T2. E.1(26) Querido hermano mayor

47 1 0
                                    

"A veces desearía poder congelar la imagen y salvarla de los divertidos trucos del tiempo".

Deslizándose entre mis dedos - ABBA.

Se suponía que ellos debían de ser los más fuertes, se suponía que ellos no debían de sentirse nerviosos en su presencia, se suponía que ellos eran los más duros; que brillaban porque eran bien conscientes de cuál era su valor. Ellos nunca se preguntarán cuán duro será el trabajo. Y todo porque están bastante seguros de que no valen nada si no pueden ser útiles para sus hermanos pequeños.

Después de todo, así es como se suponía que debía de ser un hermano mayor, ¿verdad? O, por lo menos, así era como lo veían Seto y Joey.

"Déjalo todo en manos de tu hermano, tu hermano es el mayor". ¿Cuántas veces han oído esa frase antes? Especialmente cuando eran niños. "Déjale a él todas las cosas pesadas o difíciles que no puedas soportar". Y, "Déjalo todo en manos de tu hermano, a ver si puede aguantar un poco más". Eran bastante frecuentes, también.

¿Quienes son si no pueden correr con todo?

¿Quiénes son ellos si no tienen lo que se necesita?

Es por eso que no se permiten grietas, roturas y, sobre todo, errores.

¿Quiénes son ellos si no pueden llevarlo todo? ¿Si fallan? No, no podían permitirse eso.

Se supone que ellos debían de cuidar de ellos, debían de impedir que comentan los mismo errores y tonterías que ellos ya habían experimentado con anterioridad, cuidarlos de toda cosa peligrosa y hasta dañina cuanto pudieran. Tuvieron que esconder sus nervios incluso cuando los mismos solo empeoraban, siempre preocupándose si algo o inclusive alguien llegaba a hacerles daño. Desde pequeños se les pidió que llevaran mucho del peso de su familia, que lo hicieran sin quejarse, y les preocupaba que si no podían cumplir con ese pedido, entonces no tenían ningún propósito en la familia ni en la vida. 

Pero… ¿Qué será lo que piensan Mokuba y Serenity de todo esto? ¿Se han preguntado alguna vez si la misma presión los habría hundido?

Ambos eran perfectamente conscientes de que la lucha a la que se enfrentan sus hermanos era la misma que la de muchos otros hermanos mayores alrededor del mundo. Se convierten en padres de sus hermanos menores, confidentes de sus padres y miembros contribuyentes del hogar a una edad temprana. A menudo se les pide que vayan más allá de las responsabilidades habituales y que lo hagan sin quejarse. Manejar la responsabilidad es difícil, y con cada nueva incorporación, el peso se hace mayor. Si todo lo que hacen no es por el bien de otra persona, se sienten fracasados. Es algo que muchas personas tienen que desaprender a medida que envejecen y se dan cuenta de que las cargas que les impone su familia no son suyas. La presión que les ejercen sus padres e incluso la sociedad es incorrecta e injusta. No es correcto imponer tales expectativas a sus hijos, y no es correcto pedirles que carguen con todo el peso de la familia.

Seto y Joey habían pasado la mayor parte de sus vidas sacrificándose por sus hermanos menores. Les ofrecieron el amor, afecto y sentido de protección paterno que la vida tanto les había negado. Pero las cosas iban a ser diferentes a partir de ahora. Gracias a que tanto Mokuba como Serenity eran adultos en la actualidad, era momento de devolverles el favor.

—¡¿Cómo es eso de que perdimos a nuestros contactos adentro?!— Gritó un exaltado rubio en su habitación. Serenity dio un pequeño salto hacia atrás con sus latidos acelerados, todo gracias a el ruido repentino. —¡Akane! ¿Qué hay de Akane? Por favor, Lazuli dime qué aún tenemos a Akane.— La castaña puso atención a cuán desesperada se escuchaba la voz de su hermano. ¿Quién era Akane? Y ¿A qué se refería con que perdieron "gente de adentro"? ¿Su hermano estaba ocultando cosas otras vez? La mera existencia de esa posibilidad la hizo contener el aliento. Ella sabía que aquello que estaba a punto de hacer estaba mal, pero lo haría de todos modos. Si Joey no le daba las respuestas que estaba buscando, entonces, ella las obtendría por su propia cuenta. Se acercó sigilosamente hacia la puerta que daba acceso al cuarto de su hermano, la cual se encontraba algo abierta. Trató de captar toda la información que sus ojos de otoño le eran capaces de brindarle. Logró ver cómo su hermano entablaba conversación con alguien a través de su dispositivo celular, se comía las uñas y jugaba con su cabello dorado, despeinandolo durante el proceso.

Golden Boy (PuppyShipping)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora