29. ¿Quinta?

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Jade

Camino por los pasillos y todo es distinto. Ya nos siento miradas, o al menos no tantas. 

Me siento más relajada, y por primera vez en mucho tiempo puedo respirar con normalidad. -Hey, te noto distinta. -la voz de Stormy me saca de mis pensamientos. 

-¿Sí? 

-Sí, te brilla más la piel, y estás más relajada. -camina unos pasos más por delante de mí, pero gira su cabeza para mirarme, algo que antes no hacía. 

-Humana. -una voz fría suena delante de nosotras. Eleonor, la prima de Zev, está frente a nosotras con su postura regia. 

Yo me pongo rígida mientras que Stormy sigue con su postura despreocupada, manteniendo los brazos tras su espalda y mirándola como si fuese una flor a la que va a pisar con sus botas. 

-Me llamo Jade. -respondo, pero esta vez no me tiembla la voz. -¿Qué quieres? 

-Acabar lo que empecé el otro día. -comienza a quitar sus guantes blancos de encaje dejando a la vista sus largos y finos dedos. 

-Quieta princesa, ella está conmigo.-Stormy da un paso hacia delante. -No podrás conmigo sola. 

-¿Crees que me das miedo? -suelta una pequeña risa desde el fondo de su garganta. -Por favor, no seas tan descarada. 

-¿Yo? Me pregunto que pensará Zev si se llega a enterar de esto. -Stormy estira sus brazos haciendo crujir varios de sus huesos. 

-No lo sabrá nunca. 

-¿Qué le has hecho? -ahora soy yo la que se acerca a ella. 

-Nada, simplemente está descansando. -sus ojos están clavados en Stormy. 

-Jade, vete. -ordena sin mirarme, sus ojos cambian de color con una velocidad espeluznante. -Ahora. 

-No. 

-Vete. -su voz se vuelve abismal y grave asustándome. No me queda de otra que irme corriendo, una sensación de miedo empieza a crecer en mi interior, esquivo a la gente como puedo, alguien me persigue. 

Llego a un pasillo completamente vacío, no hay nadie ni nada, juraría que por aquí antes había una sala de descanso. 

Pero eso ahora no importa. -¡Corre Jade! -escucho el grito de Stormy desde aquí, pero su voz suena adolorida. 

-¡Zev! -grito a pesar de que no sé dónde está ni si está bien. Joder, lo vi esta mañana, despertamos juntos. 

-No puedes escapar. -escucho la voz de Eleonor cerca de mí. -Es inútil. 

Una sombra pasa por delante de mí desgarrando la piel de mi brazo izquierdo. 

Grito de dolor pero sigo corriendo. Consigo encontrar una puerta que me lleva al jardín trasero, cerca de la entrada del bosque. 

Tengo que llegar allí, ahí estaré a salvo. 

-¿A dónde crees que vas? -gruñe agarrándome por los tobillos y arrastrándome por el suelo para volver a llevarme dentro del castillo. 

-¡No! -la nieve del suelo comienza a congelar mi piel. Golpeo su cara con mi bota haciendo que me suelte. Pero ha clavado sus afiladas uñas en mi piel haciéndome daño. Corro como puedo agarrando la herida de mi brazo intentando que deje de sangrar. 

Consigo entrar al bosque, donde el suelo no está tan cubierto de nieve gracias a las copas de los árboles. Pero gracias al miedo y el dolor me pierdo y acabo en medio de la nada, rodeada de árboles y escuchando cosas que me asustan. 

Escucho pasos por todas partes y ninguna a la vez. 

-¡Zev! -grito de nuevo. -¡Zev! 

La sombra de Eleonor pasa a mi lado rasgando mi abdomen y haciéndome caer al suelo sobre mis rodillas. -Para por favor. -digo agachando mi cabeza y soltando una lágrima que resbala por mi mejilla hasta caer al suelo. 

Ella me agarra del pelo arrastrándome por el barro y manchándome. Me tira contra un árbol y se acerca para ponerme en pie. -Para. -ruego morando sus ojos apagados y sin vida. 

-Sabes, la última vez tu novio se cabreó conmigo por querer quitarte de en medio, ¿sabes cómo lo hizo? -pone una mano en mi hombro para asegurarme de que no me caiga mientras que con la otra atraviesa mi estómago. -¿Sigues pensando que él es bueno? Te equivocas, si hizo eso conmigo contigo también lo hará, o algo peor. Pero tranquila, te voy a ahorrar ese sufrimiento. 

Me muestra su sonrisa, concretamente sus colmillos afilados. Muerde mi cuello sin pensárselo dos veces, sin embargo, no es una sensación de placer y calma lo que siento, es dolor en su estado más puro y bruto. 

Siento como un calor abrazante se extiende por mis venas rápidamente, poco a poco mi vista se nubla. No logro distinguir lo que hay frente a mis ojos porque lo veo como manchas borrosas de color. 

Tampoco me doy cuenta de que Eleonor se ha ido hasta que caigo al suelo y mi cabeza choca contra una piedra.

...

Abro los ojos de golpe cogiendo todo el aire que puedo. -Puta loca... -apoyo mi cabeza en el tronco del árbol contra el que me lanzó para intentar calmarme. 

No tengo energías como para moverme de aquí, me siento enferma. 

Bajo la mirada a mi abdomen viendo el agujero que atraviesa mi cuerpo. Tan siquiera sé cómo es que estoy viva. 

Todas mis heridas están abiertas y sangrando. Por no hablar del ardor que siento en mis venas. 

La nieve se empieza a colar por las ramas de los árboles de forma rápida, el suelo se cubre de nieve y yo con el. 

-Zev... -susurro mirando el único sendero que hay con la esperanza de verle llegar. 

Cierro los ojos escuchando unas cadenas romperse a lo lejos. 

-Zev. -repito, porque sé que vendrá. Estoy segura. 


JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora