Jade
Entro en mi nueva habitación en silencio, no ha nadie, solo muebles y maletas.
-Miau... -me acerco al transportín de Sylver y lo saco.
-Hola pequeñín, qué tal el viaje? -beso su cabeza peluda y lo dejo en el suelo. Se estira con desgana y empieza a subirse a los muebles.
Subo mi única maleta a la cama y la abro para empezar a colocar mis cosas.
Lo primero que saco son fotos, con Beth y Sussy, mis dos mejores amigas.
Lo siguiente es una camisa de los Lakers que me regaló papá, era de mamá cuando tenía mi edad. Sonrío al recordar los vídeos caseros que vimos en mi cumpleaños hace dos años. Eran vídeos míos de pequeña, tenía cinco cuando me la puse por primera vez, casi me caigo escaleras abajo.
Sonrío sin poder evitarlo.
Mis ojos caen sobre un osito de peluche medio deshecho.
Me lo hizo mamá cuando apenas tenía dos meses, parecerá raro, pero no puedo separarme de él.
-Miau. -Sylver lame mi mano para sacarme de mi trance. Limpio una lágrima fugitiva de mi mejilla y lo guardo todo de nuevo en la maleta.
No estoy lista para hacerlo aún. No estoy lista para admitir que tengo que dejar atrás mi vida para estar aquí.
Solo quiero que pase el curso y poder largarme.
Este no es mi sitio, lo sé, no lo es, no me siento bien aquí. Hay algo que me quiere fuera de aquí.
-Se puede? -alguien abre la puerta. -Hola de nuevo prima. -Isaac entra cargando muchas bolsas. -Te he traído algunas cosas, ya sabes, para que te sientas como en casa. -entra y deja todo a los pies de mi cama.
Se sienta a mi lado en el colchón. -Sé que no ha sido fácil para ti tener que cambiar de vida tan repentinamente, así que he hablado con mi padre y te hemos comprado algunas cosas que te harán falta. Y ahora que veo que solo tienes una maleta y esa cosa que muerde y araña.
-Se llama Sylver, y es muy majo, solo que no le gusta la gente. -Sylver se sube a mis piernas y se queda mirando a Isaac fijamente. -No hace nada, solo no te acerques mucho.
-Bueno... -se aleja un poco de mí. -Mi padre también me ha dicho que esta semana te la puedes tomar con calma, no hace falta que vayas a clase.
-Genial, gracias. -sonrío acariciando la cabeza de Sylver, que se ha relajado y está tumbado en mis piernas.
-Tengo que presentarte a mis amigos! Te caerán bien.
-Una cosa, quién es mi compañera de cuarto? -pregunto mirando la cama que hay delante de la mía, hay muchas maletas y bolsas encima del colchón, todas de un tono rojo opaco y claro.
-Oh, es una chica de Transilvania, no te preocupes, es maja.
-Eso espero... -antes de poder acabar la frase la puerta se abre y por ella entra una chica alta, de pelo negro y brillante. Se sube las gafas de sol hasta la cabeza y se nos queda viendo. Sus ojos negros tienen un brillo extraño que no es capaz de apagar (aunque tampoco se molesta en intentarlo).
-Hola Stormy. -Isaac se pone en pie y los ojos de Stormy, que aún sique agarrando el pomo de la puerta. -Esta es mi prima, Jade, Jade, ella es Stormy.
-Encantada. -la expresión de la pelinegra cambia por completo con una rapidez bestial, ahora sonríe mostrando sus preciosos dientes blancos. Camina hacia mí extendiendo su mano, se la doy con una sonrisa, pero su piel está tan fría que me es imposible ocultar mi escalofrío.
-Igualmente.
-Bueno, yo me tengo que ir, ya sabéis, cosas de ser el hijo del director. -se levanta y hace un gesto con las manos quitándole importancia.
Antes de que se vaya le doy un abrazo y le agradezco por todo. -No es nada primita, si necesitas algo me avisas. -sonríe antes de irse caminando hacia atrás y chocar con la puerta.
-Esta cosa muerde? -pregunta viendo a Sylver, que se ha subido sobre el escritorio.
-Solo si te acercas mucho o intentas tocarlo, no le gusta la gente. -miro por encima la cantidad ingente de ropa que hay en las bolsas que ha traído Isaac. -Se llama Sylver.
-Bonito nombre, y suelta mucho pelo?
-No, es muy limpio, no deja pelos, tampoco se revuelca en la ropa.
-Guay, creo que nos llevaremos bien. -no sé si se refiere al gato o a mí. -Y espero que esta bola de pelo también se lleve bien conmigo. -se da la vuelta y me sonríe. -Quieres que te ayude? Así podemos organizar todo y luego charlar un poco.
-Guay.
...
Me despierto sobresaltada, con la respiración agitada y sudando en frío.
Aparto el pelo de mi cara intentando averiguar dónde estoy, lo recuerdo de golpe y el pecho se me encoge aún más.
Primera noche fuera de casa, en un castillo sacado de una peli de miedo y en una cama nueva.
Sylver sube a la cama para tumbarse a mi lado, en el hueco libre que hay entre la pared y yo.
Yo también me tumbo para intentar relajarme y poder dormir de nuevo. He tenido una pesadilla horrible, lo recuerdo todo pero a la vez no, cuanto más me esfuerzo por intentar ponerle orden a mi sueño más me olvido de todo pero a la vez está en mi cabeza.
No entiendo nada.
Esto no me había pasado nunca, ni lo de tener pesadillas.
Definitivamente mi sitio no es en este castillo.
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Jade
FantasíaLlegar a un internado no ha sido fácil para Jade, y menos al notar cosas raras todo el tiempo. ¿Sangre en la ropa de su compañera? ¿Sombras raras? ¿Sonidos extraños? ¿Habitaciones llenas de huesos? Y... ¿Zev?