Capítulo 27

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                         ❤️Quedan 3 días para que se cumple el tiempo y cada día voy peor

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Quedan 3 días para que se cumple el tiempo y cada día voy peor. Ayer mi padre me dió una charla de casi media hora sobre que lo que hice estuvo mal y cuando me fuí a despedir de mamá solo me dijo adiós sin siquiera mirarme. A ellos les debo todo y el hecho de que aún no pueda encontrar a Laila me tiene nervioso. Sé que lo más fácil sería firmar el maldito divorcio y a mis padres no les faltaría nada, pero realmente no quiero perder a Laila . Nuestra casa no es lo mismo sin ella, nada tiene sentido con su ausencia.

Hoy iré a ver la casa donde vivía Rachel, voy a venderla lo antes posible para que desaparezca y ya no tenga nada que ver conmigo.
Creo que una nube negra me persigue, mi coche no quiso encenderse, asique tuve que traerme el de Laila . Aparco el coche fuera de casa y un chico que lava su coche al lado no despega su mirada de mi, pero no le tomo importancia. Me bajo y antes de sacar la llave para abrir escucho que me hablan.
-¡Ey!, si eres cliente y vienes por la chica, ya no trabaja aquí- dice el chico que antes lavava su coche .
-¿Una chica trabajaba aquí?- pregunto confundido y el ríe.
-No debes hacerte el desentendido men, todos en el barrio sabemos que los hombres que vienen a esta casa es por los servicios que ofrece la chica- se encoge de hombros como si fuese algo de poca importancia y no logro procesar bien.
-No... no entiendo...- digo y el rueda los ojos.
-¡Que la mujer que vivía aquí era una prostituta!, si vienes por ella lamento decirte que se fué- esto es como una patada en el culo que me está dando la vida. Debe ser una maldita broma. Sin decirle nada al chico, saco las llaves para abrir y él nuevamente habla- ¿te dió una copia de su....- de pronto mira mi mano en donde llevo la argolla de matrimonio- ¡mierda!, ¿eres... eres su esposo?
-¿Qué?, ¡no!, yo... yo solo le pagaba la casa a esa mujer- intento sonar seguro, pero por dentro no puedo estar más avergonzado de haber sentido algo por esa mujer.
-Uf viejo, menos mal, al menos puedes estar tranquilo de que estás limpio, cuando te metes con ese tipo de chicas nunca se sabe quién estuvo antes y si usó preservativo o no, las enfermedades están a la mano hermano- cierro mis ojos intentando aguantar las náuseas que siento en este momento. Nunca usé preservativo con Rachel pensando que ella se cuidaba y que solo tenía sexo conmigo. Pensar en ella solo me da asco.
-¿Venía mucha gente aquí?- logro preguntar.
-Mm...unos dos o tres por día, aunque a veces venía uno y se quedaba hasta tarde, cuando venía él no veía a nadie más entrar, uno de coche rojo- ¡mierda!, era yo.
Entro a la casa y me doy cuenta que un par de vidrios están rotos. En el suelo hay unas piedras envueltas en papel que traen un mensaje: "Si crees que luego de acostarte con mi marido te las llevas libre, estás equivocada, me las vas a pagar maldita zorra" y otro que decía: "Hija de puta si por tu culpa estoy contagiada de sida voy a matarte con mis propias manos", ya no puedo más y corro al baño a vomitar. De solo imaginar que Rachel haya podido contagiarme con alguna enfermedad me revuelve el estómago. ¿Y si tengo alguna enfermedad y contagié a Laila ?, ¡joder!.
Espero a sentirme algo mejor y me voy directo a la clínica, solo gastando un dineral podré obtener los resultados pronto.
Le explico al doctor mi situación a grandes rasgos. Me hace recostar en una camilla y bajarme los pantalones. Esta mierda es lo más humillante que eh vivido. Me revisa mi miembro y luego con unas pequeñas varillas las pasa por la punta. Me quiero morir. Al terminar me visto y me entrega un papel para ir directo al infierno... exámenes de sangre. Lo único bueno es que me tendrán los resultados mañana a primera hora. Ahora solo quiero llegar a casa y dormir para olvidar este jodido día de mierda.

[...]
🤭
Quedan  muy pocos capítulos‼️

El tiempo - Ferran TorresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora