Un sentimiento divertido prt.2

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Ciudad Domino, Era Moderna



Joey salió de la oficina con una mezcla de emociones que bailaban en su pecho. Los ojos brillantes y una sonrisa radiante adornaban su rostro, mientras caminaba por los pasillos con un paso ligero y lleno de energía. Había logrado lo impensable: ¡le habían dado el ascenso que tanto anhelaba!

Mientras se dirigía hacia la salida, el corazón de Joey latía con entusiasmo. No podía evitar recordar los momentos de incertidumbre que había experimentado durante la reunión. Había temido que sus nervios y su falta de experiencia pudieran perjudicarlo, pero sus temores se desvanecieron cuando escuchó las palabras alentadoras de Mikan.

—Bueno, no estaba tan seguro de qué pensar cuando entraste por primera vez—, dijo Mikan, rompiendo el silencio. —Pero seguro que has probado el viejo adagio inglés de nunca juzgar a uno por la tapadera.

Joey sintió un alivio inmenso, como si un peso hubiera sido levantado de sus hombros. Rascándose la nuca de manera nerviosa, respondió con gratitud: —Um, gracias, supongo.

Pero Mikan no se detuvo allí. Con una sonrisa cálida y sincera, se volvió hacia Alan, el hombre de cabello negro.

—Creo que en realidad serías una buena elección para este puesto, ¿y tú, Alan?

Alan lo miró por un segundo antes de responder: —Bueno, con algo de trabajo en otras áreas, definitivamente tiene potencial. Así que supongo que pasa.

La alegría inundó el corazón de Joey. Era como si sus sueños se hicieran realidad en ese mismo instante. Levantó la mirada y les dio una sonrisa llena de gratitud.

—¡Gracias por la oportunidad!—, exclamó emocionado.

Mikan asintió con benevolencia y le aseguró que debía presentarse al día siguiente al mediodía para su próxima capacitación. Le dio unas palabras de aliento y algunas instrucciones sobre lo que debía hacer a partir de ahora. Con una última sonrisa brillante, lo despidió hacia la puerta por la que había entrado.

Joey salió de la oficina con un brillo en los ojos y una sensación de triunfo en el pecho. Había logrado lo que parecía imposible. Después de años de arduo trabajo, finalmente estaba obteniendo el reconocimiento que merecía.

Mientras caminaba por las animadas calles de Japón, la emoción lo inundaba. Ahora que tenía un ascenso y un sueldo mejorado, podría permitirse algunas pequeñas indulgencias. Se le hizo agua la boca al pensar en los deliciosos manjares que podría disfrutar. El aroma dulce de los dango y los dorayaki llenaba el aire y despertaba su apetito. Joey decidió que era el momento perfecto para darse un capricho. Se apresuró hacia el centro de la ciudad, donde las mejores tiendas lo esperaban.

Mientras se dirigía hacia su destino, Joey no podía evitar sonreír y sentirse agradecido por lo lejos que había llegado. Sabía que este ascenso no solo significaba un aumento de sueldo, sino también una oportunidad para crecer y desarrollarse en su carrera.

La vida estaba llena de posibilidades y Joey estaba listo para aprovecharlas al máximo. Con una zancada decidida y un corazón lleno de esperanza, se adentró en las vibrantes calles de la ciudad, listo para celebrar su éxito y saborear el dulce sabor de la victoria. La decisión del que comprar no sería fácil, pero estaba decidido a darse un capricho.

Golden Boy (PuppyShipping)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora