Golden Boy (PuppyShipping)

Confío en tí

He sido un sucio bastardo, pero limpiaré mis actos. Quiero dejar de hacer el mal.
—Grand Finale, Studio Killer.

La habitación estaba sumida en un silencio inquietante mientras Kaiba, con el corazón acelerado, sostenía el teléfono en sus manos temblorosas. La luz de la mañana se filtraba a través de las persianas entreabiertas, pintando rayos dorados en las paredes. El aire estaba cargado de incertidumbre y tensión. El CEO de KaibaCorp sabía que esta situación era algo que tarde o temprano llegaría, pero no esperaba que fuera de esta manera. Había sido descuidado, ingenuo incluso, al no anticipar las consecuencias de su cercanía con Joseph Wheeler. Sin embargo, en el fondo de su ser, una pequeña voz le decía que quizás esto era inevitable.
Con el corazón en la garganta, abrió el enlace que anunciaba la noticia de última hora. Las palabras saltaron de la pantalla, golpeando su mente como un torrente de emociones contradictorias. El titular, en letras grandes y audaces, declaraba su relación con Wheeler. Kaiba sintió un nudo en el estómago.

«Noticia De Última Hora

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¿Kaiba Seto y Joseph "Joey" Wheeler en una relación?
Uno de nuestros fotógrafos nos ha informado de la exclusiva de manera reciente. Ambos jóvenes adultos son conocidos por tener una ardua rivalidad pero, ¿Habrá sido todo esto sólo una tapadera para su verdadera relación?

Ambos fueron vistos comportándose de una manera más que jovial en el parque del centro de ciudad Domino hace unos pocos días. Nuestra revista seguirá de cerca la noticia y te informará de las novedades en cuanto las reciba. »

Al leer el artículo, una mezcla de alivio y preocupación se apoderó de él. La revista en cuestión no era más que una publicación de chismes de poca importancia, con un historial poco confiable. Kaiba sabía que podía controlar esa situación, demandar por difamación y proteger su reputación. Sin embargo, sabía que eso no era lo más preocupante. El verdadero temor se asomaba en los rincones de su mente. Sabía que había personas que creían ciegamente todo lo que leían sin cuestionar su veracidad. Temía la reacción de aquellos que se dejarían llevar por las palabras impresas sin hacer una mínima investigación. Y, sobre todo, temía por Wheeler. La imagen de Joey, su ahora amigo, surgió en su mente como un destello de preocupación. Kaiba se lamentó por no haberlo llamado antes, por no haberlo protegido de las implicaciones de esta noticia. ¿Cómo se sentiría Wheeler al enterarse? ¿Cómo lo tratarían sus compañeros de trabajo? ¿Lo rechazarían? Las normas sociales en Japón eran estrictas, y una relación que se alejara del molde establecido no sería bien recibida.

En un país donde algunos aún consideraban que la homosexualidad era "cosa de extranjeros", Kaiba sabía que se enfrentaban a un desafío mayor. Aunque en el pasado hubo relaciones entre hombres, también había sido marcado por la pedofilia, lo que tornaba cualquier relación no heterosexual en algo cuestionado moralmente. La urgencia de llamar a Wheeler se apoderó de él. Necesitaba asegurarse de que estuviera bien, de que no se hubiera visto afectado por la noticia. Levantó el teléfono, marcando febrilmente el número de su compañero, consciente de que el tiempo corría en su contra. Los segundos se desvanecían mientras el teléfono sonaba, y Kaiba esperaba con ansias escuchar la voz de Wheeler al otro lado de la línea, anhelando la certeza de que, juntos, podrían enfrentar cualquier tormenta que se avecinara.

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El día de Joey no iba nada bien. Ahora todos en el trabajo sabían sobre su supuesta "relación" con el mayor Kaiba. Al principio, pensó que sus compañeros de trabajo lo mirarían con desdén debido a su orientación sexual (a pesar de que en realidad no estaba saliendo con Kaiba, solo eran amigos). Pero para su grata sorpresa, fue todo lo contrario.
¡Esos malditos colegas suyos querían saber más sobre los jugosos chismes!