71 | Madison

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El timbre no ha parado de sonar desde que Dylan y yo hemos llegado después de nuestra escapada al cine. Subimos directamente a nuestras habitaciones para arreglarnos antes de que lleguen el resto de los invitados. Una vez arreglada. Bajo las escaleras y entro en el salón.

Localizo a mi madre que se mueve entre la gente ofreciendo copas de champán. Me sorprende como Will ha conseguido que todos nuestros conocidos acudan a esta reunión.

Arreglo mi vestido y agarro una de las copas de champán de la bandeja. Will está al fondo de la sala junto a Rebeca y otros invitados. Mat llega a mi lado y me quita la copa de la mano. Detiene su mirada en mí y se bebe todo el contenido.

—Gracias. —Ruedo los ojos y le miro cabreada.

—La necesito.

—¿Todo bien con Cooper?

—Aún es pronto para decirlo.

Mamá se acerca a nosotros y nos coge a ambos del brazo para acercarnos a donde se encuentran Will y Rebeca. Delante de ella hay un carrito. Me asomo y observo al lindo bebé que se encuentra dentro.

—Se llama Zoe.

Le pido permiso y la cojo entre mis brazos. Juego un rato con ella mientras mi madre termina de saludar al resto de los invitados. Mis abuelos entran en el salón y me buscan entre la multitud. Dejo a Zoe en su carrito y corro a abrazar a mi abuela.

—¿Dónde os habíais metido?

—Tu abuelo y yo hicimos una escapadita a Londres. Debes ir. Está genial. —Sonríe mi abuela sacando un souvenir del bolso.

Mi madre señala el sofá pero mi abuela se niega a sentarse.

—No me trates como si fuera una anciana. Te recuerdo que aún puedo moverme.

Para demostrárselo mi abuela empieza a hacer pasos de baile exagerados llamando la atención de todos. Mi madre insiste y consigue convencer a mi abuela para que se siente y la acompaña al sofá. Will les sigue pero se detiene a hablar con sus amigos.

Solo quedamos mi abuelo y yo. Se acerca a mí y me envuelve entre sus brazos mientras acaricia mi cabello.

—Has tomado una gran decisión.

—¿A qué te refieres?

—Tu madre nos lo ha contado. Sabía que llegarías alto. —Besa mi frente y su bigote roza mi piel—. Estoy muy orgulloso de ti y estoy seguro de que si tu padre estuviera aquí también lo estaría.

—¿Pero de qué estás hablando abuelo?

—De Nueva York.

Me quedo paralizada y mi mirada se dirige automáticamente a mi madre. Ella no muestra ningún signo de cabreo y si se hubiera molestado al descubrirlo me lo habría dicho.

—¿Te ha dicho algo más?

—No.

Dylan aparece en el salón y me fijo en cómo va vestido. Lleva puesto un traje negro y una pajarita roja. ¡Está tan guapo! Siento cómo las piernas me tiemblan y si no fuera por mi abuelo ya estaría en el suelo.

Se dirige hacia donde estamos nosotros. Saluda a mi abuelo y estrecha su mano. Nuestras miradas se cruzan por un segundo y suelto un suspiro cuando tiende su mano. Tardo un poco en reaccionar pero poso mi mano sobre la suya.

—Madison me has dejado sin palabras. —Me mira de arriba abajo—. ¡Estás preciosa!

¿Está bien que actuemos así delante de nuestros padres? No hay ningún lazo de sangre que nos una y nos impida estar juntos pero no sabemos cómo van a reaccionar ellos y eso es lo que me da más miedo.

No temas al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora