#15 Amantes antiguos

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En el reino del corazón de Seth, su compañero era una creación divina, similar al pan recién horneado que surgía de las cocinas del palacio cada mañana. Así como el pan era cálido, fragante e irresistible, su amada poseía un encanto cautivador que acercaba a Seth a cada momento que pasaba. Cuando los rayos dorados del sol acariciaron los ojos marrones de su compañero, se transformaron en charcos de miel líquida, brillando con una profundidad y dulzura que dejó a Seth hechizado. Como el aire que llena los pulmones, su compañero era la esencia misma de la vida para Seth. La idea de existir sin él era inconcebible, porque el amor había echado raíces en el centro del ser de Seth, entrelazando sus almas en un vínculo inquebrantable. Aunque su viaje había comenzado en un terreno traicionero, plagado de animosidad y desdén, gradualmente se había suavizado y madurado hasta convertirse en algo hermoso y profundo. Las llamas iniciales del odio se habían metamorfoseado en los pétalos florecientes de la amistad, una frágil floración que había requerido un inmenso esfuerzo y perseverancia por parte de ambos.

Cuando la mano de Seth rozó tiernamente la de Jono, un gesto que alguna vez habría provocado repulsión, el hombre rubio ya no retrocedió con disgusto. En cambio, recibió el toque con el corazón abierto, deleitándose con la calidez y la gentileza que irradiaba el toque de Seth. Una fuerza misteriosa parecía unirlos, una atracción inexplicable que desafiaba la lógica y la razón. Y en ese momento transformador, Jono se levantó de su lugar, con la mirada fija en los penetrantes ojos azules de Seth, sin miedo a mirarlos a los ojos.

El tiempo mismo pareció detenerse para ellos, mientras el mundo que los rodeaba se desvanecía en la insignificancia, tragado por un silencio silencioso. Seth, siempre presagio de la alegría, siempre había encontrado maneras de involucrar a Jono, de provocar la risa en sus labios y alegrar su existencia. Fue durante esta pausa etérea, en medio de los desvanecidos susurros del mundo exterior, que Jono lo sintió: un trueno resonante dentro de su pecho, una verdad que había clamado ser liberada de sus grilletes. Era una palabra que había negado durante demasiado tiempo sin saberlo, un sentimiento que había guardado en lo más profundo de su alma.

Sin embargo, en presencia del inquebrantable afecto de Seth, la comprensión lo golpeó con fuerza inquebrantable. Era amor Jono siempre había sabido, en lo más profundo de su ser, su profundo amor por Seth. Los sentimientos susurraron suavemente en su corazón, una verdad no dicha, pero el miedo había silenciado su voz, atrapando sus emociones en una jaula de dudas. Ahora, en este momento suspendido de claridad y coraje, Jono reconoció la verdad que había brillado dentro de él todo el tiempo: un amor tácito que anhelaba ser compartido, entrelazarse con la propia adoración de Seth y crear una sinfonía de afecto que resuena a través de todo sus vidas.

En los tranquilos rincones de su corazón, Jono albergaba un amor que ardía como una llama en la oscuridad, iluminando las sombras de su soledad.

Golden Boy (PuppyShipping)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora