12. Segunda muerte

31 3 3
                                    

Jade

-Me estás escuchando? No te vuelvas a acercar a ese idiota! Nunca jamás! Me escuchas Jade? NUNCA! -grita Nic. 

-Pero qué te asa?! Que os pasa a los dos?! Estáis paranoicos! Desde ayer os comportáis de una forma extraña, y no entiendo qué tiene que ver Rusu en todo esto! 

-Podría matarte! -grita exasperado acercándose a mí. Se aleja dándome la espalda y suspirando. -Otra vez... 

-Qué? A qué te refieres con eso de "otra vez"? -pregunto, enseguida se pone nervioso y no sabe qué decir. -Si esto es una puta broma ya va siendo hora de dejarlo, sabes lo mal que lo estoy pasando desde que llegamos aquí? Y aún por encima ahora soy la rara del internado! 

-Piensa lo que quieras, pero como te vuelva a ver cerca de Rusu el que te matará seré yo. -amenaza Nic largándose de mi cuarto dando un portazo que hace retumbar las paredes. 

-Oye prima, estás bien? -pregunta Isaac acercándose a mí para darme un abrazo. -No le hagas caso, es solo que se preocupa por ti, y ese chico no tiene muy buena fama que digamos. 

-No lo sé, es como si lo estuviese culpando de algo... -me siento sobre mi cama mirando al suelo. -Creo que me estoy volviendo loca.

-No digas chorradas Jade.

-No son chorradas Isaac, la otra noche escuché golpes y gritos que me llevaron a una parte del castillo que no me enseñaste, y veo cosas. -su cara cambia por completo, acerca mi silla del escritorio para hablar cara a cara conmigo. 

-Qué clase de cosas? -pregunta tragando la saliva que se le ha acumulado en la boca. 

-Lo que vi aquella noche fue una bruja, el otro día, cuando estaba delante del bosque vi un lobo muy grande, con los ojos rojos y colmillos enormes y puntiagudos. Y, entré en el bosque... 

-Qué viste en el bosque? 

-Si te lo digo no me tratarás de loca, verdad? 

-Claro que no. 

-Un dragón, enrome, volaba sobre la copa de los árboles. Y... La ropa de Stormy tiene manchas de sangre. -lo último lo digo en un susurro, no sé por qué, pero me da miedo que algo o alguien me esté escuchando. 

-Vale, tú tranquila, sí? -pone sus manos en mis rodillas. 

-Isaac, qué pasa? -pregunto realmente acojonada. 

-Todavía no puedo decírtelo, pero pronto lo sabrás, vale? Ahora tengo que irme. -besa mi frente y se pone en pie. -Ten cuidado. 

-Con qué? 

-Con todo. -su respuesta me hiela la sangre. 

Qué narices está pasando? Dios, no entiendo nada. 

Zev

No me hizo falta verlo para saber que había muerto, otra vez... 

Tuve la misma sensación, opresión de pecho y ganas de arrancarme el corazón y tirarlo lejos. 

La encontré en el bosque, con el pecho abierto y aún sangrante. Un lobo la había atacado. 

A pesar de ser la segunda muerte, me dolió tanto o más que la primera vez. 

Nic y Isaac me encontraron con el cuerpo de Jade en mis brazos, ya frío y pálido pero aún sangrante. 

Habían pasado tres días desde la última vez que habíamos hablado. 

-Otra vez tú... -y ahí estaba el Nic cabreado con todo lo que se acercase a su hermana, pero sobre todo cabreado conmigo. -Te dije que no te acercases a ella! -con un movimiento de mano me lanza contra el tronco de un árbol. 

Si hay algo peor que un brujo enfadado es un vampiro poderoso enfadado (oséase, yo). 

-Sabes que yo no tengo nada que ver con esto! Fue un puto lobo! -grito intentando soltarme de su hechizo. -Que todos la vean como un trozo de carne fresca no es mi culpa! Yo no fui quien decidió traerla a un puto internado de monstruos! 

-Cállate! Tú no sabes lo que le conviene! 

-A caso tú sí? Con qué derecho?! -grito soltándome de su amarre invisible. 

-Soy su hermano! 

-Y yo... -me niego a decirlo, no cuando ella está muerta y yo no. 

-Tú no eres nada de ella, así que aléjate. -me acerco a él, lo cojo del cuello y lo lanzo lejos. 

-Si vuelve a revivir más os vale que me no me entere de último. -amenazo viendo a Isaac, que está cargando a Jade en brazos. 

Me mira con los ojos empapados en lágrimas. 

-Eres su media... -no acaba su afirmación. 

-Cierra el pico. -ordeno. -Será mejor que se lo contéis rápido, eso en caso de que despierte. 

Me niego a pensar que no va a revivir de nuevo. SI lo hizo una vez, podrá hacerlo una segunda. 

Miento si digo que los últimos días no estuve pendiente a las puertas del cementerio para ver si salía de allí por su propio pie. 

No fue hasta la mañana de un sábado en que al llegar al cementerio y ver las puertas abiertas y huellas de botas que salían dejando un rastro de tierra en que mi corazón empezó a latir desbocadamente. 

Había vuelto a revivir? Definitivamente sí, el aire olía a ella. 

JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora