Jade
Dios, necesitaba dormir, pero parecía que eso a Nic le daba igual. Me estaba arrastrando por el internado, parecía ansioso, sin embargo yo me sentía como si me hubiese pasado un camión por encima varias veces.
Entramos en una clase vacía, a excepción de que allí estaban Isaac, algunos de su grupo, Stormy y Rusu.
Esto es muy raro.
-Siéntate, te vamos a contar algo, pero no puedes decir nada hasta que acabemos, vale?
-Después podré dormir?
-Sí, venga, observa y verás.
-Un espectáculo de magia?
-Parecido. -con una sonrisa, mira a Isaac y le hace una señal, ahí es cuando no sé dónde meterme, qué cara poner o qué pensar.
Zev
-Lleva mucho tiempo en el baño. -dice Stormy bufando.
-Crees que estará bien Nic? -pregunta una de las chicas de su grupo, una dragona de ojos miel.
-Sí, ella es muy fuerte, enseguida lo asimila. -dice él despreocupado.
Se nota que no la conoce ni pizca.
-Yo me largo. -salgo de la clase vacía dejándoles solos.
No paro de pensar en su cara de terror a medida que la cosa avanzaba, pero lo peor fue cuando nos tocó a Strormy y a mí mostrar que lo que somos, vampiros de los que beben sangre.
En cuanto me vio con esos ojos de terror puro supe que esto no acabaría bien.
Camino hacia dónde me lleva mi corazón, es decir, hacia Jade.
Cruzo la puerta de su habitación, que estaba medio abierta. El gato está arañando la puerta del baño mientras maúlla. -Jade? -al agarrar el pomo de la puerta y sentir esa opresión en el pecho y las ganas de arrancarme el corazón de cuajo me invadieron supe lo que encontraría al cruzar la puerta.
Abro la puerta usando mi fuerza, y, al verla en una esquina del baño de espaldas a mí, por un momento creí que lo que sentía era falso, que solo estaba jugando... Tonto de mí.
En cuanto dejó caer su brazo y vi sus muñecas rajadas con mucha sangre saliendo de ellas me puse más pálido de lo que ya soy de por sí.
-Jade! -le di la vuelta para mirarla a la cara. -Por Dios, qué has hecho? -cubro con mis manos sus muñecas intentando que la sangre deje de salir. Pero lo que me dejó helado fue ver como el brillo de sus ojos azules desaparecía fugazmente hasta desaparecer, como si nunca hubiese estado allí. -No, no, no... Jade, mírame. -enderezo su cabeza, que se cae hacia los lados, al hacerlo la mancho de su propia sangre. -Joder. -y ahí estaban de nuevo las lágrimas.
-Jade? -por la puerta aparecieron Nic, Isaac y los demás. -Tú...
-Ni se te ocurra culparme! Sabes perfectamente que lo ha hecho por tu culpa! Estabas tan ocupado con tu espectáculo que ni miraste lo aterrorizada que estaba! -advierto mirándolo y sintiendo como mis ojos se vuelven rojos y mis colmillos salen.
...
-Bien, Nic, necesito que nos dejes solos. -pide el director.
Antes de irse, Nic me lanza una mirada de odio y desaprobación total.
-Zev, han llegado a mis oídos cosas en las que probablemente tú estés implicado. -miro al director desde mi posición, estoy a poyado en una librería al lado de la chimenea de piedra, justo enfrente de la mesa de Olliver. -Sé que conseguiste escapar de tu castigo en las catacumbas del castillo, pero, por alguna razón, mi sobrina sabía que estuviste allí y consiguió llegar a esa zona del castillo a pesar de que no sabía de su existencia.
-Sabes por qué viejo. -digo cortante.
Él suspira sin apartar la mirada de la ventana. -Dime, estuviste con Jade en alguno de sus encontronazos con los estudiantes?
-Encontronazos? Yo diría más bien "intentos de asesinato". -pongo los ojos en blanco. -Sigo sin entender cómo sois capaces de traerla aquí sabiendo que el castillo no la quiere dentro y que la mayoría de los estudiantes la ven como un aperitivo.
-Tú te incluyes en ese grupo?
-Ni se le ocurra insinuar eso de nuevo. -gruño enseñando los dientes.
-A qué te refieres con intentos de asesinato?
-Estábamos paseando por el bosque cuando un dragón apareció y quiso llevársela consigo. Recuerda cuando se puso enferma hasta casi morir de verdad? Pues bien, fue un vampiro, que la mordió, bebió más de lo que debía y aún por encima le inyectó de su veneno.
-Tú la salvaste, verdad? -Isaac habla después de mucho tiempo.
-Sí. La primera vez le hice olvidar lo que pasó.
-Seguro? Ella me contó lo del dragón.
-Al revivir tu poder dejó de hacer efecto en ella. -susurra Olliver. -Nunca había visto algo como esto...
-Qué haremos? -pregunta Isaac.
-Zev, quiero que cuides de mi sobrina. -mis ojos se llenan de brillo. -Contigo estará segura.
-Papá, qué pasa con Nic? No le hará gracia que Jade esté cerca de él. -recuerda.
-Lo sé hijo, pero él es el único que puede protegerla, tú y Nic debéis estar en clase, tenéis que aprender a controlar vuestros...
-Es que acaso él no tiene que aprender a controlarse?! -grita Nic entrando de golpe en el despacho.
-A diferencia de ti, brujo, yo tengo miles de años, sé más de magia y hechicería que cualquiera de aquí, así que te convendría estar callado y dejar que los adultos hablen.
-Tiene diecisiete años, no...
-Y tú la has llevado al suicidio contándole todo de golpe. -un golpe bajo para Nic, pero la verdad me da igual, tiene que salir de su burbuja y darse cuenta que no le está haciendo ningún bien a su hermana.
Nos quedamos en silencio durante unos minutos en los cuales la tensión entre nosotros dos aumenta desmesuradamente.
-Zev Rusu, te nombro protector y guardián de mi sobrina. A partir de ahora te encararás de su guardar su vida como si fuese la tuya.
-Qué? No me puedes hacer esto tío! Todos sabemos que no es bueno para ella!
-Nic! -Olliver mira a su sobrino enfadado. -Por si no te has dado cuenta, tu hermana y Zev tienen esa conexión, y hasta ahora es el único que ha podido protegerla.
No dice nada más, se limita a cruzarse de brazos y mirar hacia otro lado.
-Zev, te encargo a mi sobrina, por lo tanto, deberás contarle todo y asegurarte de que permanezca viva.
Una sonrisa aflora de mis labios.
"Jade. "
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Jade
FantasyLlegar a un internado no ha sido fácil para Jade, y menos al notar cosas raras todo el tiempo. ¿Sangre en la ropa de su compañera? ¿Sombras raras? ¿Sonidos extraños? ¿Habitaciones llenas de huesos? Y... ¿Zev?