El destino los puso en el mismo camino pero las
circunstancias cambiaron el rumbo de las cosas.
Dos almas unidas, una por amor, otra por
presión. Se suponía que todo sería para mejor
pero a veces las cosas no salen como uno espera.
Las mentiras y se...
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Narrador omnisciente:
Un año a pasado desde que Laila y Ferran se casaron. Un año de altos y bajos, pero juntos. Últimamente no han sido buenos días, las discusiones por el poco tiempo y poca atención que le da el castaño a su esposa son la mayor razón. Hoy es el aniversario de matrimonio de los padres de Ferran , como toda familia reconocida, organizaron una gran fiesta para esta noche en donde todos los amigos de la familia están invitados. Laila se retrasó en algunos asuntos y se le a hecho tarde, rápidamente se arregló el pelo , solo le faltaba maquillarse un poco y vestirse cuando llegó Ferran . -Solo tenías que estar lista cuando llegara- dice Ferran enfadado cuando ve que Laila aún no está lista. -Hola amor, lo siento esque...- dice Laila pero el castaño la corta. -¿No podías simplemente tomarte menos tiempo en tus caprichos y la peluquería?, ¿era necesario pasarte todo el puto día arreglandote?- grita Ferran enfadado . Últimamente todo lo que hacía su esposa le molestaba. Laila quedó congelada sin saber como reaccionar, Ferran nunca le había gritado, nisiquiera la dejó explicarle porqué se había retrasado, simplemente la culpó de algo que ella nisiquiera hizo- nos vemos allí ...- el castaño da media vuelta para irse. -¿Qué?- dice Laila sin entender nada. -Lo que escuchaste, no pretendo esperarte una eternidad hasta que al fin estés lista, cuando estés lista vé en tu coche y yo me iré ahora en el mío- sin más Ferran salió de su casa rumbo a la casa de sus padres. Laila por su parte lo único que pudo hacer fué llorar. Se sentía insegura, que todo lo hacía mal, que Ferran ya no la quería y que en cualquier momento se aburriría de ella y la dejaría.
Apenas el castaño llegó a la casa de sus padres, cogió una cerveza aunque no debería , lo necesitaba. Laila lo estresaba. -¿Y Laila ?- escucha a su espalda. -Hola hermanito, yo también te eh echado de menos- dice Ferran irónicamente. -Te pregunté dónde está Laia - dice Jake con el ceño fruncido. -Mi esposa llegará luego- se encoge de hombros restandole importancia. Jake de inmediato se dió cuenta de que las cosas no estaban bien. A cada persona que le preguntaba por Laila , el castaño respondía lo mismo... "llegará pronto", pero no fué así. Un par de horas después, Ferran se comenzó a preocuparse y buscaba con la mirada a su esposa. El gran jardín estaba lleno de gente y no lograba divisar a Laila . Caminó entre le gente y de vez en cuando se quedaba hablando con algunos importantes jugadores, hasta que se encontró con sus padres. -¿Y Jake?- pregunta el castaño a su padre. -Oh, se tuvo que ir, tu hermano dijo que tenía mucho que estudiar para los exámenes- dice su padre. -hijo si necesitas irte no te preocupes, lo entenderemos- dice Janet. Ferran frunce el ceño al no entender a que se refiere su madre- debiste decirnos que Laila no se encontraba bien, no debiste dejarla sola en casa, te hubieses quedado con ella cariño. -¿Qué?- pregunta Ferran descolocado. -Hijo sabemos que era importante para tí estar hoy aquí con nosotros, pero tu esposa también debe ser importante, a Laila la queremos mucho y sabemos que ella a nosotros, incluso ella misma se encargó de llamarnos para felicitarnos y también disculparse por no poder venir- dijo el padre de los chicos. Ferran no hallaba qué decir, lo último que sabía era que Laila aún no estaba lista y que habían quedado en que luego llegaría ella a la fiesta, o eso creía él. Comenzó a llamarla por teléfono pero estaba apagado. La desesperación y preocupación comenzaron a comerle la cabeza al castaño, ¿y si tuvo un accidente?, ¿y si robaron a Laila y le hicieron daño?. Subió rápidamente a su coche y cuando llegó a su casa se llevó tremenda sorpresa. Antes de abrir la puerta de entrada, ésta se abrió sola dejando ver a Jake. -¿Qué haces aquí?, tú deberías estar acompañando a nuestros padres- dice Ferran intentando calmarse. Se le apretaba el estómago de solo pensar que Jake estaba con Laila . -¿Qué hacía yo aquí?- Jake sonríe arrogante- hago lo que tú deberías estar haciendo, pero eres demasiado idiota para darte cuenta de las cosas, gracias por regalarme la oportunidad de poder consolar a Laila , de poder abrazarla y acariciarla, me hubiese gustado también besarla y probar esos exquisitos labios rosa pero...- y esa fué la gota que agotó la paciencia de Ferran , el castaño le dió un fuerte puñetazo que hizo caer al suelo a su hermanastro. -¡Ferran !- grita Laila cuando se percata de la pelea. Jake intenta defenderse pero Ferran está encima de él lanzándole puñetazos- ¡basta!- vuelve a gritar Laila . Ferran se pone de pié y a empujones saca a Jake de su casa. -¡Explícame porqué mierda estaba él aquí!- grita el castaño alterado. -Solo vino y me trajo comida- Laila le responde enfadada - no tenías porqué tratarlo así, él solo se preocupó por mí. -No esperes que me crea toda esa mierda, ese imbécil lo único que quiere es aprovecharse de la situación, pero tú nunca le ves lo malo a Jake, entiende de una maldita vez que el está enamorado de tí- dice Ferran alterado. -Entiende tú de una jodida vez que él es solo mi amigo, ¡porfavor Ferran !, metetelo en la cabeza, si me casé contigo fué porque te amo y porque no quiero a nadie más, ¿es que acaso no lo puedes entender?. -La que no entiende ni una mierda eres tú...- sin decir más Ferran da media vuelta y vuelta a salir de la casa dejando a una Laila destrozada. Cuando el castaño va a subir a su coche , vuelve a escuchar esa molesta voz que odia. -Y ahí vas de nuevo... supongo que ahora vas donde tu amante- Jake le sonríe y Ferran queda sin habla- ve donde tu Rachel tranquilo, hermanito, yo me quedo en tu casa cuidando de tu esposa. -Tú no sabes nada, imbécil- responde Ferran molesto y cierra de golpe la puerta del coche . Mientras camina de vuelta hacia la casa. -Sé más de lo que te gustaría Ferran , mucho más- dice Jake y es lo último que escucha de su hermanastro ya que entró a su casa. Dentro de casa, Laila estaba en su cama llorando, el castaño cuando la vió suspiró realmente frustrado y optó por irse a dormir a la habitación de invitados, hoy es uno de esos días en los que nisiquiera quiere ver a su esposa e intenta mantenerse lo más lejos posible de ella.
