Capituló 5 T2

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Narra Ferran :
¿Es normal sentir una tormenta en mi estómago?. En este momento siento que estoy flotando y todo lo que sentía por Laila volvió . Nunca pensé que una mujer me haría sentir estas sensaciones con tan solo un beso. Se aleja tan solo unos centímetros de mi boca y me mira fijamente. Siento la necesidad de volver a sentir sus labios y ahora soy yo quien la besa. Sentir sus carnosos labios y su húmeda lengua solo me hacen querer más de ella. ¡Dios!, cómo la echaba de menos. La tomo de las caderas y pego su cuerpo al mío, sentirla tan cerca y tenerla entre mis brazos despiertan mis ganas de hacerle el amor. De pronto se aleja de golpe, como si tocarme la quemara.
-Lo... lo siento- me dice avergonzada- solo necesitaba que te callaras para poder explicarte las cosas...- sigue sin mirarme y solo me causa ternura. Ya nisiquiera estoy enfadado y lo único que quiero es besar esos ricos labios que me vuelven loco. Nos sentamos en el sofá y ella comienza a hablar- Agustín no es tu hijo...-dice y siento un nudo en la garganta, eso solo significa una cosa.
-¿Entonces me engañaste cuándo estabamos juntos?, ¿es de tu amante y por eso te fuiste?, ¿estuviste con otro...- nisiquiera puedo seguir hablando porque de solo imaginar que ella me haya engañado me parte el alma.
-¿De verdad crees eso?- me pregunta enfadada y nosé qué responderle- yo no soy como tú Ferran , en ese tiempo solo te necesitaba a tí y a pesar de como eras conmigo, no hubiese podido estar con otro hombre porque estaba jodidamente enamorada de tí- veo que sus ojos se llenan de lágrimas y se pone de pié dándome la espalda.
-Lo siento- susurro avergonzado.
-A Agustín lo adopté cuando él tenía menos de dos años, y ahora vete que necesito terminar unas cosas- dice y no me mira. Siento que la cagué de manera monumental.
-Laila... de verdad discúlpame, no sabía cómo reaccionar y...- intento disculparme pero ella me interrumpe.
-Da igual, déjame sola porfavor- dice fríamente. Ya la eh cagado lo suficiente como para seguir insistiendo. Ya no es la misma mujer de antes, no es la Laila que solo con una disculpa ella volvía a sonreírme, no es la misma que a pesar de mis errores se mantenía a mi lado, creo que ella ya no siente lo mismo por mí... como yo por ella.

Narra Laila:
Lo único que me faltaba es que crea que soy una zorra, se puede ir bien a la mierda. Si le expliqué lo de Agustín es para que no crea ni vaya a hacer alguna idiotez con el niño.
A agus lo conocí en el hospital, estaba ayudando en voluntariado de la universidad y visitamos a niños del área , y ahí estaba mi pequeño príncipe, con 8 meses internado en el hospital luchando por su vida. Un tumor en su cabezita lo tenía en peligro pero gracias a dios con los tratamientos pudieron salvarlo. A diario lo iban a ver de un hogar de niños, sus padres lo abandonaron cuando apenas tenía días de nacido y el tiempo que podían acompañarlo gente del hogar era tan solo unas horas y luego se quedaba solito. Me partió el corazón verlo solito jugando con sus deditos, desde el primer momento robó mi corazón y no podía dejarlo así. Mientras pasaba todo el proceso de evaluación visitaba a Agus en el hospital para que no estuviese solito. Cada cierto tiempo debo llevarlo al médico y hacerle sus exámenes para descartar algún tumor.

Cuando Ferran sale de mi oficina en silencio es cuando me permito llorar. No volveré a darle el gusto de verme llorar por su culpa, él no lo merece. No niego que volver a besarlo me estremeció, aunque solo lo haya hecho para callarlo.
-¿Mami?- escucho la voz de mi bebé y limpio rápidamente mis ojos.
-Ven aquí , tienes mucho que contarme pequeño- lo miro seria pero nunca me puedo enfadar con el. Se pone a mi lado y veo que sus ojitos están llorosos.
-Laila yo ya me voy, nos vemos en casa más tarde- dice Ana y yo asiento, se despide y se va.
-Ahora sí cuéntame qué sucedio- le digo a mi hijo.
-Ellos me estaban molestando y solo me defendí, tienes que creerme- dice desesperado y me llena de angustia verlo así- me estaban diciendo cosas feas, les pedí que pararan y no me escucharon- dice entre sollozos que me parten el alma- hasta que Víctor cogió mi estuche y me lo lanzó en mi carita, me enfade mucho y lo pegue, lo siento mamá, no te enfades conmigo.
-Amor ven aquí - le digo a punto de llorar mientras lo abrazo- si te creo hijo, y no estoy enfada contigo, pero debes decirme porqué se estaban burlando de tí para poder hablar con el director del colegio - limpio sus ojitos con mis pulgares.
-Porque no tengo papá- dice en un susurro y me siento horrible. Sé que me puedo valer por mi misma y no necesito un hombre a mi lado, pero a veces siento que mi hijo necesita una imágen paterna, que tan solo conmigo no es suficiente y estoy siendo egoísta al no tener pareja estable y lo más cercano a eso es Alonso.

Aparco el coche fuera de casa y suspiro pesadamente, hoy a sido un largo día y eso que aún no termina.
-¡Tío Alonso!- grita mi hijo y baja corriendo del coche . Y ahí está él, tan guapo cómo siempre. Bajo del coche y me acerco a ellos.
-Os eche de menos- me dice y besa mi frente.
-¿Vienes a vivir con nosotros?- pregunta Agus emocionado haciéndonos reír.
-No campeón, sólo vine por unos días pero más adelante quizás viva en la ciudad, ¿me vas a recibir en tu casa?- pregunta Alonso y Agustín sonríe feliz.
-¡Sí!, y puedes dormir en mi habitación, mi cama es grande y en las noches me puedes contar historias- aplaude feliz mi pequeño.
-Eres un traidor, ayer me dijiste lo mismo a mí- finjo estar ofendida y mi hijo ríe. Luego del mal día que mi hijo y yo tuvimos, al menos no está terminando tan mal, con Alonso acompañándonos siempre mejoran las cosas.

-Al fin se durmió Agus- dice Alonso entrando a mi habitación mientras yo me cepillo los dientes en el baño- ¿no te molesta que duerma en tu habitación?- pregunta desde afuera y yo sonrío. Abro la puerta y él me escanea de arriba a abajo. Sé que le encanta verme así y necesito desestresarme un poco, asique me puse un corto vestido de pijama con tirantes, sin sujetador y con unas pequeñas bragas.
-No me molesta mientras tempranito vayas a tu habitación- susurro cerca de sus labios y dejo un beso en la comisura de sus labios.
-No juegues conmigo nena, han sido muchos días sin hacerte mía- susurra muy cerca de mí de manera sensual, esto me hace sentir un cosquilleo en mi vientre, de esos que solo quiero arrancarle la ropa, pero hoy quiero jugar.

Luego de tener varios buenos momentos con Alonso me siento agotada, pero mi mente sigue pensando y pensando. Miro al hombre que tengo a mi lado desnudo y sus fuertes brazos que me abrazan mientras duerme. Es guapo, caballeroso, trabajador, se preocupa por nosotros, adora a mi hijo y es el único que a pesar de todo se a mantenido a mi lado sin fallarme. ¿Debería darme una oportunidad con él de ser más que amigos y formar un futuro con él?
[...]
Prometí capituló y aquí está un poco tarde pero subido 😅❤️

El tiempo - Ferran TorresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora