Alfa Equivocado ; Ranley

14

Si alguien le hubiera dicho a Nahoya que un día antes del Día de Blanco estaría comprando ingredientes junto a su mejor amigo para hacer un desastre en su cocina, con el fin de darle un regalo a un alfa, él se hubiera reído. Probablemente se habría carcajeado tanto que estaría con dolor en el estómago mientras se retorcia en el suelo.

Pero ahí está, con la excusa de que son para Muto, aunque su mejor amigo aún no sabe que ya sabe quién es quién, todo va acorde a su venganza.

La tradición decía que debería de hacer chocolate negro, o dulces, caseros para confesar sus sentimientos, y si bien no iría a decirle a Ran algo como "¡Ran, me gustas!", creía que no sería nada bueno dar un regalo que pueda tener una connotación distinta.

La receta que había encontrado en internet estaba realmente fácil, se veían deliciosos y por su falta de dinero llamó a su querido Mitsuya, que igualmente iba a hacer unos chocolates para regalar.

—Hakkai va a saltar de felicidad cuando los vea —Se burló con una sonrisa, mientras llevaba el carrito hasta la fila del super mercado.

—¿Por qué asumes que son para Hakkai? —Preguntó intrigado el de cabello lila.

—Porque si tuvieras a otra persona, sabiendo que lo has invitado a citas y está enamorado de ti desde que te vio, pensaría que eres un idiota.

Mitsuya se rio un poco, pero luego se rindió, no valía la pena seguir escondiendolo, cuando era evidente.

—Voy a pedirle finalmente que sea mi novio —Es todo lo que dice, mientras ayuda a ubicar bien el carro de compra en la fila.

Nahoya abre los ojos sorprendido, como cuando está comiendo ramen y está delicioso, así de grandes. Conoce a Mitsuya desde los 9 años, junto al grupo de idiotas que tienen por amigos, y desde que conoció a Hakkai a los 16, todos saben que el menor está enamorado de Takashi, incluso aplicó a la misma universidad solo para poder verlo.

Que Mitsuya por fin le diera una oportunidad al omega, era realmente impresionante.

—Ya era hora, es un buen chico.

El otro solo se encogió de hombros— Lo sé, mamá y las niñas lo aman. Es el omega perfecto.

—Ouch, me siento atacado por no ser el perfecto para mi mejor amigo —Se burló, llevando su mano a su corazón.

—Ay, cállate, para ti Ran es el alfa perfecto.

Y la frase no tenía un doble sentido, pero Nahoya sintió su cara de mil colores distintos, porque el verdadero Ran sí era su prototipo de perfecto.

Maldita sea ¿Cuando Haitani se convirtió en el estándar?

Muy difícilmente otro chico lograría superar lo que le hace sentir.

Se ríe de su propio pensamiento, bajo la mirada interrogante del otro chico, pero no dice nada. Nahoya saca su teléfono mientras Mitsuya se encargaba de pagar todo con el dinerode ambos, no hay ningún mensaje de su gemelo, lo cual se le hace extraño, seguramente está con Hakkai y los demás.

—¡Esto es una tontería! —Se quejó luego de que uno de los chocolates saliera mal por su poca delicadeza. Mitsuya se empezó a reír fuertemente bajo la mirada enojada de su amigo.

—¡Te dije que no debías sacarlos así del molde! —Habló mientras reía.

¿Ya dije que se había vuelto una actividad con sus demás amigos? Kazutora fue rápido y tomó el chocolate destrozado entre sus manos, para luego compartirlo con Baji.

—No hay que desperdiciar comida, Naho.

—Vete a la mierda, Tora —Se quejó frustrado, demasiado.

Los chocolates de Mitsuya estaban perfectos, y él a duras penas había conseguido que tres le quedaran bien en el intento de molde de corazones que hizo.

—¿Quieres que te ayude? —Se ofreció Pahchin, pero recibió una respuesta negativa de inmediato.

—No puedo dar un regalo que no hice yo, ¿En qué sucio mentiroso me convertiría eso? —Seriamente lo pensó, y luego a su mente vino la belleza de Ran y su gran lista de enamorados y enamoradas— Dios, lo peor es que seguro otros le darán chocolates también, los míos serán patitos feos.

—No se ven tan mal —Intento calmarlo Pehyan con una sonrisa, pero Baji lo interrumpió.

—No lo hacen porque están destrozados, deberías empezar de cero —Se encogió de hombros, ignorando los falsos sollozos de Nahoya.

—¡Es un desastre! El amor no lo es lo mío, ni siquiera debería darle chocolates, ni nada —Se tiró al lado del sofá junto a Kazutora, rendido totalmente.

—No es el fin del mundo ¿Sabes? —Le dijo Mitsuya, rodando los ojos.

—¡Es fácil para ti decirlo! Eres genial en todo, maldición —Echó su cabeza hacia el hombro de Hanemiya, el cual le extendió un poco del chocolate que había robado, pero se negó.

—Aunque no lo creas, están deliciosos, si no se los come a pesar de la fea imagen, va a ser un desperdicio.

Los ojos de Nahoya brillaron felices, ¡Kazutora tiene razón! Dio un salto y se levantó del sofá, yendo hasta el centro y tapando la televisión.

—¡Exacto! ¡Soy Nahoya Kawata, chicos!

—¿Sí? —Respondió Baji, dudoso de qué diría el esponjoso ahora.

—¡No necesito la aprobación de un alfa idiota! Si no le gusta no es el indicado y que se vaya a la mierda, no hay que juzgar un libro por su portada.

—Pero no eres un libro... —Intentó hacerlo recapacitar el pelinegro, pero Pahchin solo le puso la mano en la boca para que se callara.

—¡Así se habla, Naho! ¡A la mierda los alfas! —Animó Kazutora, bajo la mirada ofendida de su mejor amigo que seguía con la mano de Pahchin en la boca.

Draken solo rodó los ojos, sabiendo de sobra que nadie se atrevería a rechazar a Nahoya, ni Muto ni Ran, pero esperaba que los chocolates fueran para este último.

Kazutora siguió robando chocolates, Mikey cambiaba de canal indeciso, Baji estaba dormido en el hombro del bicolor, Pahchin seguía insistiendo en ayudar a Nahoya, pero el otro seguía negándose y Pehyan estaba colocándose su chaqueta porque debía pasar por Yasuda para una cita.

Se preguntó si aquellos momentos cambiarían más adelante, como la vida da vueltas. Cuando eran pequeños, se acuerda de que iba a las reuniones en casa de Mikey solo para ver a Emma, ahora está enamorado hasta la médula, de Koko, también recuerda siempre haber visto a Nahoya como alguien demasiado independiente.

En realidad, siempre lo fue.

Cuando eran pequeños, él al ser un año mayor que los demás, dos años mayor que Pahchin, los intentaba cuidar, claro, a veces era quien lideraba las locuras o participaba, pero seguía con su corazón de hermano mayor. Y jamás imaginaron que en un momento, ellos lo verían siendo el intento de omega perfecto, sonriendo como enamorado y no insultando que la fecha especial que es el día de Blanco, diciendo que todo era una forma pagar vender chocolates.

Suspiró, la vida cambia más rápido de lo que te das cuenta. Cerró los ojos con el olor a chocolate de los intentos de Smiley y deseó que el día siguiente fuera increíble para todos.

ꉩ

Me interesa como llegó casi a los 60 votos el capítulo pasado, so, tomen un regalo .