44. La sangre azul ya no se lleva

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Zev

Juego con su pelo mientras ella ve a los dragones volar sobre el campo de vuelo. Acaban de empezar las vacaciones y la mayoría de estudiantes se han marchado a sus casas, en otras circunstancias me habría marchado incluso antes de que pudiera, pero esta vez no. Jade se queda, y yo con ella. Ahora esta es su casa. 

Un dragón morado vuela pegado a uno marrón, son pareja, y eso a mi chica le parece increíble. 

-Me encantaría ir sobre un dragón. -susurra sin apartar los ojos de la pareja.

-Ellos son demasiado jóvenes como para llevar a alguien sobre ellos aún, tienen que crecer más. 

-¿Más? Son enormes. 

-Sí, sus alas tienen que fortalecerse más. -ladea la cabeza intentando seguir la trayectoria de la pareja. -Te prometo que te llevaré a montar en dragón pronto. 

Se apoya sobre mi pecho y alza la cabeza conectando nuestras miradas con una amplia sonrisa. 

-El otro Zev quiere salir, ¿Verdad? -y esas palabras son la clava para que deje de controlarme y mis ojos se vuelvan rojos a la vez que una sonrisa se asoma por mis labios. Con ella no puedo evitarlo. 

Rodeo su cintura con mis brazos y beso su frente, luego la punta de su nariz y por último sus labios, que están más suaves que nunca. 

"Zev, vuelve ahora, tenemos algo. "

La voz de Stormy interrumpe nuestro momento a solas. En otra ocasión será, ahora tenemos que ir. 

...

-Nuestros padres me enseñaron todo lo que sabían, o al menos eso creía. Pensé que si habían... Experimentado con Jade... -decirlo le duele, por mucho que fueran sus padres y los que criaron a Jade eso estuvo totalmente fuera de lugar, y merecía un castigo, pero no la muerte. -Si hicieron eso tuvieron que dejarlo por escrito en alguna parte, y en efecto lo hicieron. -deja sobre la mesa del director un libro enorme, sin título, con un montón de papeles que sobresalen por todas partes, está desgastado y parece que se podría caer a cachos en cualquier momento. 

-¿Eso explica lo de mi madre? -pregunta Isaac temeroso. 

-Entre otras muchas cosas.

-Vete al grano, no quiero volver a leer nada en al menos lo que me resta de vida. -bufa Stormy de brazos cruzados. 

-Tu madre fue la que averiguó que si descubrían que mis padres, además de la magia de sangre, tenían a una mundana bajo sus cuidados la condena no sería solo para ellos, si no que habrían acabado con Jade y conmigo también. -el corazón me da un latigazo brutal, pero mantengo la compostura sin soltarle la mano a Jade. -Así que decidieron darle poder para que, si los descubrían, no nos salpicase a nosotros. 

-Eso no explica que mi madre desapareciese.

-Déjale acabar. -ordeno. 

-Gracias... Los tres empezaron a investigar y experimentaron su propia sangre. Consiguieron insertar una gotita de poder de la magia roja en el organismo de Jade, la suficiente como para que no se diera cuenta pero sí como para que estuviera segura en caso de que la comisión de brujería decidiese hacer algo. 

-¿Ya está? 

-No, entonces fue cuando mataron a mis padres, y a partir de ahí la que escribe es tu madre. -abre el Grimorio hacia el final casi. -Dice que al morir ellos y no tener cerca a otros hechiceros de magia roja el poder comenzó a aumentar demasiado rápido, y eso haría que la Comisión se la llevase para experimentar con Jade, y ella lo impidió bautizando a Jade con su sangre. 

JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora