.

-Dios, Isaac, es precioso. -digo sin poder apartar mi vista del vestido.

-Era de mi madre. -dice con una sonrisa llena de nostalgia.

-Qué le pasó?

-Desapareció cuando apenas tenía unos pocos días de haber nacido, nadie la encontró y tampoco volvió. -su mirada se pierde por unos instantes. -Pero bueno, no es momento de ponerse tristes, tienes que prepararte y yo también. -se pone un pie y me da un beso en la cabeza.

-Isaac. -le llamo antes de que se vaya. -Gracias por todo. -sonrío.

-No es nada.

Enseguida me pregunto cómo ha hecho para traernos a los dos a mi habitación sin salir de la torre de viento.

"Usando magia idiota. "




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